Al día siguiente, después de que Neri subiera las maletas al auto que la llevaría al aeropuerto, decidió dejarle algo a Hiro, había guardado los dibujos que Aiko hizo junto con ella, algunos eran muy especiales, pero decidió que Hiro los necesitaba más.Así que subió a su despacho y ahí estaba él, sentado detrás de su escritorio, fumando, parecía que no había dormido, se veía cansado, descuidado, el duelo no era fácil.La miró entrar y no dijo nada, ella se detuvo cuando estuvo lo suficientemente cerca de su escritorio y sonrió con melancolía.—Te dejo esto, es de Aiko— dijo ella y dejó los dibujos mientras lo veía una ultima vez. —¿Estarás bien?.Hiro sonrió. —Vete de una buena vez, vete tan lejos que no pueda recordarte.¿Por qué él era tan cruel?, tal vez siempre había sido así, y ella no lo vio. —Esto es injusto, yo de verdad me enamoré de ti.—Fue tu error, no el mío.—¿Es lo ultimo que dirás?.—Te enviaré una cuenta bancaria, donde te depositaré dinero para los gastos de Takash
—¿No vas a abrir?—preguntó Hiro con tranquilidad, Neri se enderezó y se mordió el labio.“Carajo". No tenía opción, sentía que le faltaba el aire, ¿Cómo la había encontrado?, ¿Por qué había venido?, ¿Ahora que iba a hacer?, ¿Y por que se veía mas guapo que antes?.Caminó hasta la entrada y abrió la puerta, una mujer sonrió de oreja a oreja al verla.—Hola, aquí esta Kumiko, hoy se portó muy bien— dijo aquella mujer con una sonrisa muy agradable en su rostro.Neri bajó la vista hasta la encantadora niña que jugaba con una mariposa de papel y tragó en seco. Kumiko era su hija, una dulce niña de casi cuatro años—Mira mamá, hice esto para ti.—Que lindo cariño— dijo Neri y sonrió con nerviosismo. —Muchas gracias por traerla.—De nada, nos vemos el lunes Kumiko— dijo la cuidadora del colegio en el que Kumiko asistía, llevaban a todos los niños hasta su domicilio, lo cual era bueno, así Neri no se preocupaba por eso.—Adiós— dijo la pequeña mientras agitaba su frágil mano.—Que tenga buena
Últimos capítulos…Neri sentía que algo se estrujaba en su pecho al ver a Hiro así, le había tomado cuatro años, ni siquiera lo vio así el día del funeral, Kumiko se acercó a él y lo abrazó, Hiro la cargó y se quedó enganchado a su frágil cuerpo mientras que Takashi solo lo veía, era sombroso ver a un hombre como él, llorando como un niñ*o asustado.—Mamá, deberías de darle helado— dijo Kumiko tratando de encontrar algo que calmara a su padre, ella no entendía porque su padre lloraba tanto.—Claro, le daré helado.Minutos después todos comían helado en silencio.—Bueno, Takashi la tarea.Takashi rodó los ojos, —Pero mamá, no vez que no es un buen momento.—Jovencito.—Esta bien.—Kumiko, ve a jugar al jardín con Ru.—Si mamá.Neri y Hiro se quedaron solos y después de un silencio incómodo, Neri se animó a preguntar: —¿Estás bien?.Hiro asintió. —Si, lo siento.—¿Has estado bien?.—No.—¿Qué hiciste Hiro?.—No quieres saber.Neri suspiró. —¿Que haces aquí?.—Vine por Takashi, pero todo
Los tres caminaban por el centro comercial, Neri miraba de reojo a los hombres que seguían a Hiro a la distancia, tenía que admitir que ahora sentía un poco de miedo, de que alguien saltara frente a ellos y disparara, o de que fueran secuestrados, muchas cosas se venían a su mente, pero Hiro se veía muy calmado. Eso la hizo preguntarse, ¿Qué había echo él?, Kento le daba mínimos detalles, y por lo poco que sabía, estaba al tanto de que Hiro se desquitó con un par de personas.Entraron a una tienda y casi de inmediato, Neri se arrepintió de haber ido con ellos. Deseaba con todo su corazón que la tierra se abriera y se la tragara entera.—Deberíamos de ir a otro lugar—Dijo un poco nerviosa.—¡Neri!.Hiro miró al hombre que se acercaba con una enorme sonrisa y de inmediato miró a Nery, casi podía oler su incomodidad.—¡John!— gritó Kumiko y lo saludó energéticamente.—¿John?, así que es él — dijo Hiro mientras lo veía fijamente. John era un hombre de 30 años, tenia un hijo, y había conoc
Neri servía dos cafés, mientras que Hiro miraba las fotografías que adornaban su estantería, sonrió al ver una foto donde estaban los tres y se sintió excluido, no podía estar enojado con ella, él no fue bueno tampoco.Había perdido hermosos momentos y ahora quería recuperarlos, no importaba como y no importaba cuanto tardara, iba a reconquistar a Neri.Ella llegó con dos tazas de café en mano. —Fue el cumpleaños de Takashi.Hiro la miró. —Salieron bien.—Tu café.—Entonces dime, ¿Has hablado con Briana?.—Si, el mundo es muy pequeño, cuando inauguré mi primer cafetería, ella llegó, compró un montón de canapés, dijo que eran para los empleados de su trabajo, no pudimos platicar mucho, pero luego volvió, así que hablamos, de vez en cuando lo hacemos.—¿Son amigas?.—Mmm, supongo que si, ella necesitaba hablar con alguien que comprendiera su situación, así que si, hablamos mucho.—¿Y que fue lo que te dijo?.—Que Nasomi la amenazó, que ella te lo dijo y que jamás la escuchaste, que no
Hiro miró todo a su alrededor y luego su vista se posó en la mujer que estaba observándolo fijamente, le gustaba eso, le gustaba que ella lo viera de ese modo.Se acercó a ella ignorando al hombre que estaba justo a su lado y la miró directo a los ojos.Ella estaba por decir algo, cuando de la nada Hiro la tomó de la nuca con una sola mano y pegó sus labios a los de ella, John estaba incrédulo, muy enojado, así que empujó a Hiro tratando de alejarlo, pero apenas y pudo moverlo un poco.Neri por supuesto se asustó, no quería que ellos pelearan ahí, así que se interpuso entre ellos al ver la mirada que Hiro le lanzó a John.—Muy bien, basta, no hagan nada estúpido—Advirtió ella.—¿Cómo te atreves a besar a este imbécil así como así?.—¿Qué hace este idiota aquí?—preguntó Hiro.—Basta los dos, no les debo explicaciones, si no se soportan, váyanse, justo ahora estoy muy ocupada y no voy a lidiar con ustedes.Hiro se relajó y sonrío con altanería. —Yo no tengo problema, sacaremos la basura
Ambos sonrieron.—¿Dónde voy a dormir?.—En el suelo por supuesto.—Ya soy viejo, no puedo dormir en el suelo.—Convénceme entonces.Hiro se acercó a ella y la sujetó de la cintura, miró su clavícula, luego sus labios y por ultimo sus ojos. —¿Puedo?.—Si.Él la besó y la sujetó con fuerza, Neri respiró hondo al sentir su cuerpo y esa calidez tan agradable, enredó sus brazos alrededor de su cuello y se dejó manipular e invadir. La lengua de aquel caballero era tan deliciosa y suave, tan cálida y tan exquisita, el modo que la estrujaba y ese deseo que despertaba en ella, era difícil resistirse a eso.Llegaron hasta la recámara principal y cerraron la puerta con llave, solo para evitar vergüenzas innecesarias, viviendo con niños* nunca se sabe.Se dejaron caer en la cama y las caricias no se hicieron esperar.……….Kento se quedó en la organización, jamás odió a Hiro, le era leal, así que soportó ser denigrado, hasta que Hiro decidió integrarlo de nuevo a la familia, no planeaba fallarle,
(15 años después…)Takashi miraba a su padre fumar con tranquilidad, siempre sintió una gran admiración por él, muchos podían juzgarlo y decir que solo era un criminal sin escrúpulos, pero eso no era cierto, Hiro Okada era uno de los mejores lideres de la Yakuza, tenía un historial impresionante, era famoso en los bajos mundos de la mafia.—¿Qué fue lo que te dije?.Takashi solo agachó la cabeza y miró sus puños llenos de sangre.—Lo siento.—¿Lo sientes?, golpeaste al hijo de un político y me dices que lo sientes.—Él se lo buscó, estaba molestando a una chica, ¿Qué se suponía que hiciera?, ¿Dejar que la violaran?.Hiro golpeo su escritorio y lo señaló. —No te pases de listo.—Lo siento.—Te dejé entrar a la organización, pero no voy a dejar que metas en problemas a mis hombres o a mi familia, ¿Entiendes?.—Si papá.Hiro suspiró y se recargó en el respaldo de su silla, miró a Takashi en silencio, había dudado en dejarlo ser parte de la organización, Nery no estuvo feliz con la idea,