No se iba a rendir, ninguno de los dos tenía intenciones de hacer sentir mal al otro, por lo tanto se perdonarían, pero podría ser un arma de doble filo si no saben cómo llevar la situación.

—¿Cómo vas en tu día especial? —Se separa un poco de ella y recoge el regalo.

—Pues muy bien, todos me han tratado como una princesa, así lo creo, que pena que te perdiste el regalo que me hizo Ethan, fue muy lindo, creo que hasta te hubiese encantado. —Ascher ve de reojo el campus y está disgustado con el chico quien seguía recogiendo las rosas.

—Le agradeceré por hacerte sonreír, pero creo que mis regalos son mejores. —Se dirige a ella.

—¿Celoso? —Lo ve con diversión.

—¿De Ethan? Para nada —miente, estaba un poco celoso.

—Si, ajá como digas. —Se ríe un poco de él.

—Deja de decir pavadas y abre tu regalo —lo dice en broma y le ofrece el regalo.

—Okey celosito, sostenedme un momento esto. —Él le pone los ojos en blanco y le da el libro que le regaló Ethan, ella recibe el regalo y lo abre—. ¿Una co