“Necesitaremos comida más ligera para los heridos. Deberías empezar a hacer la sopa de pavo que mencionaste. Nuestros miembros la necesitarán y cualquier otra cosa que se te ocurra que pueda ayudarles a recuperarse más fácilmente”.

“Sí, Luna”, dice justo cuando Carlos y Noah regresan con provisiones.

“Tú debes ser Grace”. Una voz profunda y desconocida viene de detrás de mí. Me doy la vuelta y veo a un hombre junto a una de las mujeres que envié a vigilar la casa de la manada.

“Luna, este es…”.

Lo reconozco. No sé cómo, pero reconozco a este hombre. “Liam”, termino por ella.

Su sonrisa de respuesta es como el sol abriéndose paso en un día nublado. “Me alegro de conocerte por fin”, dice, mirando a su alrededor. “Aunque me gustaría que fuera en mejores circunstancias. Angela y yo escuchamos tu llamada de ayuda. Estoy aquí para ayudar y he traído algunos guerreros y mi doctora de manada también. Ángela quería venir, pero está embarazada y no sabía en qué nos íbamos a meter”.

Sacu