Dar explicaciones… es lo menos que me gusta, pero, se supone que estoy casado y que ahora he cambiado, debo cambiar, si algo he aprendido desde pequeño es que, debemos usar cualquier situación para nuestro beneficio.

—De acuerdo. —le devuelvo el ultrasonido. —Te quedarás en esta casa, pero… lo que hubo entre nosotros, ya no existe más.

—¿¡Que?!... ¿P-Pero… porque, yo seré la futura madre de tu primogénito, no puedes, tu lo prometiste, mi hijo no macera como bastardo.

—Te diré esto porque de todas formas ya lo saben mis padre, Megan va regresar a esta casa. —ella ladea una sonrisa. —No es lo que te imaginas, ella, va regresar como la señora Russo, y habrán nuevas reglas que deberán respetar.

Su rostro desencajado era muestra de que no daba crédito a lo que estaba diciendo, ella se quedó inmóvil mientras seguí mi camino.

Tengo dos meses intentando que ella me perdone, que aunque sea me escuche, pero no lo permite, siempre rechaza mis visitas, su hermano me dice que deje de insistir,