Sabía perfectamente que Emilia estaba llegando a su limite, podía ver en sus ojos que estaba apuntó de llegar al límite de su tolerancia, pero hacía aún más divertido el momento, recuerdo las veces que trato a Megan incluso, una vez le echó una cubeta con agua y huelo encima y se reía a carcajadas, jamás lo olvido y es por eso que quiero darle una lección.

—¿Necesitas algo más?.

—¿Esa es la forma de hablarle a tu jefe?

—Somos hermanos y…

—Qué lo seamos no significa que podrás hablarme como se te de la gana. En la oficina, eres una empleada más, no eres nadie. Recuerdalo. —su mano tiembla al sostener la taza de café. Me lo entrega, estaba bien pero quería molestarla un poco mas —Esta demasiado fuerte, vete y tráeme otro, ni siquiera eso puedes hacer bien —murmuro lo último pero fue suficiente para verla cabreada. —¿Acaso no oíste?

—¡¡Estoy harta de ti maldito imbécil!!...

—¡Ahh!...

Me levanto de mi lugar al sentir el café caliente sobre mi ropa, me quité todo de la parte superior rápid