Antes de ir a la casa de mis abuelos compré una botellita pequeña de vino, el vino favorito de papá y las flores favoritas de mamá para dejarlas en su tumba.

Al llegar a la mansión me percaté de que Jessica y Maggi se encuentran discutiendo y la segunda está llorando.

—¡Qué pasa acá!— Intervine molesta

—Por favor dime que es mentira —Me pide Maggie

—Dime que mi papá es mi papá...

—¡Qué m****a hiciste Jessica!— Le lancé una mirada asesina

—Le dije la verdad, ella no tiene porque llorar a Rogelio porque ni siquiera es su papá. Nadie lo extraña ni lo quiso tanto como yo ni siquiera tú...

—¡Estás mal de la cabeza! ¡Esto nunca te lo perdonaré!

Ella ríe— ¡No necesito que me perdones nada, Isabel! ¡Eres una puta como tu madre y la perdición de mi papá!

No me controle y le pegue un puñetazo con todas mis fuerzas logrando que sangre su nariz luego ella intentó cachetearme, pero le detuve la mano.

—¡Ya basta!— Nos detuvimos cuando escuchamos los gritos de mi abuela quien baja las escaleras —Me