Cuando Regina se levantó de su cama, se dio cuenta de que iba a iniciar de nuevo una rutina en su trabajo.

A veces le gustaba fingir que toda su vida debería tomar un rumbo diferente porque en el fondo de su corazón necesitaba algo realmente diferente para cambiar las cosas.

Harta de la monotonía de todos los días a la semana, jamás le iba a tener miedo a los cambios que deseaba desde hace mucho tiempo.

Se vistió con su uniforme junto con una coleta amarrada en su cabello negro para irse a su trabajo mientras su hermana pequeña aún estaba durmiendo en su cama.

Tenía mucho trabajando como mesera porque la verdad no había podido terminar sus estudios debido al poco nivel económico de su familia, por eso ella estaba reuniendo dinero para que su hermana Gaby pudiera ingresar a una prestigiosa Universidad aquí en el estado de Miami.

Por eso Regina agarro su bolso pequeño para irme a su destino, sin pensar dos veces que todo podría cambiar en un cualquier instante por culpa de nuestras acciones.

A las pocas calles se fue caminando mientras llegaba al restaurante donde trabaja desde esta hora hasta el resto de la noche.

En algún punto de la vida de Regina quería cambiar de trabajo, pero el ingreso de las propinas realmente la ayudaba con sus compras cada semana para satisfacer las necesidades de su hogar, a diferencia de su papá, que utilizaba su dinero para sus tratamientos de cáncer terminal en su hígado.

Antes de entrar por la puerta respiro un poco para luego entrar como lo hacía a diario, le ofreció un saludo a su jefa porque su relación era demasiado estrecha como un par de amigas que tenían mucho en conocerte.

—Sabías que podías llegar temprano ¿Alguna novedad que decir? —fingió decirle Karen para ver en ese momento la reacción de Regina mientras le daba una pequeña sonrisa sin responder a su tonta pregunta.

En cambio, lo único que hizo ella fue empezar su turno de trabajo, sin intentar imitar a las otras personas a su alrededor porque era desde muy joven, Regina le ha gustado imitar, incluso ha tenido que aprender idiomas diferentes al español para hacer más su actuación, entre ellos están el inglés y portugués.

Si al principio fue difícil, pero la gran diferencia de ella a otros imitadores siempre va a hacer el modo de vista porque Regina observa a detalle todo lo que puede fingir de su víctima.

En algún momento de la tarde, vino Eugenio, quién era su mejor amigo, además de que lo veía como su hermano, a diferencia de él, quién se le había declarado muchas veces en estos últimos años, pero Regina le rechazo por sus propias razones egoístas.

Mientras que Karen lo amaba desde el primer momento que lo vio porque le parecía un hombre en todo el concepto de la palabra.

—¿Cómo están las chicas más trabajadoras de todo Florida?—les dijo sarcásticamente, pero a Regina en ningún momento le dio risa.

—Deberías ser menos amargada, vas a espantar a los clientes ¡Estamos bien, al menos han venido muchos clientes!—respondió con una sonrisa tonta, algo que Eugenio generaba desde el interior de ella.

Regina se fue a cumplir su turno porque no hacía ser falta un ciego para ver toda la química que tenía Karen con Eugenio, pero al final no valía la pena porque ella sabía que en el fondo era un amor no correspondido.

Poco después, cuando le tocaba salir de su trabajo, fue directo camino a su casa porque la verdad había sido desde siempre porque en la mente de Regina la única compañía que necesitaba era su familia.

Apenas llegó a su casa fue a abrazar a su padre porque eran los mejores amigos en este mundo.

Su papá tenía muchos deseos dentro de su corazón, pero en realidad ahora lo único que quería eran que sus hijas estuvieran bien cuidándose una a la otra para que no sufrieran tanto en este mundo cruel que cada vez se destruía más por culpa de otros seres humanos.

En el otro lado de la ciudad, por estas horas un millonario regresaba en su carro último modelo sacado este año en medio de las carreteras, mientras su pequeña hija admiraba todo el paisaje, incluyendo las hermosas playas que siempre ha ofrecido la ciudad de Miami en cualquier época del año.

—¡Todo es demasiado bonito!—expreso en ese momento la pequeña Paola a medida que llegaban a su destino.

Michael Allen era el hijo de mayor de Olivia Allen, una de las empresarias de este siglo, mejor conocida en el mundo de los negocios por cerrar buenas ofertas, además de que cada mes cerraba con números altos, algo demasiado prospero para cualquier miembro de su familia.

Desde el punto de vista de Olivia, este hombre siempre era su hijo favorito, un lugar que ni siquiera sus dos hijas Fernanda y Julia ocupaban en el corazón de esta mujer porque nunca les presto la atención que necesitaban, sin embargo, nadie podía cuestionar a la señora de la casa para no acabar como su tía Ruth quien supuestamente estaba muerta porque jamás encontraron su cuerpo.

Cuando Michael estaciono su carro frente a la mansión lujosa de dos pisos que contaba con su pequeña villa, además de la gran piscina que estaba en el jardín para relajar a sus invitados en las fiestas familiares porque contaba con un salón diferente para todos los eventos que hacían para los empleados de la empresa.

Con mucha prisa, Olivia salió de la puerta de la casa para recibir a su amado hijo que apenas estaba pisando el suelo.

—Por fin mi hijo pródigo regresa a su casa ¡No sabes todo el tiempo que te extrañe! Desde la muerte de mis padres todo ha sido diferente, tú vas a hacer la única persona que no quiero perder nunca—expresa Olivia de manera dramática porque tenía muchos meses sin ver a Michael.

—Si exageras nada más fue un corto tiempo, mamá—le respondió él mientras su pequeña hija corría su encuentro para abrazar a su abuela.

Michael le quería preguntar tantas cosas referentes a la empresa porque en el fondo sabía que algo malo estaba pasando, sin embargo, cuando Olivia los dejo entrar, por un momento se le olvidó hablar de negocios porque quería saludar a sus dos pequeñas hermanas.

Fernanda apenas tenía 22 años, pero era bastante inteligente y querida por toda su familia, por eso lo primero que hizo fue cuando vio a su hermano mayor era contarle todo lo que había aprendido en su ausencia, aparte que pudo conseguir un puesto importante dentro de su gran empresa familiar.

El sector naviero es una actividad privada de servicios, de naturaleza muy competitiva. El sector se divide en varias categorías: servicios regulares, servicios sin trayecto fijo, servicios industriales y petroleros. Todos estos servicios se valen de rutas comerciales establecidas. Por lo que la correcta coordinación de todas las actividades, desde que se inicia una operación hasta que se termina, constituye una labor fundamental Las agencias navieras, como empresas, son aquellas que tienen como papel representar a los armadores en algún puerto determinado.

Lo que indica que su función es representar a su cliente.

—¡Vaya, vaya! Llegó el verdadero hombre de la familia ¿Cuándo te vas a volver a ir?—dijo ella mientras lo único que hizo Michael fue reírse porque su hermana no había cambiado nada ni mucho menos madurado un poco.

—Extrañaba mucho tu sarcasmo de verdad ¿Sabes algo de Julia?

—A lo mejor se está ocupada con algún chico ¡Así que me imagino que ahora tienes novia!—le respondió mientras que Olivia regresaba con una mala cara por estar buscando algo de licor para beber en este momento.

—Si tu hermano estuviera pensando en eso, créeme niña, hace tiempo hubiéramos conocido su novia, ¿No es cierto eso, hijo?—se lanzó esa interrogante al aire, pero Michael no tenía miedo de contestar en ese momento.

—Créeme si llega a ocurrir ustedes serían los primeros en enterarse—luego hizo una ligera pausa en sus palabras—No tengo por qué ocultar nada, ahora lo más importante son los negocios de la familia ¿Madre, todo ha estado bien en la empresa?

En ese momento, Olivia volvió a beber otro vaso de licor para darle una respuesta tensa en presencia de sus hijos porque su nieta se había ido directo a su habitación.

—Todo ha estado bien, nada más estamos teniendo problemas con algunos inversionistas porque ahora la tecnología junto con las redes sociales es todo lo que las personas quieren usar en este momento.

Digamos que esa respuesta de su mamá tranquilizo a Michael.

En cambio, él pensaba que tenía que volver al día siguiente a volver a trabajar en su oficina para poner el orden que faltaba porque Olivia era conocida por gastar grandes cantidades de dinero en sus amantes.

Por eso debía evitar a la madre de su hija porque hace dos años se habían divorciado por culpa de sus vidas profesionales. Gracias a la ayuda de Olivia, Michael se quedó con la custodia completa de su hija amada Paola.