Xander Cohen
Gruño al recordar los ojos brillosos de mi luna por las lágrimas pero era necesario, estuve a unos pocos segundos de marcarla y hacerla mía de tantas formas que solo de recordar provoca que me duela la polla. Respiro profundo pero su olor tampoco ayuda, solo quiero ir a su habitación y hacerla mía.
—Debiste a verla marcado, —me gruñe Bruno furioso conmigo por ser así con Camila.
—No podemos. Aún es una niña, —le recuerdo mientras me aferro a esa idea para no ir por ella.
—Ella ya no es una niña, es una mujer, —suelta.
—Porque tenga su primer sangrado y ovule no quiere decir que sea una mujer, —sentencio para cerrar el enlace de una vez por toda. Gruño al sentir su olor el cual se volvió más fuerte porque mi luna pronto estará ovulando nuevamente, cosa que provoca que mi celo también se acerque.
Tengo que tomar la poción que me hizo Sa
Camila Albora No puedo evitar sonreír cuando Xander toca mi nariz, me encanta que lo haga desde que estoy pequeña. —Anda mi luna, perdóname es mi cumpleaños, —murmura mirándome con ojitos de cachorrito regañado y con un puchero. —A veces no creo que tienes la edad que dices tener, —suelto rodando los ojos, él sonríe mostrando sus perfectos dientes blancos. Me encanta su sonrisa y lo mejor de todo es que soy a la única persona que a la que le sonríe de esa manera—Te perdono solo con una condición, —añado poniéndome seria. —¿Cuál?—Pregunta mirándome contento. —Buenos en realidad son varias, —comento y este frunce el ceño, cuando esta por hablar levanto mi mano para que no diga nada—Primero que nada quiero que me dejes jugar con Bruno, ya tengo dos meses que no juego con él porque paras todo el tiempo en tu oficina… segundo quiero que me dejes ir a acampar con Valeria, sus padres me invitaron y quiero ir, tercero y la más importa
Camila Albora —Porque puedo durar de cinco a siete años en este viaje, —me dice Xander y solo esas palabras fueron suficientes como para que mi corazón se achique. No tengo palabras para describir como me siento en estos momentos, el hombre que amo se va, me dejara por siete años. Abrazo a Xander y coloco mi rostro en su cuello mientras dejo salir mis lágrimas, sollozo con dolor. »Pequeña no llores, por favor… —pide acariciando mi espalda pero esto no me consuela para nada. —No quiero que te vayas, —susurro como puedo, respirando su aroma tan varonil que tanto me gusta—No me dejes… —susurro y siento como su cuerpo se tensa, sé que estas palabras lo llevan al pasado cuando le toco viajar y alejarse de mi por primera vez. —No mi luna… nunca te abandonaría, —dice y me hace sacar el rostro de su cuello para tomarlo entre su mano. —Escúchame… siempre estaré en contacto contigo, hablaremos por cámara, te enviaré hasta carta
Camila AlboraComo lo pensé el arrogante lanza el primer golpe, el cual esquivó con agilidad, sonrió y eso lo enoja. Mi estrategia es estudiar cada uno de sus movimientos, ya que todos en esta vida tienen una forma diferente para atacar y yo los estudio hasta encontrar su lado debilidad para poder atacar, no por nada llevo sangre de cazadora en mi cuerpo.Por un segundo de distracción de mi parte su puño impacta con mi mejilla casi me hace perder el equilibrio, escucho el gruñido de Xander y lo miro para que se calme.—Bien ya me harte, —murmuro y mis ojos arden lo que me confirman que ya están de un color más claro. De un solo movimiento impacto mi pie en su abdomen mandado lo varios centímetros hacía atrás, él lleva su mano a ese lugar y trata buscar el oxígeno que le quite al patearlo. Despacio me acerco a él e impacto mi rodilla en s
Camila Albora —Y por último la cafetería, —le digo a Felipe y Clara mientras entramos al área ya mencionada. Los miro esperando alguna pregunta pero nada, me mira la chica con aburrimiento y chico pues con su rostro neutro. «Será que los vampiros no sonríen» pienso. —Gracias por el recorrido luna, —murmura Felipe y le sonrió. —¿No eres muy joven para ser luna? —Me pregunta Clara—¿Y de que alfa eres luna?—interroga mirándome con interés de arriba hacia abajo. —Soy la luna real del rey alfa Xander Cohen, —respondo con educación y por primera vez veo una emoción diferente en el rostro de Felipe el cual tiene los ojos abierto sumamente sorprendido mientras que Clara me mira con la boca abierta. Los dos rápidamente hacen una reverencia. —Oh… perdone nuestra forma tan descortés de tratarla princesa Camila, —pide Felipe. —No hay problemas chicos… todo queda en el pasado. Entiendo que estén a la defensiva en un
Xander Cohen Un año después... Observo la foto de mi luna la cual ya cumplió sus trece años. Está muy hermosa con su vestido blanco, corto hasta las rodillas, su cabello rubio, largo y rizado en la punta y sobre su cabeza la tiara, suspiro porque extraño bastante a mi luna, pero pronto estaré con ella, ya en un año recorrí dos empresas, no fue fácil, pero lo logré por Camila. Aunque Bruno ha pagado las consecuencias, ya que en todo ese tiempo no lo he liberado para que corra libre porel bosque de la manada en la que nos estamos quedando. Miro el reloj de la mesita de noche y son las cinco de la mañana. Por una extraña razón mi cuerpo está caliente, me siento extraño como si estuviera entrando en celo, pero Bruno debe avisarme. —Bruno ¿Qué pasa?—Cuestiono, no puede ser que vaya a entrar en celo ahora. —Entramos en celo, —responde y froto mi cara con la palma de mi mano para luego
Camila Albora Cuatroaños después... —Camila ¿Estás segura de que quieres teñir tu cabello?—Cuestiona Valeria por quinta vez en el centro comercial, suspiro. —Valeria, es solo la punta, no veo nada de malo en eso. —Anuncio buscando con la mirada ese salón que vi hace varios días cuando vine por estos lados. —Xander se molestará, —me recuerda y localizó el salón para luego mirar a mi mejor amiga por varios segundos, suspiro. —Valeria, ya tengo diecisiete años y puedo tomar mis propias decisiones. Además Xander está lejos, —le recuerdo lo obvio mientras caminamos al salón de belleza. Tengo ya un año que no hablo con Xander y según me cuentan mi pobre lobito está trabajando duro para volver antes de seis o siete años a la manada, Xander tiene cinco años y medio fuera, lo extraño mucho y ahora sin poder comunicarnos me hace extrañarlo más. —Bien, —suelta cuando entramos al salón en donde somo
Xander Cohen —¿Por qué la rechazas? Es nuestra oportunidad de marcarla,—gruñe Bruno molesto porque rechace a Camila, suspiro. —No es tiempo Bruno ¿Crees qué nuestra pequeña se merece que le demos su primera vez así sin enamorarla y sin darle su primera cita?—Cuestiono lo obvio. —Odio cuando tienes la razón,— responde para cerrar el enlace. No es que yo no desee estar con mi luna porque la deseo con todas mis fuerzas, pero debo controlarme, Camila merece todo lo mejor y debo demostrarle que no la quiero solo porque es mi mate sino porque yo de verdad la quiero y que amo todo de ella. Sé que ya no es una niña y lo comprobé al ver su cuerpo tan espectacular, su cintura pequeña, sus nalgas bien ejercitadas, su hermosa piel blanca cubierta solo por esas bragas de encaje blanco, provocaron que todo en mí despierte y que mi entrepierna duela de solo verla, Camila es todo
Omnisciente Mientras Camila, Carter y Valeria entran a la fiesta, Felipe el cual se encuentra en el balcón mirando todo con aburrimiento sintió un olor dulce que provocó que su garganta ardiera y que sus ojos se vuelvan de un rojo carmín al igual hizo que sus colmillos salgan con deseo de probar la sangre de la persona que emana tal fragancia. No solo Felipe se sintió extraño, sino que el omega interno de Carter se colocó en modo defensivo porque sentía que algo estaba por suceder, no entendía que sucedía. —Kan¿Qué pasa?—Cuestiona Carter a su omega a través del enlace, no suelen mantener conversaciones durar. —No lo sé, me siento extraño, —es lo único que responde antes de cerrar el enlace y dejar a Carter con ese extraño presentimiento. Felipe con disimulo comenzó a buscar la fuente de ese maravilloso olor mientras que las demás personas lo miraban con