—Hay 3,000 dólares en la tarjeta, tómalos como gastos de la casa para este mes. — Andrés no quería aprovecharse de ella y tenía igualmente el deber de ayudar en los gastos del hogar. Alma se sorprendió al escuchar a Andrés: ¿Tres mil para gastos? No podía creer que se necesitara tanto dinero. La mayoría de las personas ni siquiera ganaban toda esa cantidad en un mes entero de trabajo.—¿Algún problema? —Pensando que Alma lo consideraba poco, Andrés frunció el ceño. Alma consideró esto y pensó que había algunas cosas que eran mejor poner sobre la mesa para el bien de los dos en el futuro.—Andrés, el acuerdo de convivencia dice que viviremos juntos como marido y mujer hasta que el matrimonio se termine, así que siento que necesito saber exactamente cuánto ganas al mes.—Aproximadamente 3,0000. — Andrés mencionó con despreocupación el salario promedio de un empleado de empresa.—Te quisiera también preguntar si, ¿está la casa pagada por completo o es un préstamo? Alma miro hacia los la
Al registrar su comienzo de día laboral, Alma notó de pronto que todos en la oficina la miraban con extrañeza. Confundida, se dirigió a su escritorio y vio a Laura llamándole al lado de la puerta del área de descanso. Alma agarró su taza y se acercó al área de café donde estaba Laura. —¿Qué pasa?Laura apenas pudo pronunciar sus palabras y señaló su teléfono.—¡Alma! ¿Fuiste acosada sexualmente? —Le preguntó Laura.—¿Cómo? — Alma estaba anonadada. —Hoy por la mañana recibimos un correo electrónico de una tal señora Gonzales, diciendo que solo por alcanzar metas en tu trabajo, sedujiste a su esposo. Tiene imágenes tuyas y de su marido bien juntitos los dos. ¿No lo has mirado? —Laura le pasó su teléfono a Alma.Alma vio nueve fotos en total, todas mostraban a ella y al supervisor Gonzales en un restaurante. Gonzales tocaba su mano, se la sostenía a veces, y lo más impactante era que en dos fotos al estar tan cerca y en el ángulo que fueron tomadas parecían estar besándose. Alma se
En Tecnologías Smart.Al llegar a la empresa, Andrés notó que todos estaban ocupados en un rumor. Dirigiendo su mirada hacia Eva y preguntó con curiosidad: ¿Qué sucede?Evaristo respondió cuidadosamente: —Varios empleados recibieron por la mañana un correo electrónico, en este había una foto bastante comprometedora del supervisor Gonzales y Alma, ahora se rumorea que el supervisor Gonzales está concediendo favores a cambio de otras cosas…Andrés frunció el ceño y pidió bruscamente: —¿Déjame ver ese correo electrónico?Evaristo no perdió tiempo y le entregó la tableta.Andrés de inmediato reconoció a Alma en las fotos, la misma persona que esa mañana había mostrado preocupación por su salud, ahora estaba den intimidad con otro hombre y a sus espaldas.—Alma, de verdad subestimé mucho tus acciones, —murmuró Andrés para sí mismo.Golpeo la pantalla y esta se rompió en pedazos.Eva, nerviosa añadió: —Jefe, me asegurare de eliminar de inmediato ese correo. Andrés preguntó fríamente: ¿Pued
Pero, por qué te metes en semejante asunto. ¿No deberías estar descansando, recuperándote después del parto?—¡Espera, espera!El supervisor Gonzales colgó el teléfono con resignación.Andrés preguntó con indiferencia: —¿Qué le ha pasado?Gonzales suspiró: —Mi esposa se fue a La Mejor.Antes de terminar la frase, Andrés que estaba sentado frente a él, ya había desaparecido....En la empresa de publicidad La mejor.Alma oyó pasos fuera de la puerta, se volvió para mirar hacia la entrada, pero antes de que pudiera reaccionar, alguien la empujó con fuerza desde atrás, colocándola directamente en el hijo del huracán. Al darse la vuelta, vio a Carla, sonriendo triunfantemente con los brazos cruzados sobre el pecho.—Alma, he oído que la esposa del supervisor Gonzales es también hija de un magnate extranjero de bienes raíces. Si te has involucrado con alguien así, no arrastres al resto de nosotros y a la empresa, — dijo Carla con mayor cizaña. —Es cierto, aquí todos solo tratamos de ganar
Para sorpresa de todos, la señora Gonzales sorprendentemente sonrió hacia Alma.—Señorita Núñez, ¿escuchaste? El jefe Beltrán dijo que se encargara de este problema. ¡Y así podrás limpiar tu nombre!—Gracias, — dijo Alma, agradeciendo al jefe Beltrán.El jefe Beltrán y los otros se quedaron sin palabras, al ver cómo la señora Gonzales se comportaba.Mientras tanto, Carla, sorprendida y fuera de control grito: —Señora Gonzales, pero ¡qué está diciendo usted!La señora Gonzales le lanzó una mirada fulminante a Carla y se tapó los oídos con desdén: —Pero que ruidosa. Entonces, así es como suena tu chillona voz, pensé que solo sabías gritar 'hermano' como una niña pequeña.Carla se puso pálida, consciente de lo que la señora Gonzales estaba insinuando.Pero ¿cómo sabría la señora Gonzales que ella le decía "hermano" al supervisor Gonzales? ¿Qué hombre le diría a su esposa sobre coquetear con otra mujer?La señora Gonzales ignoró las miradas de los demás y sonrió, haciéndole señas a Alma.
La señora Gonzales dijo: —Después de que mi esposo y la señorita Núñez se fueron del restaurante, él fue al hospital a cuidarme. Señorita Miranda, ¿necesitas que saque las grabaciones de seguridad del hospital donde di a luz para que también lo compruebes?Incluso la persona más ingenua podría darse de cuenta de la risa de triunfo de la señora Gonzales. El jefe Beltrán se apresuró a intervenir, tratando de calmarla: —Señora Gonzales, por favor, tranquilícese un poco. Todo esto es solo un malentendido.La señora Gonzales levantó una ceja: —¿Dices un malentendido? Definitivamente no lo veo así. Si fuera solo un malentendido, ¿por qué alguien habría sabido que tenía que falsificar mi identidad para enviar esas fotos? Jefe Beltrán, esto no solo afecta a su empresa, sino que también están difamando a mi esposo. Si no intervengo y averiguo la verdad, ¿qué pensarían de nosotros?El jefe Beltrán frunció el ceño aún más irritado, asintiendo repetidamente: —Sí, definitivamente lo investigaremo
En el momento en que Alma abrió la foto en su teléfono, el teléfono de la señora Gonzales sonó.—¿Esposo? —dijo la señora Gonzales.Al instante, la voz del Señor Gonzales resonó en la puerta de la oficina.—Cariño, ¿estás bien? —Alma dejó caer silenciosamente su teléfono.En cambio, Carla, que se había dejado de provocar, se acercó rápidamente al señor Gonzales como si hubiera encontrado su salvador. —¡Señor Gonzales finalmente has llegado! Yo... — El señor Gonzales como si hubiera visto un fantasma, evitó públicamente a Carla y se dirigió directamente hacia la señora Gonzales, palmeándola por todo el cuerpo antes de suspirar aliviado.—¡Me asustaste! No vuelvas a hacer algo así.—Señorita Núñez, nuevamente te estamos molestando. Nuestra empresa ya ha emitido un comunicado para demostrar nuestra inocencia.Alma también se sintió aliviada al escuchar eso.—No es ninguna molestia. De hecho, debo agradecerle esta vez al señor Gonzales, pero debería llevar a la señora Gonzales a casa para
Algunos los colegas que no estaban acostumbrados a ver perder a Carla se rieron.Carla al ver que no tenía razón, dijo con odio: —Alma, esto aún no ha terminado, no te sientas tan segura.—Lo mismo te digo, — respondió Alma. Después de eso, ella la ignoró, y bajó la cabeza para mirar su teléfono.En la pantalla de su teléfono, apareció la foto de su certificado de matrimonio con Andrés, y la atractiva mirada de Andrés no se apartaba de su mente. ¿Debería llamar a Andrés y preguntarle si él la ayudó?Incluso si no lo fue, después de un incidente tan grande, ella como esposa todavía debe explicar.Justo cuando estaba marcando el número de Andrés, el timbre sonó detrás de ella. Se dio la vuelta y se dio de cuenta que Andrés estaba parado detrás de ella, sin saber cuándo había llegado.—Andrés… —Pero antes de que pudiera decir nada, Andrés le tapó la boca y la llevó a un rincón.Mientras tanto, Carla y sus colegas salieron.—Es extraño, vi a Alma salir seguida por un hombre, ¿a dónde se fu