Nos quedamos quietos en el lugar cuando vimos que algo más intentaba salir por el agujero."¿Creéis que..? — comenzó a decir Jake pero nosotras ya habíamos corrido a tocar lo que estaba saliendo. Lo agarramos con fuerza y tiramos hacia nuestro lado."¡Jake! ¡Ayúdanos!"Jake vino corriendo, nos abrazó por la cintura y comenzó a tirar. Midnight se unió y tras morder la ropa de Jake se puso a tirar.Poco a poco, fue saliendo hasta que...FLASHBACKHabía mucho humo y fuego por todas partes. Se escuchaban gritos, sonidos de disparos y muchos gruñidos: parecía que a nuestras espaldas, estaba sucediendo una batalla. Noté que iba en una mochila a la espalda de alguien.— Señorita Mar, no mire hacia atrás. Debemos llegar pronto a SunLight, allí estará segura.— dijo la voz de un hombre que me sonaba vagamente familiar.— ¡Pero mi mamá está allí! — dije llorando.— Nuestra Alfa es muy fuerte, señorita Mar. Saldrá victoriosa.— ¿Y por qué me lleváis a la manada del hermano de Papá? — Porque eres
Jake saltó y se puso en posición ofensiva buscando el peligro con la mirada en cuánto me escuchó gritar. Quizás, en otro momento, hubiera encontrado gracioso que intentase defenderme totalmente desnudo... o quizás me hubiera puesto celosa de que otra mujer viese a mi pareja como la Diosa le trajo al mundo. Quién sabe."Ya vamos Alfa." — escuché decir a mis guardias y noté, de alguna manera, que habían empezado a correr hacia aquí.Jake se abalanzó sobre la chica que apenas tuvo tiempo de apartarse. Le cogió del tobillo y con un salto bastante ágil, se puso encima de ella con una mano al cuello. Se me escapó un gruñido de advertencia al ver a mi pareja elegida encima de otra mujer. Quizás la opción de los celos sería la que hubiera sucedido.— ¿Quién eres, qué haces aquí y cómo has entrado? O me respondes en los próximos diez segundos o estás muerta.— la voz de Jake se escuchó totalmente enfurecida y estaba totalmente segura de que cumpliría la amenaza. Noté que un calor comenzaba a re
Por la puerta entraron todos mis guardias con intenciones asesinas buscando al intruso. Jake y yo no pudimos evitar soltar un gruñido de advertencia por la presencia de hombres y mujeres viendo a nuestra pareja sin ropa. Ellos se pararon en seco al ver la situación.— Alfa, pareja de la Alfa, lo sentimos mucho.— dijo Esteban tapándose los ojos — No esperábamos... esta situación.— Vemos que... ya lo tenéis todo controlado.— añadió Joselyn mirando intencionadamente hacia el techo.— Dadnos unos minutos por favor.— dije mientras iba al suelo a recoger algo de nuestra ropa. Le lancé a Jake la suya y comenzamos a vestirnos rápidamente. Elisa no se movió de la cama.— Ya estamos. — dije para indicarles que ya podían mirarnos. Sus miradas fueron de alivio.— Entonces, ¿quién es esta mujer? — preguntó Esteban, mirándola fijamente.Me apresuré a contar rápidamente todo lo que sabía. Elisa no se movió y Jake la miraba con desconfianza.— ¿De verdad confías en ésta mujer, Alfa? — preguntó Josel
Me quedé paralizada unos segundos.— No... no hagáis eso, por favor... — les pedí bastante nerviosa. Nunca hubiera imaginado que aceptar a otra raza en mi manada supondría un ascenso jerárquico superior a los Alfa. — Sigo siendo la misma mujer.— Lo sabemos, mi Reina Alfa, pero acabas de hacer historia.... nunca antes alguien se había erigido como Reina de Alfas. — dijo Esteban, sorprendido.— ¿Nunca antes? Las leyendas de la loba de los mil nombres hablan de que ella se erigió como Reina de Alfas y además Elisa dijo que en el infierno, otras razas tenían como súbditos y parte de ellos a razas que consideran inferiores...— Sí, pero ninguno de ellos tiene sangre divina en sus venas... — dijo Elisa — Si soy totalmente sincera, nunca hubiera imaginado que nuestra unión crease un nuevo rango en todas las jerarquías. Pensé que seguirías siendo una Alfa y yo sería degradada a Beta o Delta.— Y con respecto a lo de la heroína de las leyendas... creo que fue una forma de honrarla que tuvo la
— ¿¡Pero qué está pasando aquí!? — preguntó un muy sorprendido Alfred, al ver la situación: algo normal al ver a mis cuatro guardias con la rodilla hincada, a Lúnula con la cabeza agachada, a una nueva chica delante mío y a Jake a mi lado. Menos mal que la habitación era grande.— Cosas de mi manada, Alfred. ¿Qué te trae a ti por aquí? — pregunté con curiosidad.— ¡Ah, eso! Era para informarte que se ha creado un nuevo rango, el de Reina, y ver si estabas a salvo y protegida y... — de repente Alfred paró su discurso para observarme mas atentamente — ¡No me jodas! ¿De verdad que la Reina de Alfas eres tú?— Eso parece, sí. — ¿Parece? ¿No era lo que buscabas?— No, me cogió totalmente por sorpresa. — Durante el ascenso incluso le apareció una preciosa corona de luz que después desapareció. — dijo Joselyn — Fue precioso.Alfred movió la cabeza hacia los lados, sorprendido.— Bueno, no sé por qué me sorprendo contigo. Primero eras una humana con una loba muy débil, después dos años más t
Pasamos algunos días más en la manada de Alfred. Mucho más rápido de lo que hubiera creído posible, toda la manada ya se había enterado de mi ascenso y del acuerdo real firmado con Alfred, por lo que ahora teníamos a media manada queriendo visitar Luz de Luna. Ésto me estaba causando algunos choques con Alfred, ya que no habíamos puesto límite y... bueno, era la mitad de su manada: era normal que estuviera molesto.— Mar, por favor, recapacita y modifiquemos nuestro trato. No puedes dejarme sin la mitad de mi manada, la necesito. — se quejó Alfred por centésima vez.— Alfred, yo tampoco me esperaba que doscientos lobos quisieran venirse conmigo. ¡Estamos reconstruyendo la ciudad! ¿Sabes el problema que estoy teniendo para encontrar alojamiento para doscientos lobos adicionales? Y eso sin contar con los que están a las afueras de mi territorio, de los que seguramente bastantes se unirán a mi.— ¡Por eso mismo, Mar! Déjame enviarte sólo cincuenta, y cuando regresen te envío otros cincue
Me levanté al día siguiente algo tarde... después de pasar una noche bastante entretenida con Jake. Tenía que hacer bastantes cosas: dar la bienvenida a los doscientos lobos que estaban de visita, atender a los lobos sin manada que ya estaban esperando mi llegada, supervisar todo e implementar el sistema de impuestos, entre muchas más cosas. Con un suspiro, me preparé para afrontar un día muy largo, no sin antes dirigirme al comedor provisional de la manada para desayunar algo: tanto ejercicio nocturno daba mucha hambre.— Hola Alfa. Por favor, acompáñame. — me dijo uno de mis lobos nada más verme.Seguí al lobo (acompañada de mis guardias, Elisa y Jake) a través del comedor. Los lobos que se encontraban desayunando inclinaban la cabeza a mi paso: era exasperante.— No es necesario que os inclineis cuando me veáis. — Lo sentimos mucho, mi Reina, pero te debemos respeto. Sé que el gesto no te gusta, pero por favor, permítenos conservarlo. Al menos para mí es importante. — dijo Mike.S
Los adultos me siguieron hasta un pequeño descampado que había varios metros más adelante y me senté en el suelo, haciendo que todos los demás me imitasen.— Muy bien... ¿quién quiere empezar? — pregunté cuando el último adulto se sentó en el círculo que habían hecho.Pasaron varios minutos y nadie habló."Genial. Me toca volver a empezar." — pensé con hastío."Buena suerte." — me dijo Sahira de forma burlona. La ignoré.— Está bien, comenzaré yo. Como todos sabéis, me llamo Mar, fui criada por humanos y soy la Reina de Alfas, última Bendita y la Alfa y la Luna de la manada Luz de Luna. Estoy reconstruyendo mi manada, busco nuevos lobos que quieran ser parte de ello y que estén dispuestos a ir a la guerra contra las brujas por todo lo que han hecho a mis dos familias. Sé que muchos estáis aquí gracias a los lobos de la antigua ciudad de pícaros. Otros estaréis aquí por los rumores, por la curiosidad y por ver cuánta verdad hay acerca de lo que se dice... y estoy convencida de que en e