Saúl se levantó tarde de su cama, sabiendo que pronto se tenía que encontrar con sus padres y hermano en un restaurante, una sorpresa que su mamá le tenía porque delante de sus ojos todo debía salir perfecto.

Sin embargo, este muchacho apenas miro el reloj de su muñeca, se dio cuenta de que era demasiado tarde.

—¡Ah Dios mío! Ahora que voy a hacer—se dijo a mismo.

Entonces, luego de eso, se puso su camisa junto a su pantalón para salir de la mansión, donde supo enseguida que debía tomar el transporte público para intentar llegar rápido.

Ni siquiera saber la cara que ponía Regina cuando estaba molesta por culpa de esto, porque sabía que en el fondo nada de lo que hacía impresionada a esa mujer.

Este chico sabía desde el momento que nació, entendió que cada parte de su vida estaba programada con las decisiones de su madre, algo que intentaba ocultar por un tiempo sin darse cuenta de que sus dos hermanos mayores estaban enterados de su próxima posición en la empresa.

Cuando estaba