—Sé que no eres como Cenicienta, no necesitas ser rescatada, más bien eres como una Mulan o Mérida, no necesitan a nadie para ser una princesa, ni siquiera necesitas estás zapatillas para saber que eres la correcta. —Se incorpora y toma su mano para llevársela a su corazón—. Sé que eres la correcta porque lo siento aquí en mi corazón, te amo Holly Ryan. —Se abalanza sobre sobre.

—Entiendo como Cenicienta bailó tan bien con ellos, son súper cómodos —bromea y luego lo besa—. Yo también te amo —dijo entre sus labios.

—Ascher… —Una voz dulce y femenina suena detrás él haciéndolos separarse del beso.

—¿Si? —Se voltea para ver quién es—. ¿Tiffany? ¿Qué haces aquí? —Esto es muy inesperado.

Holly intercambia miradas con la chica; era una rubia muy hermosa, perfecta diría yo, parecía una rusa, alta, cuerpo de gimnasio y unos ojos azules, podría hacer pareja perfecta para Ascher, pero Holly no se iba a sentir menos, por algo estaban juntos.

—Disculpa la interrupción, pero ¿podemos hablar? —Pare