Me levanté al día siguiente algo tarde... después de pasar una noche bastante entretenida con Jake. Tenía que hacer bastantes cosas: dar la bienvenida a los doscientos lobos que estaban de visita, atender a los lobos sin manada que ya estaban esperando mi llegada, supervisar todo e implementar el sistema de impuestos, entre muchas más cosas. Con un suspiro, me preparé para afrontar un día muy largo, no sin antes dirigirme al comedor provisional de la manada para desayunar algo: tanto ejercicio nocturno daba mucha hambre.— Hola Alfa. Por favor, acompáñame. — me dijo uno de mis lobos nada más verme.Seguí al lobo (acompañada de mis guardias, Elisa y Jake) a través del comedor. Los lobos que se encontraban desayunando inclinaban la cabeza a mi paso: era exasperante.— No es necesario que os inclineis cuando me veáis. — Lo sentimos mucho, mi Reina, pero te debemos respeto. Sé que el gesto no te gusta, pero por favor, permítenos conservarlo. Al menos para mí es importante. — dijo Mike.S
Los adultos me siguieron hasta un pequeño descampado que había varios metros más adelante y me senté en el suelo, haciendo que todos los demás me imitasen.— Muy bien... ¿quién quiere empezar? — pregunté cuando el último adulto se sentó en el círculo que habían hecho.Pasaron varios minutos y nadie habló."Genial. Me toca volver a empezar." — pensé con hastío."Buena suerte." — me dijo Sahira de forma burlona. La ignoré.— Está bien, comenzaré yo. Como todos sabéis, me llamo Mar, fui criada por humanos y soy la Reina de Alfas, última Bendita y la Alfa y la Luna de la manada Luz de Luna. Estoy reconstruyendo mi manada, busco nuevos lobos que quieran ser parte de ello y que estén dispuestos a ir a la guerra contra las brujas por todo lo que han hecho a mis dos familias. Sé que muchos estáis aquí gracias a los lobos de la antigua ciudad de pícaros. Otros estaréis aquí por los rumores, por la curiosidad y por ver cuánta verdad hay acerca de lo que se dice... y estoy convencida de que en e
No sé cuánto tiempo estuve durmiendo, sólo sé que me despertaron gritos.— ¡ALFA! ¡ALFA! ¡POR FIN SE DESPIERTA! ¡NOS ESTÁN ATACANDO! — escuché la voz de la madre de Claudia, histérica, mientras algo me zarandeaba con fuerza.Ataque. Mi cabeza adormilada procesó en escasos segundos esa palabra y me desperté por completo. ¿¡Nos estaban atacando!? ¿¡Quién!?Me levanté corriendo mientras Sahira comenzaba a gruñir de rabia. Salimos de la tienda y vimos la situación: las tiendas de campaña estaban ardiendo y un pequeño grupo de mujeres desconocidas estaban luchando contra mis guardias y lobos. También noté cómo los guerreros de la ciudad se estaban movilizando para venir a la batalla pero aún les faltaba mucho por hacer.— Son brujas, Alfa: están utilizando magia de fuego y algún tipo de barrera mágica."Sólo hay un aquelarre que nos quiera aniquilar." — dijo Sahira temblando de rabia."Que nosotras sepamos."No nos dijimos nada más y salimos corriendo. Sin darnos cuenta, en el camino nos t
Un frío helado recorrió todo mi interior congelando todos y cada uno de mis sentimientos y sentidos."¿Dónde... está... Jake?" — dijo Sahira con la voz más impersonal que hubiera escuchado alguna vez."No... está." — respondí en el mismo tono.— ¿Dónde... está... Jake? — pregunté con la misma voz carente de sentimientos. Silencio. Nadie se atrevió a responder. Noté cómo la rabia y la ira comenzaban a recorrer la escarcha de mis venas.— ¿¡DÓNDE... ESTÁ... JAKE!? — Grité — ¿¡DÓNDE... ESTÁ... MI... PAREJA!? — No lo sabemos, Alfa. — finalmente se atrevió a decir Joselyn. — Una de las tres brujas que seguían conscientes lo agarró antes de que pudiéramos hacer nada y... desapareció.Solté un grito de dolor que terminó siendo el aullido mas doloroso del mundo, mientras las lágrimas caían una detrás de otra. Mis rodillas flaquearon y me caí al suelo, destrozada. Nadie se atrevió a acercarse. Incluso Lúnula estaba indeciso."¡Mi pareja! ¡Han secuestrado a mi pareja!" — gritaba Sahira en mi
Pasó una semana que se me hizo eterna. La ausencia de Jake me estaba destrozando y tan repentinamente me echaba a llorar como me invadía la furia y la rabia. Sahira sólo lloriqueaba y ni siquiera quería hablar, por lo que debía lidiar sola con el dolor y la incertidumbre. Solamente un día sentimos algo extraño en nuestro enlace con Jake por lo que sabíamos que seguía vivo. Intentamos contactar con él pero duró unos pocos minutos antes de desaparecer por completo... y hundirnos de nuevo en la oscuridad.Lúnula había traído montones de lirios y rosas, y todos estaban plantando las flores en todas partes. Habíamos rodeado toda la ciudad (con el pueblo incluido) y ahora las estábamos usando para decorar toda la ciudad: no había un sólo parque, jardín o terreno natural que no las tuviera. "Las violetas protegen de las maldiciones y maleficios. Comenzaré a traerlas." — me dijo Lúnula."¿No sirven los lirios y las rosas?""No. Jake hizo bien en protegerte: lo que le dió fue un maleficio, no
Orgullo y amor. Eso era lo que sentía cada vez que mi pareja (¡joder, sí! ¡ella era mía!) daba un zarpazo a la barrera mágica y rompiéndola. Ella sola había conseguido neutralizar un ataque sorpresa con magia. Su piel, que tenía un leve brillo rojizo, me recordaba a las flores que habíamos plantado en la tumba de sus padres."Habrá llamado al campo y, como sospechábamos, es muy útil contra la magia." — me dijo Midnight."Sí. La verdad es que ella es increíble. No recuerdo mucho de los Benditos pero viéndola así... es difícil pensar que ella es la última y que todos los demás han desaparecido." — los dos nos quedamos embelesados mirándola — "Quiero decir... ¡mírala! Ella sola puede contra todas. Es hermosa, magnífica y poderosa. ""Que Sahira no te escuche decir eso." — me respondió mi lobo.Me reí en su mente."Es un poco presumida.""¿Sólo un poco? Es bellísima y la amo con toda mi alma, pero es demasiado presumida. A veces me agota escucharla hablar de su cuerpo, de su figura, de sus
Pasaron un par de días desde que Alfred llegó a mi manada. Se adaptó rápido y aunque ya había demostrado que no le gustaba que una mujer fuese una Alfa, sí que se sorprendió de toda la gestión que estaba haciendo (y que los de la antigua aldea de pícaros hacían por mi).— Es sorprendente todo lo que has hecho en unos meses, Reina Bendita. — Que sea una mujer no significa que no pueda hacer las cosas bien, Alfred.— Algunas cosas son impensables.— ¿Cómo cuáles?— La armadura. Pensar en eso es... imposible, pero yo la he visto. Emily había conseguido finalizar la armadura: todos los lobos podían llevarla y usarla con facilidad, el problema era su excesivo tamaño y peso a la hora de hacer su trabajo.— Sí, ahora falta perfeccionarla. Los laboratorios están trabajando sin descanso para buscar la mejor aleación de metal. Sólo necesitamos encontrar una que sea liviana, fina y resistente.— Sólo siendo liviana y fina ya es una defensa increíble. — Alfred, no soy conformista y Emily aún m
El camino hacia el hospital se me hizo eterno, mientras me esforzaba en contener las lágrimas de dolor, sin éxito. Alfred no dijo nada más mientras me llevaba en brazos y no pude evitar pensar en si existiría algo para calmar el dolor de un vínculo traicionado, ya que provenía de la propia alma: estaba segura que un Paracetamol no sería de ayuda. Llegamos al hospital en reconstrucción, aunque las obras ya estaban bastante avanzadas. Me fijé que en la puerta había un despliegue de varios médicos, incluso tenían una camilla con refuerzos en los laterales. Todos parecían ansiosos.— ¿Qué... hacen... ahí... fuera? — La están esperando para tratarla, Reina Bendita.— ¿Cómo... saben...?— ¿Lo que ha pasado? Es fácil, mi Reina: toda la manada está ligada a ti, por lo que pueden percibir una pequeña parte de tus emociones, si no lo proteges adecuadamente. Todos hemos podido sentir tu dolor y los médicos no han tardado en preguntar el motivo a todos mientras comenzaban a prepararse. Fui a re