Me despierto lentamente, con el cuerpo dolorido y los sonidos del caos a mi alrededor. Cuando abro los ojos, no me emociona ver a Liam de rodillas delante de mi pareja. No puedo ver lo que está haciendo, pero puedo ver que ella sólo lleva una camiseta que apenas le cubre.

Me siento mejor en cuanto Grace está en mis brazos, aunque esté llorando. Levanto la vista y veo a Liam. Hace ademán de enseñarme la flecha que acaba de sacar de la pierna de Grace.

“¿Qué haces aquí?”, pregunto, dándole un momento a mi pareja para que se recomponga mientras le froto la espalda.

“Maia lanzó un aullido pidiendo ayuda. Ángela y yo lo oímos, así que estoy aquí respondiendo a esa llamada. Mis guerreros están fuera ayudando a los tuyos a patrullar hasta que podamos controlar las cosas y Rik debería llegar en cualquier momento”, dice justo cuando se oye otro aullido, que nos hace saber que hay alguien en las fronteras.

Liam gira la cabeza para escuchar con atención. “Supongo que es él, pero iré a ver”.