Al ver a aquellos seres maliciosos en esencia arrodillaos frente a mi en acto de sumisión y lealtad hace que mi cuerpo tiemble levemente de miedo, no sé que ha pasado el tiempo que estuve inconsciente y temo por los cambios que pueden surgir de ahora en adelante.

Un demonio con rasgos musculosos alza sutilmente su mirada y me ve con una pequeña sonrisa, de esas que llevan secretos circundantes en su interior. Algo va mal, estos seres son ególatras por defecto, es imposible que se dejen m****r por un solo ser que, por si fuera poco, ni siquiera es puro en su especie.

Noto en mi miradas pesadas y girando a la izquierda veo los rostros de Nix, Lee y Alaya quienes, me ven con curiosidad, esperando mi reacción pero, deberían saber que estoy en blanco pues, de por sí me costo mucho aceptar esta nueva vida y, lógicamente, no estoy muy abierta a los  cambios.

--- Bien, muy bonita la escena y todo pero nosotros queremos arreglar ciertos asuntos.  --- Dice una hada viéndome con resentimiento. 

--- Megara, no es momento para desaparecer. --- gruño molesta en mi interior.

--- Bien, resolvamos una cosa a la vez. --- dice ella nerviosa y decido no presionarla mucho.

--- Bien, amm... Levántense, no sé que esta pasando pero lo averiguaré después de que hable con las hadas. --- dije a los demonios quienes, sin perder ese toque de misterioso, se levantan del suelo.

--- Entren. --- Les digo entrando a la casa con rumbo a la sala. Allí, soltando un suspiro, me giro a ver a la pocas hadas sobrevivientes de aquel día que mi descontrol causo grandes daños. --- Si están esperando que les pida perdón no lo haré. --- mis palabras hicieron que todos se tensaran y me vieran con rabia. --- Entiendo que me odien pero, fue la soberbia de su líder quien la llevo a su final, la mujer que ella me negaba ver era una de las cómplices y de todos mis males en estas tierras, por eso no me arrepiento. Ustedes deben entender que cada acción desencadena una serie de situaciones que quizás no puedan controlar, ese día, al desafiarme de aquella manera, a pesar de que yo había sido amable, desencadeno que perdiera el control.

--- Bueno, ahora estamos al borde de la extinción y sin líder es mas seguro que desapareceremos gracias a usted. --- Habla una de ellas dando un paso adelante. --- Deberíamos matarla ahora que esta débil.

Sus palabras hacen que una sonrisa  nazca maldadosa nazca en mi. Sí, me faltan energías pero, aun así, he estado peor y he conseguido salir viva de batallas bestiales.

--- Tienen razón, deberían intentarlo. --- digo cada palabra mientras dejo que mis ojos ardan por el cambio de color. --- Seguro me mataran sin mucho esfuerzo.

Al sentir mi poder todos bajan la cabeza y un leve temblor los atraviesa.

--- Entiendo que me odie y no las voy a obligar a convivir conmigo así que les doy dos opciones. Primera, se integran con las brujas siendo lideradas por Lee o, se unen a alguna manada que les de protección, ustedes deciden. --- Al terminar ellas alzan su cabeza con la misma ira pero, ahora, se ven más tranquilas. 

--- Creo que ellas pensaban que las íbamos a retener aquí. --- dice Megara más calmada.

--- Eso sería una pesadilla, intentarían matarme cada rato. --- Contesto divertida al imaginarme siendo atacada sutilmente por estos seres vengativos.

--- Hablaremos con la bruja y no espere que le agradezcamos. --- Me contesta otra y salen de mi sala con prisa.

Con determinación camino de vuelta a la salida con el mismo dolor pero, siendo consciente, que ya me estoy acostumbrando a el.

--- Demonios, ustedes son muchos y no hay suficiente espacio en la sala así que vayamos al bosque. --- dije caminando al bosque sintiendo que me siguen algunos caminando y otros volando. Un ligero trote me hace ver hacia atrás y veo como Aron con su rostro lleno de desconfianza trota hacia mi.

--- Eres una inconsciente, enana. --- Me dice viéndome con reproche, en sus ojos veo cansancio y también alivio. --- Siempre poniéndote en peligro. No te das cuenta que deberías estar en la cama recuperándote.

--- Bueno, alguien debe darle emoción a la situación. ---le digo ganándome una mala mira de su parte. --- Estoy bien, deja el drama. Olvidas que soy capaz de adaptarme a cualquier dolor y que me recupero mucho más rápido que el promedio.

El solo me mira una vez más antes de que yo me detenga parando el caminar de todos.

--- Bien, ¿por qué dicen soy su reina? --- Hablo con firmeza intentando mantenerme neutra.

El mismo demonio quien me vio con aquella sonrisa toma la palabra viéndome directamente a los ojos.

--- Mi nombre es Shorem, y yo le voy a explicar. --- dice empezando a caminar hacia mi. --- Nosotros también eramos de la dimensión mundana pero, pasaron ciertas cosas y nos desterraron acá; cuando llegamos vimos que los lobos y demás especies no eran dignos de nuestras habilidades así que decidimos no meternos en sus asuntos a menos que las cosas se pusieran divertidas. --- Al decir lo ultimo muestra sus negruzcos colmillos al sonreír. --- Pero, al ver y sentir su poder nos dimos cuenta que usted es la líder que siempre hemos querido. Ese poder que guarda e su interior es fenomenal, además, el tono de color de sus alas habla de su grandeza. Un ala gris significa que es de esencia fuerte y pura, hacia siglos que no veíamos esa tonalidad. --- el demonio se planta a escasos centímetros de mi rostro. --- Así que nosotros la proclamamos nuestras reina por lo tanto, de ahora en adelante, estaremos con usted quiera o no.

--- No me puedo hacer cargo de ustedes, ya tengo una manada que dirigir y, por lo que ví, ustedes no se llevan bien con mi gente. --- a pesar que sentía su gracia aumentar, su actitud no era amenazadora.

--- Créame, ahora no quiere pero pronto se acostumbrará pues, como le dije, no es una opción. La decisión ya fue tomada y no hay vuelta de hoja --- el se separa y camina hacia los demás demonios y endemonias. --- Tenemos que ir a nuestras tierras pero, mañana volveremos.

Todos extienden su alas negras y salen volando con potencia generando fuertes corrientes de viento.

--- ¿Qué vas a hacer con ellos? --- me pregunta Aron viendo el cielo 

--- No sé, no estoy segura de sus intenciones así que me voy a ir con cuidado. No se me da confiar en los demonios.-- Vamos, tengo que hablar con Lee y Nix.

Al volver al caserío veo a Nix y a Lee hablando así que me voy acercando nuevamente cuando, una horda de vampiros me impiden el paso y se arrodillan.

--- ¿Pero qué les pasa? --- grue¿ñe Megara cansada de la situación.

--- Alfa, hemos perdido nuestro rey y queremos que us... --- antes que me salgan con las misma pendejada hablo.

--- Ese problema no es mio. --- les digo llamando su atención. --- ¡Nix, ven aquí! --- Ella, confundida camina intercalando su mirada entre los vampiros y yo --- Ellos perdieron su rey a manos tuyas y ahora buscan líder y pues, como sabrás, ya tengo suficiente con los demonios así que son todos tuyos. --- Al finalizar la veo como abre la boca sorprendida mientras yo no cambio mi expresión. Ella fue quien mato al líder de ellos, le corresponde dirigir su camino.

--- Yo no puedo, ellos me odian. --- dice Nix

--- No la odiamos, solo seguíamos ordenes de nuestro Rey. --- dice un vampiro. --- necesitamos de un líder y ustedes son las únicas que podrían aceptarnos.

--- Esta mana es de diferentes especies pero no estoy segura que nuestra gente quiera vivir con aquellos que intentaron matarlos--- habla Nix retomando su compostura neutral.

--- Podríamos vivir cerca acá para que no tengan problemas, por favor. --- dicen otro vampiro.

--- Vayan a sus casas y mañana les daré mi sedición. --- dice ella haciendo que todos la vieran con esperanza. Rápidamente, se levantan y se van sin protestar las palabras de Nix.

--- Esto es una locura. --- murmura ella.

--- Lo se, sea cual se la decisión que tomes yo te apoyaré. --- Le digo 

Ella asiente y caminamos con Aron  en busca de Lee, al llegar a ella nos recibe con su ahora si, natural sonrisa.

--- ¿Ya se la mostraste? --- pregunta Lee a Nix.

--- No, primero debería hablar con la manada, todos han estado preocupados. --- le contesta Nix con un gesto casado.

--- Hay que hacerla dormir. --- y yo concuerdo con Megara

--- Con la manada hablare en la noche, muéstrame lo que tengo que ver y me iré a descansar. --- digo consiente que la pesadez hace bruma en mis ojos.

--- Vamos --- indica Lee caminando hacia la casa de torturas. ---- Mira, esa es la espada con la que la mujer hacia esa extraña magia. Ya la examine pero su energía es extraña y demasiado fuerte para mi, ademas, nadie la ha podido tocar pues parce quemar. Para traerla aquí use un hechizo de levitación.

En una mesa descansa frente a mi la espada totalmente negra de aquel espectro que casi me mata, de ella desprende un aura que emana un poder que no logro identificar pues, no es dominante pero tampoco es suave. Con curiosidad me acerco y logro ver un grabado en letras que se reconocer pero, en un idioma que no domino.

vita sumus, nos sunt vires, potentiam sumus

--- Esas letras son de la Tierra, si no estoy mal es Latín pero, yo solo tuve unas clases en el convento para aprender a identificar ciertas palabras en ese idioma. --- comento sin perder de vista las letras. Con lentitud levanto mi mano y la acerco con determinación, al momento de tocarla siento un gran ardor pero, no retiro mi mano, entonces un leve brochazo pasa ante mi mente.

--- Volveré hermana. --- escuche la misma voz de la mujer pero, frente a mi solo habían unos ojos verdosos que me veían con pena.

Me retiro rápido de la espada y veo a los que venían conmigo.

--- Hay más como esa cosa y pueden que vengan por nosotros. --- digo nerviosa.

--- No seas dramática enana, No hay forma de que venga pues la loca esa destruyo el collar a si que no hay forma de hacer portales. --- dice Aron con una sonrisa.

--- Aron tiene razón, no te angusties por nada. --- dice Lee restandole importancia. --- Vamos, tienes que descansar.

--- Esto me da un mal presentimiento Cali. --- Me dice asustada Megara.

--- A mi también, si nos costo casi la muerte para acabar a una de ellas no se lo que harías con todo un ejercito.