—Lo sé, el fin de semana me visitaron, después de dejar a Holly en la práctica esa de levantamiento de pesas, que por cierto, hoy era el campeonato, ¿ganó? —Ascher hace una mueca y niega, en esto no podía mentirle.

—Tuvo una pequeña distracción y está en una clínica, pero ella está bien. —Aclara antes de asustarla, pero fue demasiado tarde, es mamá, así aunque digan que están bien, siempre se preocuparan.

—¡Dios mío! —Se tapa la boca con sus manos—. ¿Le cayó alguna pesa encima? —Ascher niega.

—No, por suerte no, pero tranquila, ella está bien. —No la convence.

—¿Están en una clínica? —pregunta muy angustiada—. ¿Y quién está pagando eso Ascher? —No comprendía nada, pues sabía la situación económica por la que pasaban.

—Así como estoy pagando su abogado para que salga de inmediato y pueda ver a Holly, también estoy pagando lo que sea para que Holly esté bien. —Ella ablanda su rostro y lo ve con ternura.

—Gracias, que mi Dios te pague todo esto. —Él toma la mano de Ariana con las dos ma