Me encuentro sentada en mi cubículo, redactando y organizando mis pendientes, pero no puedo evitar pensar en lo que hice ayer.
Dakota entro a mi cubículo para dejarme más trabajo, cuando estoy por recibirle los documentos ella observa en mi mano una cortada.—Oh por Dios, ¿Qué te paso? Grace.—No fue nada, me lastime cocinando— dije, en medio de risas nerviosas.—Ten más cuidado, aquí necesitaras ambas manos— dejo salir una carcajada y se marchó.No entiendo como pude actuar tan imprudente, ayer me parecía una idea excepcional, pero ahora solo siento culpa.No pude concentrarme bien, Hades no está en la empresa, siento que es un día perdido.Mi turno termino muy rápido, las horas pasan a la velocidad de la luz cuando Hades no está cerca, manejé nuevamente hasta mi casa, desanimada por no ver a Hades y cuestionando mis acciones.Abrí la puerta de mi pent-house y me deje caer en el suelo de la sala, encima de laJUNIO/ MIÉRCOLES 5 /2024.Sorprendentemente la alarma sonó. No estoy acostumbrada a que ese pitido irritable penetre mis oídos, la detuve de inmediato, respire profundo antes de levantarme de la cama, siento mi cuerpo pesado y cero ganas de salir de mi habitación.El día esta gris, las nubes recargadas de agua, al igual que mis ánimos.Lo único que me anima para levantarme en este día de porquería es que Hades estará en la empresa y por supuesto que quiero ir a verlo, él es mi rayo de luz, mi pedazo de esperanza, mi alegría.Llegue a la empresa de cronos, al entrar veo a todos mirando unos pequeños sobres negros, Dakota se acerca a mí con su contoneo de tacones.— ¿Qué está pasando? — le pregunto de inmediato, observando a todos.—Mejor léelo tú misma— me entrega una invitación.Al abrirla quedo perpleja. —El señor Hades nos invita formalmente a todos a una fiesta con temática de máscaras y trajes ne
JUNIO/ JUEVES 6 /2024.Quisiera golpearme a mí misma por ser tan idiota, tuve a Hades justo en frente de mí y lo arruiné.Lo positivo es que no tiene idea de que era yo, la máscara me protegió.Me levanto a desayunar antes de ir al trabajo. Mi dolor de cabeza por la resaca está hartándome, quizá desayunando un poco se alivie.Enciendo la tv y me siento en el sofá a desayunar, cuando una noticia llama por completo mi atención.—Las autoridades buscan incansablemente algún rastro de la señorita Amanda Betwell... Sus familiares aseguran no saber nada de ella desde el día martes 28 de mayo. —Mi hija no desaparece así como así, ella es una mujer hogareña, y— sollozos, se limpia la nariz con un pañuelo— si alguien la ha visto o si alguien la secuestro... les ruego que la liberen, pagaremos lo que sea, haremos lo que sea para que vuelva sana y salva a casa.Oh por Dios, mira que destrozada se ve su pobre madre. Que lastima que
Llegue a casa derrotada, cansada, pero con un sentimiento inexplicable de felicidad. Una zorra menos en el mundo, una zorra menos para Hades.Entre en mi habitación y saque una carpeta debajo de mi colchón, ahí tengo mi tesoro más preciado; fotos de Hades, de todos sus logros, de todo lo que ha hecho, tengo incluso su foto del anuario. Todo en un pizarrón de cartón donde puse cada detalle de su vida. Sus hobbies, sus horarios. Esta pizarra es mi mundo. Admire cada foto de mi guapo Hades y la volví a guardar, no puedo dejar que nadie más observe esto.Al guardarlo me corte con un clip de los que sostenía la foto, una gota de sangre cayó en una hoja que estaba en el suelo. Guarde la pizarra y tome la hoja. Esa mancha roja me dio una idea.Si pudiese describir o explicar lo que siento por hades seria de esta forma; tome un lápiz y comencé a escribir su nombre, Hades. Lo escribí tantas veces como cabía en el papel. El
JUNIO/LUNES 10/2024.El fin de semana como de costumbre pasó lento, tortuoso y aburrido. No hice más que lavar mi ropa, organizar mis cosas y dormir el resto del día. Mi padre un llego, asumo que tiene viajes por negocios nuevamente. Está rompiendo su propio record en pasar más días fuera de casa y está ganando todos los premios.No pude vigilar a Hades como siempre porque esta fuera del país, tengo limites gracias a que decidí trabajar honradamente y no gastar el dinero de mi padre para perseguir a Hades vaya a donde vaya. Cometí ese error una vez cuando Hades y su familia se fueron de viaje a España, pase la tarjeta de crédito de mi padre en varias ocasiones para estadía de hotel y comidas. Luego me sentó en la mesa durante horas para que le explique por qué me gaste tanto dinero en equis momento.No es algo que estoy dispuesta a pasar en mis veinticuatro.Me levante de mi cama como siempre, y al revisar la hora en mi teléfon
El resto del día siendo asistente de Hades marcha bien, más que bien, creo que es el mejor día de mi vida.Suele estar en su oficina, leyendo y escribiendo en su computador, mientras que yo lo miro evitando ser descubierta desde mi escritorio.No tengo una oficina aun, pero este escritorio a solo cuatro pasos de la oficina de Hades está más que perfecto para mí.Tengo una vista casi perfecta de Hades, estoy a solo pasos de él, puedo estar al tanto y debo estar al tanto de sus tareas y cosas por hacer en el día. Los días siguientes solo estuve llena de trabajo, el cambio de mando de la empresa Cronos fue bastante desgastante, no solo para Hades, si no para mí. Tantos papeles, tantas carpetas que archivar en el computador me desgastaron el cuerpo, pero no voy a negar que todo esto es solo un sacrificio por algo de muchísimo valor.Se trata de estar cerca de ti mi Hades.Cada día me levanto de mi cama entusiasmada por saber que voy
La llegada a Manhattan fue algo inesperada, pronta y triste. Quería algo más de tiempo junto a Hades, quería tener más privacidad y quizá una tonelada de valor para poder buscarle conversación. En algún momento debo tener la valentía de acercarme a Hades y platicar, ¿Cómo pienso enamorarlo si ni siquiera le pregunto sobre el clima? Soy una tonta.La limosina me dejó en mi departamento, llegué cansada y lista para dormir, mañana tengo trabajo y no puedo esperar para volver a ver a Hades. Mi padre está en el departamento, lo sé por sus zapatos en la sala y su maleta en el mueble. Debe estar durmiendo en su habitación y yo voy directo a hacer lo mismo.Me dejé caer en la cama, recordando el perfecto abdomen de mi Hades, como se veía recostado de ese asiento en frente de la piscina. Ojalá algún día tenga la perspectiva desde arriba de él. JUNIO/JUEVES 20/2024.De vuelta al trabajo como siempre, mi padre seguía durmiendo. Hoy la empresa está
La lluvia cae fuerte, así como mis lágrimas, me quito los zapatos de tacón bajo y continuo caminando por la calle descalza. Llego hasta dentro de mi auto. No puedo manejar, también puedo ir presa por manejar en estado de ebriedad o quizá muy, muy borracha como obviamente estoy.Mis pensamientos no son claros, me siento mareada. Nada parece tener estabilidad; mi casa, mi vida, mi trabajo, el amor... Nada.Salgo de mi auto nuevamente y saco mi teléfono para llamar un Uber, quizá sea la forma más responsable de manejarme. No quiero ir a casa, pero debo trabajar en unas horas, así que debo irme a dormir.El Uber llega, ¿Tan rápido? Excelente servicio. Ingreso sin hacer preguntas, siento que mi vista se nubla a tal punto de no ver casi nada. Intento con todas mis fuerzas mantenerme consiente, pero caigo desmayada al instante.JUNIO/VIERNES 21/2024.Abrí mis ojos con dificultad, siento en mi cabeza unos fuertes puntazos que me ciegan, esto es g
JUNIO/VIERNES 21/2024.Mi departamento sigue siendo un desastre, decidí vestirme de acorde a la ocasión; una falda negra ajustada, medias pantis negras y una camisa de botones blanca con un pullover negro. Los zapatos de tacón bajo como siempre, no soy buena caminando en tacones altos y mucho menos si cometeré un delito que conlleva a cargar peso.No sé por qué me siento tan emocionada con cada minuto que pasa, cada cosa que planeo y suena maravilloso en mi cabeza. Esperé que fuesen las cinco de la tarde para salir, a esa hora todos recogen sus cosas y Hades suele quedarse un poco más. Tomo las cosas que me servirán para el secuestro y voy directo a mi auto, lo enciendo y pongo en marcha mi plan. Conduzco hasta la empresa Cronos, me estaciono enfrente, son las cinco de la tarde, observo desde mi auto como salen todos los empleados, uno tras otro, todos se van marchando. Espero paciente y nerviosa, mi pierna no deja de moverse. Debo calmarme, no