Estaba muy ansiosa porque los días pasaran, había creado un plan y lo tenía casi todo listo para llevarlo a cabo, con los maleantes que había contratado. Procuraba salir lo menos posible, aunque no le gustaba la casa en que se encontraba, trataba de permanecer dentro de ella todo el día y salía cuando comenzaba a oscurecer. Ese día acababa de darse un baño cuando escuchó sonar su teléfono.—Hola.—Hola Eva, soy yo, Oswaldo. —¿Y ese milagro que me estás llamando? Hace más de un mes que te llamo todos los días y no me respondes.—Tuvimos un serio accidente y estamos regresando en el yate, llegamos en una semana, no teníamos comunicación con nadie.—¿En serio llega en una semana? ¡No me digas eso!—Te lo estoy diciendo, llegamos en una semana, estamos muy cerca, ya todo el mundo sabe que llegamos antes, debido al gran accidente que sufrió el yate. Chocamos contra un arrecife. ¿No escuchaste las noticias en la televisión? Nos quedamos anclados en una isla en medio de la nada. Por
—Santiago no quiero vivir separada de ti, estamos casados. No me puedes mandar a vivir a un apartamento yo sola.—¡Eva, te pasas el año entero viajando lejos de mí! ¿Y ahora me quieres decir que en un mes que te quedarás no vas a poder vivir en un apartamento? Pues es lo único que tengo para ofrecerte sí que no quieres vivir ahí búscate donde vivir tú misma —le grita realmente molesto.—No tienes por qué molestarte, me iré a vivir donde tú quieras siempre y cuando tú me acompañes. Te he extrañado y he pasado mucho miedo todo este tiempo. ¿O es que acaso no viste el enorme accidente que tuvo el yate? Por poco muero, eso me hizo darme cuenta de lo mucho que te amo. Quiero que arreglemos las cosas entre tú y yo.—No hay nada que arreglar Eva, todo está como siempre. Solo que tú me gastaste todo el dinero. Me hundiste en la bancarrota. Por cierto, ¿dónde es que están todas las propiedades de las viviendas y negocios que poseo? Esos que te mandé a guardar cuando nos casamos. Espero
Sentado en el hospital al lado de su esposa que duerme apaciblemente, le toma la mano y se la acaricia arrepentido de todo lo que ha hecho en su vida y por motivo por lo que ella ha sufrido mucho. Hasta ahora no se había dado realmente cuenta de lo mucho que la ama. Vivió su vida recordando a Susan añorando haber vivido con ella sin prestarle mayor atención a su esposa.¿Cómo va a hacer ahora para convencerla que realmente la ama? Que olvidó a Susan por completo, y en realidad no la ha amado nunca. Que solo fue un capricho para quitársela a Santiago, porque no toleraba idea de que tuviera algo mejor que él. Desde que lo conoció de niños sintió envidia porque él era todo lo que él quiso siempre ser y no podía. Santiago no le tenía miedo a nadie, y era feliz llevando siempre a Susan que lo seguía a cualquier parte que él le pedía sin preguntarle ni protestar. Le daba rabia la ciega confianza que ella tenía en él, de que nunca haría nada para hacerle daño y que siempre la pr
Estaba convencida de que él nunca la amaría, que si había contraído matrimonio fue porque había salido embarazada de Christian, su único heredero varón. Algo muy importante en su familia era la continuidad del apellido.Sabía que su esposo tenía más de mil defectos, luego de haber estado con él en la boda de la prima sin saber quién era. Se había entregado a él en su primera vez y lo recordaba realmente cómo había sido. No estaba segura si había pasado o no en realidad, por eso cuando se dio cuenta de que estaba embarazada y vino a decírselo, escuchó la conversación en que él estaba exigiendo que encontrarán a Susan que la iba a ser su esposa, que era la mujer de su vida decía una y otra vez al teléfono gritando. Ella había dado la vuelta y había regresado a casa de sus padres contándole que estaba embarazada sin decirle quién era el padre. Ellos la encerraron en una casa donde nadie los conocía y pretendían dar al niño en adopción. Sin embargo, ella se había escapado y se h
Isabella lleva días sintiendo que algo malo pasa con Christian. Se oculta para hablar con su hermana que se fue rápidamente para atender la empresa del padre. Marta y ella tratan por todos los medios, de hacer cumplir todos los convenios que se han realizado en la editorial con los diferentes escritores y demás instituciones que ya me tienen contrato para la publicación de sus diferentes trabajos.Cada vez que tiene alguna preocupación o dudas sobre lo que deben de hacer, sube al despacho de Christian para que él le ayude al respecto. Hoy tienen que viajar a hacer una presentación en las afueras de la ciudad, por lo que sube a hablarlo con él al despacho. La secretaria no está, por lo que ella va directo a la puerta y se detiene al escuchar lo que dice su esposo dentro de la oficina.—¡Tienes que acabar de averiguar si fue papá el que mandó a secuestrar a mis hijos! ¡Esa es tu prioridad número uno! — grita a toda voz furioso. Isabella al escuchar aquello se congela, no puede cre
—Isabella no te ciegues. No sé porque tu esposo lo esté investigando y sospecha de su propio padre en ese sentido. —Le dice tratando de que ella confíe en su palabra, en lo que le sigue limpiando el rostro como si fuera una pequeña. —Te puedo asegurar que Thompson puede ser cualquier cosa, un mujeriego, un descarado, un desalmado. Pero la única buena cosa que tiene ese hombre, que todo el mundo reconoce. Es que es un buen padre por encima de todo, a pesar de todas las anteriores características que posee. Ponía a sus hijos por encima de todo el mundo. No creo que sea capaz de mandar a secuestrar a sus únicos nietos y a su heredero, que le asegura la continuación de su apellido, que es algo que su familia aprecia mucho. Lucas, es el seguro de que el apellido Thompson no desaparezca.—Papá, puede que tú no lo conozcas bien. ¡Es un descarado que me miraba como si fuera una mujer cualquiera!—¡Lo es, no te voy a quitar la razón! Pero estoy seguro de que no fue él, el artífice d
Christian se queda por un momento observando a su secretaria sin comprender muy bien lo que le acaba de decir. Al tiempo que trata de recordar lo último que ha estado hablando, hasta que se acuerda de lo que le acabara de gritarle al jefe de seguridad que tiene delante.—¡Oh, por Dios! De seguro escuchó que yo sospechaba que mi padre era el que había secuestrado a nuestros hijos. Dice poniéndose de pie desesperado, sabe lo que eso significa en su matrimonio. De seguro ahora ella tratará de dejarlo y quitarle el derecho sobre sus hijos que le había dado. Toma desesperado el teléfono y le marca sin obtener respuesta, porque le da continuamente ocupado. No sabe qué hacer, se mueve inquieto de un lugar a otro como un león enjaulado. ¿Cómo explicarle a su esposa que su propio padre fue el que mandó posiblemente a secuestrar a sus hijos para separarlos? No tiene la prueba de nada de eso, por mucho que han investigado lo único que han conseguido aprender es que fue una mujer quién
—¿Tu mamá es la que sospecha de él?—Sí, fue lo que me dijo aquel día que nos pidió quedarme a solas con ella en el hospital. Pero creo que de lo que ella escuchó, no se trata del secuestro de nuestros hijos, papá estaba hablando del secuestro de la que fue la novia de tu papá hace muchos años, lo están amenazando con decírselo a mamá y hacer un escándalo. Eso sería terrible para las acciones de la empresa nuestra, aparte de otros problemas que estamos teniendo en ella, sería el final de nosotros.—¿Tan serio es?—Sí, muy serio. Por eso mi hermana se tuvo que ir y dejar a mamá en terapia intensiva. La empresa está metida en un enorme desfalco y tenemos la sospecha que fue papá quién lo hizo. Por un momento pensábamos que era por el dinero que le quitamos con lo de mi falso secuestro.—¿Y no fue así?—No, dice que aprovechó esa oportunidad en que le exigían ese dinero por mí, para extraer de las cuentas de la empresa la misma cantidad, no sabemos para qué.—¿No le has pre