Las dos se dirigen al garaje donde el abuelo, está enfrascado en limar un lado del bote que como dice su abuela nunca termina, por lo que no las ve venir. Isabella se acerca y le toca un hombro haciendo que se gira para mirarla.. Él detiene la máquina y se quita la máscara para mirarlas intrigado. Nadie tiene que decirle nada, está seguro que algo se traen entre manos para que hayan ido a verlo allí, y que de seguro es algo que no quieren a su esposa se entera, aunque no les pregunta, si fueron hasta allí, ellas solas se lo dirán, piensa.—Abu, necesitamos hablar algo serio contigo. Dice Isabella, acercándose, junto a Marta despacio a su abuelo que está observándolas intrigado, de pie al lado de la lancha que arregla en el garaje. Mientras se pregunta qué será eso que vinieron a decirle para que lo hayan hecho las dos juntas, de seguro es algo de su nieta y trajo a su amiga para que la ayude a hablar. Ella no cambia, piensa en lo que esconde una sonrisa. Es algo que Isabella hace des
Cuelga todavía asustada, pero decidida a hacer todo por su abuela. Entra en la sala, y ya su abuelo le ha dicho todo a mi esposa, que mueve la cabeza negativamente. La mira, con expresión seria. Puedes darse cuenta de que no está de acuerdo, que haga ese sacrificio solo por ella. Por ello se le acerca la abraza y la besa—Mima, ¡también lo hago por mí! —dice tratando de convencerla—, ¡así, no va a ser lo mismo, ser divorciada, qué madre soltera! ¡También por los chicos! ¡Ya viste lo felices que se pusieron, cuando él les dijo que era su papá!—¿Pero, si te encuentras un buen hombre, Bella, que quiere casarse contigo? ¿Qué vas a hacer? —pregunta en su lenguaje de señas la abuela que no le gustan las mentiras y mucho menos la idea de engañar a su hijo con eso..—Pues, rompemos el arreglo con Christian y ya. ¡Dale, abuela, hazlo por mí!—Le ruega abrazándola.—¡Llegó papá, llegó papá! Gritan sus hijos saliendo al encuentro de Christian, que viene con las manos llenas de regalos para el
Me alejo feliz sin poder creer que todo había sido tan fácil. Logré mi cometido sin apenas ningún esfuerzo. El abuelo tenía el mismo objetivo que yo. Así que ahora me tengo que esforzar por enamorar a Isabella, o al menos hacer que acepte este trato por mucho tiempo. Ja, ja, ja .... ¡No puedo creer que me haya librado de la arpía de Adele! Ja, ja, ja…Es muy hermosa Isabella, me gusta y a lo mejor lo logro, no soy mal parecido. Sí, me esforzaré por que se haga real mi matrimonio y listo. Ella no lo hace por mi dinero, eso le sobra. De esta manera me quité a mis padres de arriba, debí hacer esto hace mucho. Aunque todavía no puedo decirle nada a ellos, estoy seguro que pondrán el grito en el cielo, y no puedo dejar que asusten a Bella, se veía que no quería hacerlo y todav&
Y nos ponemos de pie y caminamos rumbo a la habitación, abro mi carpeta. Y le enseño el problema que tengo en la empresa y no he podido resolver. No es mentira, en verdad no recuerdo como hacerlo. Papá lo toma y al leerlo me mira.—No pensé que fuera verdad que tuvieras un problema hijo —dice papá— pensé que lo hacías para alejarte de tu prometida.—Ex prometida papá. En verdad necesito que me ayudes con esto, si no mándame a Christie lo antes posible para que me ayude. Ella es la que me resuelve todo eso, ¿o crees que con mi falta de memoria sería capaz de llevar solo esta empresa? Es ella papá quien me hace todo esto, por eso está tan cansada. Si puedes no cargarla de trabajo y dejarla conmigo un tiempo te lo agradeceré. En serio disculpa, no quería ponerte a trabajar. Estaba esperando que ella viniera ahora, pero me llamó para decir que se le había presentado un problema y no podía venir.—Es cierto, un contrato que teníamos nos está dando más problemas de lo que pensamos. Por eso
Termina de decirme Marta y encuentro razón en eso. No es que le tenga miedo a Luis, pero me gustaría concentrarme en mi trabajo. Ayudar a Christian a sacar la empresa adelante, sin tener que preocuparme de que él pueda atacarme en cualquier momento. Me gusta mucho mi trabajo y quiero avanzar en el, porque en un futuro pretendo tener mi propia editorial. Así que pensándolo bien, tiene razón ella en lo que me dice. No importa si Christian tiene su propio plan detrás de todo esto, él hará lo suyo y yo lo mío. Nos ayudaremos mutuamente.—Eso que dices es verdad Marta —le doy la razón. — Lo que me preocupa son mis hijos, sí que me van a odiar el día que les diga la verdad. ¿No crees que mejor lo aclaro todo ahora con ellos? Marta se me queda mirando fijamente, creo que lo está analizando muy bien. Espero paciente porque después de todo ella tiene más experiencia que yo con su propia historia y todas las que ha visto en el orfanato que vivió toda su vida.—¿Por qué tienes que decírselo ah
Después que todo terminó, y que se retiraran a sus respectivas habitaciones, en la habitación del abuelo y la abuela. Ella le toca el hombro para que la mire y le pregunta.—¿Casaste a Christian y a Isabella de verdad o todo es una mentira para engañar a Santi?—Sí, lo hice de verdad —contesta sinceramente el abuelo. —No podía perder esa oportunidad que se me presentó y tú me tienes que ayudar a que ese matrimonio se vuelva real. ¡No podíamos elegir un mejor partido para nuestra Isabella!—¿Qué quieres decir? ¿Bella lo sabe?—No, ella no sabe nada, por eso es que te lo estoy diciendo. Y es exactamente lo que escuchaste. Christian, aunque perdió todas sus memorias, es un gran partido para nuestra Isabella. No creo que el hecho ese, haya cambiado lo que realmente es, sigue siendo un gran chico. Y ya viste como acept&oacut
La regañó el abuelo, haciendo que ella sonriera. Mientras, ya había comenzado a idear cómo hacer que Isabella y Christian se enamoraran.—Tenemos que contar con Marta.—Estoy de acuerdo, lo había pensado también. Por ahora tenemos que concentrarnos en la historia de cómo se conocieron. No sé si tu hijo lo va a creer, y mucho menos, la arpía de esposa que tiene. Estoy seguro de qué hizo todo esto con un objetivo. Y me estoy imaginando cuál puede ser.—¿Qué quieres decir?—Alguien me dijo que la vieron hablando con Samuel Valdivieso, y su hijo menor. Ese que dicen que es del otro lado. Es un buen muchacho, pero no se gobierna, hace todo lo que su padre quiere. Sabemos de la pata que cojea él, no expondré a Isabella a ese peligro, y mucho menos a los niños, que de seguro los mandaran a un internado, a la primera. Como hicieron con ella.—No tienes porqué preocuparte, Isabella, no es la misma de antes, y es una mujer adulta. Nadie la puede obligar a contraer matrimonio contra su voluntad.
Cuelgo el teléfono y le aviso a Marta, que está bañando a los niños. Dejo la leche sobre la mesa y regreso a mi habitación a vestirme. Voy a estar muy hermosa este día, me digo. La ropa que me escogió mima es realmente muy elegante. Se trata de una blusa blanca, llena de vuelos muy entallada a mi cuerpo, una saya negra hasta mis rodillas, unos zapatos a juego con una cartera. Mi abuela, que aparece en ese momento, me hace soltar el cabello. Hago mi maquillaje de siempre, solo resaltando un poco el rubor. Y me dispongo a comenzar, con mi papel de esposa.—¿Estoy bien así, mima? —pregunto sabiendo la respuesta.—Hermosa — me dice con su lenguaje de señas— de ahora en adelante tienes que vestir así. Te compraré mucha ropa de ese estilo.—No exageres en eso, pero confiaré en tu buen gusto —digo y le doy un abrazo. El claxon del auto de Christian, me saca de mis pensamientos, tengo que correr para tratar de aguantar a Lucía y Lucas, que han salido disparados por la puerta, a saludar a su