Luego de dos días, Nina jamás tuvo el valor para decirle la verdad a su novio de lo que estaba sucediendo, sin embargo, ella había tomado la decisión de aclarar sus cuentas con Pablo antes de casarse.

—¡Sigues siendo la novia más hermosa del mundo!—exclamo llena de alegría, su mejor amiga Cora, quien era la primera interesada de que Nina se casara con Pablo.

Una oportunidad perfecta para acompañar a Saúl en su dolor y así enamorarlo para meterlo en sus redes de mentira.

En cambio, Nina tenía en cuenta que faltaban pocas horas para ir a la iglesia, pagando la deuda de su papá.

—Igual ambas sabemos que esto es un negocio que quería Pablo desde el principio porque dudo que me ame como a una mujer cuando tiene muchas amantes—respondió ella, quizás de manera sarcástica, pero tampoco se sentía bien.

A Cora le convenía mucho este matrimonio porque era la oportunidad perfecta para conquistar a Saúl, quien esta vez no lo iba a perder por nada del mundo.

Mientras Nina se estaba acomodando