Capítulo 1354
El amplio dormitorio volvió a quedar en silencio.

Posiblemente debido al frío en el aire, un escalofrío incontrolable recorrió su espalda. Anhelaba la presencia de su esposa a su lado.

En los últimos años, cada vez que había aparecido una enfermedad, ella había estado allí, su cuerpo cálido y tierno ofrecía consuelo. Ahora, todo lo que tenía era el frío abrazo del aire y el vacío a su lado.

Con un profundo suspiro, frunció el ceño.

En ese momento, un golpe resonó en la puerta.

—¡Papá!

Era Flint.

Odell se volvió hacia la puerta.

El joven la abrió y se asomó, con sus ojos redondos fijos en su padre.

—Papá, ¿estás enfermo?

El ceño fruncido de Odell se alivió.

—Estoy bien. Sigue y juega.

Había cogido un fuerte resfriado y no quería que Flint también lo cogiera.

El niño preguntó:

—¿Estás seguro? ¿Necesitas medicamentos?

—Está bien. Ve a jugar ahora.

Flint asintió y murmuró una respuesta antes de salir de la habitación.

Un rato después, llegó tía Tonya co
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