Estiven llegó al bar en compañía de sus amigos, al ingresar recordó la última vez que se vio con Angelica donde estaba tomando y obligandolo a hacer lo mismo. Suspiro, entrando cogido de la mano con Anastasia a quien le palpitó el corazón con intensidad al ver su iniciativa, entró con orgullo recibiendo una cerveza propia de allí dándose cuenta lo rico que era, pensando en su ex pareja con quien había soñado viajar por todo el mundo juntos pero ahora lo hacía en compañía de alguien más en honor a él y a su ángel en el cielo. En ese momento, vieron entrar a Luna con un par de amigas para tomar, siendo extraño porque debería de estar con su hijo. ― ¿Qué haces aquí? Creo que todavía es muy pequeño para que lo dejes solo ― Dijo Estiven llamando su atención, quien abrió los ojos ―, No seas una madre irresponsable, me decepcionas ― Prosiguió rodando los ojos mientras negaba con la cabeza. ― Volviste… No pensé que iba a volver a verte de nuevo ― Susurro abrazándolo con intensidad ―, No soy
Terminó la fiesta, decidieron irse para el departamento donde se encontraban felices por estar compartiendo juntos, habían bajado los nervios de devolverse porque hasta el momento fueron aceptados por las personas más allegados a ellos. Anastasia, se quitó la ropa dejando su ropa interior a la vista mientras caminaba por el pasillo, donde Estiven volteo a verla con locura acercándose para abrazarla de la cintura por la espalda, dejando suaves besos en su espalda amando la sensación que ella le produce, aunque ninguna se compara a la de Angelica.― Quiero ser tuya, una nueva experiencia aquí ― Susurro apretando más las manos de su amado, para sentirlo ―, Hazme la mujer más feliz del mundo ― Sentenció, volteando a verlo para colocar sus manos sobre su cuello iniciando a darle un suave beso en los labios.Estiven siguió su intensidad, donde la apretó por la cintura mientras subía las piernas de ella a su cadera dirigiendola hacia la habitación donde la depositó cuidadosamente, mirándola
― Espero no interrumpir nada importante, mi nieta es hermosa ― Dijo dando a entender que se acababa la conversación, Andrew se acercó ―, Digna de nuestra familia, felicitaciones hija ― Afirmó brindándole un abrazo mientras miraba con superioridad a la nona.― No entiendo qué haces aquí, te deje muy claro que te quería lejos de nosotras ― Afirmó sin importarle su reacción, no podía perdonar lo sucedido ―, ¿Si eres consciente que le quitaste la abuela a tu nieta? ― Preguntó con ironía, negando con la cabeza mientras Andrew se iba nuevamente hacia donde la pequeña Alicia.― Tiene a la nona,puede ser el reemplazo o ¿tu que piensas? ― Cuestionó a propósito, ella desvió la mirada porque no era capaz de enfrentarlo en ese momento ―, No la maté, ella solita lo hizo por haberle descubierto el amante ― Mencionó encogiendo los hombros, Angelica se colocó de pie con rabia pero fue detenida por la mano de su nona quien sabía que no valía la pena. ― Puedes irte como viniste, gracias por la visita
― ¿Qué haces aquí? No puedo creerlo, después de tanto tiempo ― Susurró sin creerlo, sintiendo su corazón a mil ―, Te extrañe cómo nunca pensé hacerlo, a pesar de lo sucedido ― Afirmó, recordando el momento que se había desaparecido. ― ¿Cómo que la pequeña puede ser mi hija? ― Cuestionó ignorando su pregunta, había quedado congelado ante la confesión ―, ¿Por qué no me buscaste? ¿Por qué te casaste? ― Interrogó, soltando todo lo que sentía durante mucho tiempo. ― ¿Por qué te desapareciste? Creo que sería la pregunta adecuada, estuviste conmigo íntimamente y después pum ― Dijo alzando los brazos, teniendo los ojos cristalizados ―, No puedo creer que llegues a juzgarme después de tanto tiempo, cuando él qué daño lo de nosotros fuiste tú ― Prosiguió alzando la voz, cogiendo el coche de su bebé.― ¡Fue tu padre! Él causó que me desapareciera ― Exclamó siendo sincero, dónde ella negaba con la cabeza sin creer sus palabras ―, Me secuestro y logré salir antes de que me mataran solo por estar
― ¿De qué hablas? ¿Por qué metes a ese hombre en nuestra vida? ― Dijo de forma defensiva, sorprendiendola ―, ¿Otra vez el tema de tu madre? Ya te dije que se suicidio en frente mio o dime ¿que pruebas tienes? ― Cuestiono, colocándose de pie y dejando a la pequeña en el coche.― Supe que tu lo mandaste a secuestrar y torturar ¿es verdad? No hace parte de mi vida, pero si quiero saber todo ― Confesó mirándolo a los ojos, sintiendo como su corazón golpeaba cada vez más fuerte ―, No logro entender como ella hizo eso solo porque descubrieron a su amante, no es coherente ― Prosiguió colocándose de pie también, demostrándole a su padre que la niña temerosa ya no existía.― Ve y cuentale a la policía si crees que soy el asesino de tu madre y del bastardo ese ― Dijo, donde no confirmaba ser el culpable pero sí que lo conocía ―, No puedo ser el culpable de lo que le suceda a todo el mundo ¡que duro es ser el presidente! ― Exclamó, haciendo que rodara los ojos porque se estaba yendo por el lado
― No lo se, son emociones encontradas por no haberla visto por tanto tiempo ― Susurró agachando la cabeza, sentía pena ―, Pero lo único que me ata a quedarme aquí, realmente es mi hija ― Mencionó con seguridad, porque sentía una conexión especial desde que la vio. ― No lo se Estiven, nuestro plan era irnos porque podría acabarse todo aquí ― Sentenció mirándolo, donde entendía a qué se refería ―, No puedo competir contra un fantasma, perder como le sucedió a Mayra ― Prosiguió haciendo que cerrara los ojos, porque entendía a qué se refería además de que ese fantasma estaba más presente que nunca. ― No te obligare a quedarte conmigo, porque sería injusto pero tampoco puedo irme; ya que existe una hija en el medio que no puedo ignorar ― Mencionó con los ojos cristalizados, por qué Anastasia llegó a ser muy importante para él ―, No me criaron de esa forma, además es injusto huir solo porque el presidente del país me odia ― Justificó, donde no quería más seguir siendo un cobarde perdiendo
Tal como propuso Anastasia, se acercaron a recepción donde Angelica se fue por su pasadizo con su pequeña hija mientras que Estiven se fue por otra sala. Anastasia tuvo que quedarse en la sala de espera, donde le dio por mirar la galería de su celular recordando su época de gestación al lado del hombre que amaba; no entendía como la vida era tan injusta con ella por haberles arrebatado de su vida y ahora quería también alejar a Estiven dónde tenía miedo que decidiera volver a su vida de antes, espero y espero hasta que vio a Angélica salir primero con la niña sentándose a su lado formándose con silencio incómodo. ― ¿Me odias? ― Pregunto llamando su atención, no la odiaba pero si le daba miedo que dañara su felicidad ― No quiero causarle daño, la vida nos enseñó que no podemos estar juntos ― Confesó, dónde sintió sus palabras sinceras. ― No, pero no puedo negar que has sido un karma en la vida de Estiven ― Afirmó volteando a verla ―, Me da miedo que sea la hija y se meta tu padre con
― Para volver con ella tendrías que irte, porque estoy firme contigo sobre todo y todos ― Sentenció mirándola fijamente ―, No te haré el mismo daño que me hicieron a mi, tenlo por seguro ― Aseguro cogiéndola de las manos mirando sus preciosos ojos. ― Solo quiero que seas feliz, no vayas a detenerte por mi ― Aconsejó con dolor en su corazón, porque iba a luchar pero no ser infeliz ni hacerlo con otra persona ― Por ahora, concentremos en nosotros mismos mientras la vida se encarga de decidir por nosotros nuestro futuro ― Dijo acariciando su mejilla, para acortar distancia y darle un suave beso en los labios. Pasaron los cinco días, donde Angélica sacó de excusa una cita médica para ir a reclamar los exámenes de paternidad. Al llegar, se paró en frente de la puerta del hospital con nervios, porque sabía que este resultado traería consecuencias para todos, guardando la esperanza de que fuera de Estiven sino eso significaba que debía alejarse de su vida, donde no sabia que tanto lo permi