Mientras que Dmitriy acechaba como una bestia a una pequeña presa, en el interior de la oficina se encontraba Fedor, arrinconado y con tan solo una bala en la pistola; la había conservado para acabar con la vida de Dmitriy, o dado el caso de sentirse sin salida acabar con su propia vida.

—Sé que estás ahí, tarde que temprano sabías que este momento llegaría, no importó el lugar donde pretendieras esconderte, te iba a encontrar, porque tu vida me corresponde, te haré sufrir como nunca antes he destruido a otra persona.

»Lo que hiciste en mi contra no tiene nombre, te metiste con la persona que más amaba, lo peor fue que hiciste de las tuyas para enamorarla, por tu culpa la odio, así que les haré un favor, morían por estar juntos, así que te enviaré con ella —habló Dmitriy con la voz entrecortada ya que amaba con todas sus fuerzas a Dasha.

—Así que finalmente tuviste los pantalones de encontrarme, en repetidas ocasiones supuse que nunca ibas a poder conmigo, eres insuficiente, o un poco