Capítulo 30— El café Elektra:—¿Te gustó mi regalo? —me preguntó con una sonrisa instalada en su cara —Lo único que deseo es que tú y Dorian se hagan cercanos, los dos son muy importantes para mí, por lo que espero que disfruten de la cenaAsintiendo con una sonrisa tensa, me maldije a mis adentros al sentirme una desgraciada, descarada; porque él no se merecía mi engaño, y caminando para reunirnos con un par de asistentes a la gala, quienes eran conocidos de mi padre, la inquietud no paraba de invadirme.¿Cómo se le ocurre a Dorian que pude contarle a alguien lo que sucedía entre nosotros, si la única que conoce nuestra historia es Katrina, y ella no sabe de su vínculo con mi padre? Sonriendo fingidamente, me uní a la charla que transcurría entre risas, y cambiando de tema de manera drástica, el mejor amigo de Alaric, Fernando, comentó—Elektra, ¿y desde cuándo el interés de donar a la caridad? Porque, según vi en la puja, te veías muy interesada en ganar.Tragué grueso al ver que
Capítulo 31 —Una Cena con sorpresaDorian:Estaba sentado en mi oficina, revisando algunos informes cuando el teléfono comenzó a sonar. Traté de ignorarlo, pero mi corazón comenzó a palpitar sin control, pues podría ser la persona que estaba tratando de extorsionarme. Finalmente cogí valor y miré la pantalla, vi el nombre de Gideon parpadeando. Eso no me dejó más tranquilo. Sentí una punzada de culpa al verlo. Llevaba días evitando sus llamadas, poniendo excusas y evadiendo los encuentros. Sabía que no podía seguir así mucho más tiempo, pero cada vez que pensaba en él, la imagen de Elektra aparecía en mi mente y me recordaba el desastre en el que estaba metido. Suspiré, recogí el teléfono y contesté.—Gideon —dije, tratando de sonar lo más relajado posible.—¡Dorian! —La voz de Gideon sonaba alegre, despreocupada, como siempre —Al fin me atiendes. ¿Qué pasa, amigo? Hace tiempo que no nos vemos.—Sí, lo sé. He estado muy ocupado con la campaña, el trabajo en el Congreso y ahora la cons
Capítulo 32 —La nota…Narrador:Manteniéndose en su despacho pensativo, ansioso aún por el inquietante silencio del extorsionador, Dorian no lograba centrarse en ninguna actividad, su mente no dejaba de buscar un posible culpable, el cual no parecía hallar. Colocándose de pie, pretendía salir a pedirle a su asistente algunos documentos, y escuchando en ese instante como su teléfono sonaba, con el corazón acelerado, se apresuró a revisarlo, encontrando un mensaje que lo hizo pasar la mano por su rostro un par de veces.#NÚMERO PRIVADO A DORIANSi aún te quedan dudas de que tengo pruebas para hundirte, mira lo que he encontrado. Abriendo la imagen adjunta, Dorian sintió como sus pies perdían las fuerzas, y recargando la mano en el escritorio, trató de respirar al reconocer la nota que le envió Elektra, la cual fue escrita con su elegante caligrafía.“¿Aún sigues pensando en nuestra última noche?”Pensando cómo fue que esta persona encontró la nota, repasó lo que sucedió con esta, y rec
Capítulo 33 —Rumbo PerdidoDorian:El silencio en mi despacho se sentía más denso de lo habitual. Los papeles sobre la mesa estaban desordenados, y el teléfono, que no dejaba de sonar, lo había silenciado horas atrás. Las palabras de Gideon sobre el compromiso de Elektra y Alaric seguían retumbando en mi cabeza como una pesadilla de la que no podía despertar. Cada vez que pensaba en esa cena, en la forma en que Elektra me miró buscando una respuesta, sentía una opresión insoportable en el pecho. Sabía que estaba al borde del colapso. Me pasé las manos por el rostro, agotado, pero mi mente no dejaba de dar vueltas a una única conclusión; esto tenía que terminar. El escándalo que se avecinaba era demasiado grande. Si la verdad salía a la luz, no solo mi carrera se arruinaría, sino que también afectaría a Elektra, a Gideon y a todos los que estaban cerca de mí. Mi nombre sería destruido. Y en medio de la campaña, no podía permitirme ese lujo. La idea de bajarme de la candidatura me ronda
Capítulo 34—Un postre deliciosoNarrador:Gideon, o más bien Nicolás como se hacía llamar, esperaba a las afueras del café a Katrina; quien tras cerrar este temprano fue a casa por un breve instante a cambiarse de ropa; permaneciendo en silencio a las afueras del lugar, este liberó una bocanada de aire pensando que la chica se había arrepentido a último momento de verlo, y girándose sobre sus pies, pretendía marcharse cuando vio que a escasos metros de él, un taxi se detuvo.—¡Nicolás!Descendiendo de este, Katrina, agitando su mano una vez lo vio, tras pagar por el servicio, caminó hasta a él, y permaneciendo en silencio, observó la esbelta figura de la chica, enfundada en un vestido delicado color azul claro que resaltaba sus hermosos ojos, y oscura cabellera.—Salí antes, y no pude avisarte que iría a casa por algunas cosas, ya que no tenía tu número. ¿Esperaste mucho por mí?Inmediatamente, al ver sus hermosos ojos, la amargura que lo embargó unos minutos atrás, al pensar que no l
Capítulo 35 —Olvida mi nombre, mi cara, mi casa y pega la vueltaNarradorAbriendo sus ojos con algo de pesadez tras una noche intensa en donde Gideon le hizo el amor un par de veces más, Katrina vio al otro lado de la cama, notando cómo él se encontraba en silencio, observándola mientras dormía. Depositando un pequeño beso sobre sus labios, se recostó sobre su pecho un instante, y besando la coronilla de su cabeza, él murmuró—¿Dormiste bien?Un poco emocionada por encontrarse a su lado, ella asintió, y acunando su rostro al ver que la hora de marcharse estaba por llegar, él musitó.—Yo lo hice como hacía años, no lo hacía, Katrina de verdad deseo seguir conociéndoteEsto hizo que el corazón de los dos se agitara, por un posible amor bonito, y puro como hacían mucho esperaban, y saliendo del lugar tras prepararse tomando una ducha juntos, Katrina le preguntó a punto de separarse—¿Te veré pronto?Gideon asintió enseguida, dispuesto a no soltarla de ninguna manera, y besándola por un
Capítulo 36 —El retiro del apoyoNarrador:Alaric entró en la oficina de Dorian con una expresión de determinación que no pasó desapercibida. Cerró la puerta con más fuerza de la necesaria, lo que hizo que Dorian levantara la mirada de los papeles que tenía frente a él. Por un instante, el estómago de Dorian se contrajo, una sensación de temor lo recorrió. "¿Lo sabrá?" pensó, mientras Alaric caminaba hacia él.—Tenemos que hablar —dijo Alaric, su tono serio y directo.Dorian sintió cómo el sudor le comenzaba a recorrer la nuca. Por un segundo, se imaginó que Alaric había descubierto lo de Elektra. La posibilidad lo aterrorizó. ¿Cómo enfrentaría esa situación si Alaric realmente lo sabía? A pesar de sus intentos de mantenerse tranquilo, su mente no podía dejar de anticipar el desastre.—Claro —respondió, tratando de que su voz sonara más segura de lo que se sentía —¿De qué se trata?Alaric se acercó más, cruzando los brazos y mirándolo fijamente.—He estado revisando los avances de la
Capítulo 37 —Las sorpresas no tienen finNarrador:Vivian llegó al despacho de Dorian sin previo aviso. No había llamado ni anunciado su visita, simplemente apareció. Estaba molesta, pero su postura era firme, decidida a no dejarse intimidar. Cuando la secretaria trató de detenerla, Vivian la ignoró y continuó hasta llegar a la puerta del despacho de Dorian, que se encontraba medio abierta. Él levantó la vista al ver a Vivian entrar, y la expresión en su rostro pasó rápidamente de sorpresa a incomodidad. Sabía que el tema de Alaric seguía siendo un punto de tensión, pero no esperaba una confrontación directa tan pronto.—Vivian —dijo Dorian, cerrando la carpeta que tenía frente a él y levantándose —No esperaba verte. ¿A qué debo tu visita?Vivian cerró la puerta tras de sí con un leve golpe, dejando en claro que no estaba allí para una conversación casual.—Tenemos que hablar, Dorian —comenzó, cruzando los brazos —Y no voy a dar rodeos. Tienes que seguir apoyando a Alaric, como lo pro