"Qué... qué está pasando, Sahira?""Yo... no lo sé. Ésta luz me está destrozando.""Entonces retrocede. Podría ser una trampa.""No puedo retroceder. Estoy inmovilizada.""Pero... eso... ¡No es posible!""Posible o no, está pasando. Creo que hemos caído en una trampa. Prepárate para cambiar y luchar en cualquier momento. Y ten los sentidos activos. No podemos fiarnos."Hice lo que me pidió pero la luz desapareció tan repentinamente como había aparecido."Ya puedo moverme.""Eso es estupendo. ¿Seguimos adelante?""Sí."Íbamos a avanzar, cuando notamos una sensación extraña en nuestra mente. Nos asustamos mucho, pero antes de poder hacer o decir nada, escuchamos una voz ronca y totalmente desconocida en nuestra mente."¿Alfa? Alfa, ¿es usted? ¿so... sobrevivió?""¿Alfa? ¿Qué? ¿Quién eres tú? y... ¿cómo has conseguido entrar en mi cabeza?" — pregunté asustada."¿Cómo has
"No lo sé" — me respondió Sahira. — "Improvisa.""Muchas gracias" — le dije con ironía. "Hola a todos. Os seré sincera: por desgracia, he pasado mucho tiempo en el mundo humano. Sí, sobreviví allí. Sí, he regresado. Pero sobrevivir ha hecho que todos mis recuerdos se perdieran así que lamentablemente... no puedo ayudaros. No sé qué debo hacer ni quien soy. Hasta hace poco tiempo creía que era una humana que estaba loca y que los hombres lobo pertenecían a un mundo de fantasía. Todo eso cambió a los 18 años. Desde entonces, mi loba me ha estado explicando muchas cosas. Ha sido ella quién me ha traído hasta aquí. He venido buscando respuestas sobre mi pasado y sobre mi misma. Lo siento mucho pero no puedo guiaros. Soy una decepción, no soy lo que esperabais." — me sentí muy triste al decir eso pero era como me sentía. Ellos habían aguantado tanto por mí..."No importa." — escuché decir a Jake con determinación — "¡No me importa! Tú eres nuestra legítima Alfa. Si has olvidado todo, ¡NO M
Cerré la puerta y miré la habitación: tenía una cama vieja que parecía tener poco uso, además de una mesilla con una lámpara sobre ella. En el techo había una única bombilla y el armario tenía claras señales de uso. Todo el mobiliario era de madera. El conjunto tenía un estilo antiguo pero clásico, similar al que hay en las casas de los abuelos."Creo que podemos relajarnos un poco. Tengo los músculos en tensión.""No creo que tengan una bañera, Sahira. Tendremos que conformarnos con una ducha caliente en el mejor de los casos.""Odio las duchas frías. No deberían existir.""Estoy de acuerdo."— Jake, he ido a tu habitación y te he cogido algo de ropa. Si nuestra Alfa va a cambiar, todos deberíamos ser humanos. — escuché decir a Mike a través de la puerta. — Muchas gracias, Mike. No quiero dejar sola a nuestra Alfa. Las voces de ambos eran más graves de lo que sonaban en mi mente, lo que me sorprendió. — Lo sé."Deja de escuchar y vamos a la ducha" — gruñó Sahira en mi mente."Sient
Seguí a Jake en silencio hasta el comedor. No quería hablar con él después de lo que había pasado ya que no me fiaba de mí misma: tenía que encontrar una forma de evitar o contrarrestar el impulso de las Lunas.El comedor no estaba en sus mejores momentos: las mesas tenían múltiples arañazos y roces provocados por el desgaste. A las sillas les habían arrancado la zona mullida y habían puesto pequeñas tablas para tapar los agujeros. Los vasos eran de publicidad y de plástico. Los platos de cristal estaban rallados y los adornos descoloridos del uso, lo único que estaba en buenas condiciones eran los cubiertos de acero inoxidable. Debajo de la mesa había una alfombra desgastada pero limpia y los demás muebles tenían marcas de múltiples usos."Cuando podamos tenemos que enviar dinero para que compren utilería y muebles. No pueden estar así." — le dije a Sahira."Estoy de acuerdo. Y ropa. La que utilizan está bastante desgastada y remendada. No entiendo cómo sobreviven en invierno."Sinti
Los tres días pasaron muy rápido: había dejado la mochila de mi madre a Emily para que pudiera analizarla y crear una armadura para lobos, me había despedido de los cuatro niños, cogí la mochila con las joyas para vender (además de meter una toalla y alguna cosa adicional para el viaje), guardé el número bancario de la manada y me marche encima de Jake: lancé una última mirada a mi manada (era extraño pensar en ellos de esa manera) antes de agarrarme al cuerpo del lobo que me llevaría a mi pueblo."Ya casi hemos llegado, Alfa. Quedan aproximadamente dos horas.""Muchas gracias, Jake. Tengo ganas de ver a mis padres.""Deberíamos hacer una pausa, asearnos y después continuar el camino como humanos: no están acostumbrados a ver lobos.""A mis padres no les importará: vieron y aceptaron a mi loba. Aparecer con otro lobo atípico sólo les dirá que he encontrado a los míos.""Tus padres quizá pero no los demás humanos. Es un secreto que existimos. Es mejor así.""No es tan secreto cuando ap
El pueblo estaba destruido en el sentido más literal de la palabra: los edificios estaban derruidos y había un olor extraño en el ambiente, una mezcla extraña que no quería pensar que era. El silencio en el pueblo era total a excepción de alguna piedra que se caía de algún edificio y resonaba con eco por todo el pueblo."Ésto... ésto no estaba así cuando me fui."— miré a Jake en una especie de estado de shock."Lo sé. Es muy parecido a como estaba nuestra manada después del ataque. Tengamos cuidado.""Sí." — dije comenzando a caminar. Unos segundos después me giré hacia Jake y le agarré de la camiseta — "¡MIS PADRES, JAKE! ¡NECESITO SABER CÓMO ESTÁN MIS PADRES!" — entré en pánico: ¿y si les había pasado algo? No sabía qué haría si mis padres... no, no quería pensar en eso."Lo sé, Alfa. Vayamos con cuidado. Sabes dónde viven, ¿verdad? Tomemos ese camino.""Crees que... estarán bien?" "Yo... no sé qué decirte Alfa.""Dime la verdad.""La verdad... no lo sé Alfa. No se cómo estarán per
— Cuídate mucho, mi pequeña... — dije mirando el lugar por el que mi hija acababa de desaparecer y con dos enormes surcos de lágrimas recorriendo mis mejillas.— Ten mucho cuidado.... — escuché murmurar a mi marido. Escuchamos un aullido que nuestra alma nos dijo que era de nuestra hija.No se el tiempo que pasamos mirando el lugar por el que se había ido. Siempre supimos que nuestra hija saldría a buscar respuestas en algún momento de su vida aunque siempre esperamos que aquello no sucediera nunca.— Vámonos cariño... tenemos que volver. — me dijo mi marido con los ojos rojos de tanto llorar.Lentamente regresamos a nuestra casa con un gran pesar en nuestro corazón. Tan sólo esperaba que si lograba encontrarse con los suyos la tratasen bien.Los siguientes cuatro días fueron difíciles: tenía la necesidad de abrazar, besar y mimar a mis dos hijas, eso sin contar que el pueblo se había dado cuenta de que Mar no estaba por lo que no paraban de hacer preguntas.— Ya te lo he dicho muchas
— ¡RRROOOSSSEEEE! — grité de rabia en dirección al techo cuando el vídeo terminó. Jake temblaba a mi lado.— Ésa... ésa mal nacida... la vi, ¡la vi! ¡LA VI EN EL ATAQUE DE LA MANADA! — rugió Jake.Miré con sorpresa (y furia) a Jake.— ¿La conoces? — Sí. Esa bruja... esa maldita bruja... engañó a tus padres. Les hizo creer que eran aliados y que sólo querían hacer tratos comerciales. ¡ELLA ESTUVO EN EL ATAQUE! ¡ELLA MATÓ A TU MADRE! — Jake golpeó con violencia el puño contra el suelo.Furia, ira, rabia, dolor. Todo eso era lo que sentía y aumentaba por momentos. Rose... esa maldita arpía había matado a mi familia dos veces y me había hecho la vida imposible. Esa maldita comemierda y su grupito de cabezas huecas iba a pagarlo muy caro.— ¿Sabes dónde están, dónde se esconden? — pregunté a Jake.— No. Pero necesitamos hacernos fuertes y conseguir un ejército antes de buscarlas. Esas brujas son fuertes.— ¿Y de dónde consigo yo un ejército?— No lo sé. Quizás si visitas otras manadas al