—¿Es cierto que mandaste a matar a mi ex entrenador por haberse metido conmigo? —Se cruza de brazos y Ascher se sorprende.

—¿Es en serio Holly? ¿Tú tampoco confías en mí? — Se molesta y tal vez Holly se ha retractado, pero igual debía saber.

—¿Cómo que yo tampoco? No sé los demás, pero claro o que confío en ti, si me dices que esos rumores no son ciertos, pues te creeré, pero debes entender que si no me cuentas las cosas desde el principio, me confundiré, ¿por qué no me dijiste que lo visitaste? ¿tú no confías en mí? —Ascher respira hondo y luego bota su aire pesadamente.

—Sí confío en ti, solo quería protegerte Holly, quería resolver el problema antes de que te enterarás, pero todo salió mal, yo no lo maté Holly, te lo juro por nuestro amor que es lo más sagrado que tengo. —Ella lo examina con la mirada, quería creerle, pero es el único sospechoso.

—Deja de resolver mis problemas Ascher, ya basta, quiero que me cuentes toda la verdad, de alguna manera siempre me enteraré, tú podrás