Lauren entró a la mansión y llevaba mal semblante, estaba alterada, cuando se dirigió hacia las escaleras, oyó la voz de Megan. —¿Otra vez haciéndole pasar rabias a mi hermano? por qué será que no me extraña. —Lauren llena de furia se dio vuelta hacia Megan, de repente y le aventó una cachetada. —¡Idiota! —dijo Megan—. ¿Cómo te atreves a pegarme? —Lauren con la voz ronca agregó. —Ya me tienen harta, no sé a quién soporto menos, si a ti o a tu hermano. —Ethan se asomó por el barandal y se quedó observando la discusión. —Esto no se va a quedar así. —Si quedaste con ganas de más cachetadas solo tienes que decírmelo. —Eres una simple y tonta mujerzuela, por más que intentes ser la señora Remington no dejas de ser más que una sirvienta. —No me provoques, porque puedo cobrarte todo lo que me has hecho. —Atrevida. —Megan se marchó con ganas de llorar, entonces Ethan bajó las escaleras. —A ver si adivino: volvió a discutir con Jeremy y te estás desquitando con mi prima. —Laure
El sábado casi al mediodía, Alan y Paola llegaron a Chicago, bajaron del avión y subieron al auto que los estaba esperando. Iban en silencio, Alan no tenía mucho por decir, sino que estaba muy pensativo y nervioso. Cuando llegaron a la mansión, el vigilante abrió el portón, el auto ingresó, Paola miró a Alan y le dijo: —¿Estás listo? —Jamás estaré listo para esto, al fin la veré de nuevo. Lauren pasó toda la mañana inquieta esperando la llegada de Alan, tenía una extraña sensación, era una mezcla de sentimientos contradictorios que estaban revueltos .La envolvió una profunda tristeza, también tenía enojo contra Alan, pero a la vez sentía alegría, pronto lo vería de nuevo, sus ojos, su cara, su mirada única y tierna en la que había aprendido a confiar, aunque en ese momento había mucha confusión y no sabía qué pensar; quizás Jeremy tenía razón y se había comprometido con Paola por despecho, o para no lidiar con la soledad. Pero era difícil saberlo, de lo único que poseía la certeza,
Jeremy actuó delante de Alan como si no supiera nada acerca de él y de Lauren. Después del almuerzo, todos se reunieron un rato en la sala. Lauren procuró no mirar a Alan, pero hubo momentos en que sus ojos se cruzaron, ella no sabía qué pensar, pero su mirada hacia no había cambiado, Alan tenía los mismos ojos llenos de dulzura hacia ella.Después Jeremy lo invitó a fumar en el estudio. Lauren se retiró del comedor y subió a descansar, aunque sabía que no podría hacerlo, pero necesitaba estar sola.Llegó con desánimo a la habitación, cerró la puerta y caminó despacio hacia la cama, se sentó a un lado y dejó sus ojos mirando hacia la nada. En sus adentros pensó en todo lo que sucedía entonces."Él no ama a Paola, lo ví en sus ojos, pero ella está embarazada. Sé que no debería sentir esto, pero me duele."De pronto alguien llamó a la puerta.—Lauren soy yo, Paola, te traigo los presentes de tu hija. —Lauren se levantó de donde estaba, en ese momento lo último que deseaba era tener que
Más tarde ya le habían probado varios atuendos a Julieta, Jeremy llegó de repente, tenía serio el rostro. Paola le enseñó a la niña.—Mira Jeremy, ¿qué te parece? Tu hija se verá muy guapa esta noche en el agasajo. —Si, gracias por traer esos regalos Paola, es un buen detalle de tu parte.—No hay de qué, eso es sólo el comienzo, ahora que seremos familia debo intentar ser una buena tía. —Jeremy se quedó mirando a Lauren como intentando descubrir algo en ella, deseaba poder meterse en sus pensamientos, ya que él no estaba del todo confiado, pero hasta los momentos no había indicios de nada que encendiera sus alarmas.Después él se retiró, Paola también lo hizo. Rápidamente Antonia bajó a cerciorarse de que no hubiera nadie en la puerta del servicio. Lauren regresó a su habitación después de dejar a Julieta durmiendo. Cuando entró, Paola ya se encontraba adentro y tenía puesta la peluca.—¿Qué te parece? Jeremy no notará la diferencia.—Solo espero que no venga a esta habitación.—Lo
Los invitados al agasajó comenzaron a llegar, la banda de música clásica ya había empezado a tocar su música. Desde la habitación de Lauren se oían los finos instrumentos de cuerda, la melodía era relajada y con aire de alegría, o así lo percibía Lauren, esa noche estaba feliz, por primera vez en mucho tiempo se sentía segura y dueña de su destino; sus planes de escapar con Alan los tenía muy claros, todas sus dudas se habían disipado, pues escapar era su única salida, entonces estaba decidida a hacerlo. Se alistó para asistir al cóctel, ya se había maquillado y se había hecho un moño. Se veía elegante y muy hermosa con el vestido y los accesorios de joyería que usó, parecía una reina de belleza. Se sentó a ponerse las zapatillas, de pronto Jeremy llegó, se quedó deleitando sus ojos observando lo hermosa que ella estaba, con un tono de administración le dijo:—Te ves tan preciosa, pareces una joya. —Lauren tenía serio el rostro.—¿Debo darte las gracias por el cumplido? —Lo dijo con
Jeremy bebió varias copas y procuró que Lauren siempre estuviera cerca para poder observar sus movimientos. Un rato después él estaba conversando con otros caballeros y acababa de agarrar otra copa, de pronto uno de los hombres de seguridad llegó al jardín y se acercó a él.—Señor, debe ir al estadio, hay algo que el jefe desea mostrarle. —¿Encontró algo en los vídeos de seguridad?—Si. —Un par de líneas se dibujaron es su frente, miró a Lauren, ella estaba conversando tranquilamente con Paola y otras invitadas, entonces dejó la copa sobre una mesa y le dijo al hombre:—Quédate aquí y vigila todos los movimientos que haga mi esposa. —Se fue hacia la mansión. Llegó al estudio con el rostro muy serio.—¿Qué encontraste?—No estoy seguro señor, pero en el vídeo se registró a una mucama que salió de la mansión y se dirigió a la casa del lago.—¿Y qué hizo en la casa del lago?—Se encontró con un hombre.—¿Quien? —No se ve su rostro —el hombre titubeó un poco—. pero se parece al señor Al
Lauren fue a llorar a su habitación, no quería despertar a la bebé con su llanto. De pronto Pollet llegó a la habitación. Caminó hacia Lauren, ella estaba llorando y no miró a Pollet, no tenía nada qué decirle. Pollet le dijo:—Acabo de hablar con Jeremy.—No me interesa. —Respondió Lauren con amargura.—Le dije que debía perdonarte, si te ama como dice debe hacerlo. —Lauren levantó su rostro, tenía sus ojos hinchados de tanto llorar.—Pues tienes razón, si él me ama debería dejar que me quede con mi hija. —De pronto oyó la voz de Jeremy.—Si te amo —entró a la habitación—. ¿Pero qué tan dispuesta estás a dejar a tu amante y quedarte junto a nosotros, junto a Julieta y a mí? —le hizo señas a Pollet para que los dejara solos, ella se marchó, Jeremy continuó:—¿Qué tanto estás dispuesta a hacer para convencerme de que te perdone? —Lauren se puso de pie con desespero, se paró frente a él sollozando, de pronto inclinó su cuerpo y se arrodilló.—Si deseas ver qué me humillo, aquí me tienes
La policía pasó el detector de huellas sobre la mano de Jeremy y confirmó su identidad, él tenía una sonrisa cargada de maldad, Lauren estaba perpleja, no entendía qué estaba pasando. —Estoy segura de que él no es mi esposo. Jeremy le dijo a Lauren: —Ahora sí, ya no puedes continuar con tu teatro. —Estoy segura de que no eres mi esposo, siempre presentí que ya no eras el mismo, solo que no sabía interpretar lo que sentía cuando estaba cerca de ti, pero ahora lo entiendo todo, ya nada me va a detener, me voy ahora mismo, y mi hija se irá conmigo. —Jeremy la mató con la mirada. —Te irás sin Julieta, no la mereces, le daré a mi hija una mejor madre. —No dejaré a mi hija en manos de un impostor, quizás usaste el dinero de mi esposo para cambiar las huellas del sistema, pero existen los exámenes de ADN, voy a demostrar que no eres el padre de Julieta. —Jeremy suspiró. —Como quieras, esposa. —Alan estaba callado observando detenidamente a Jeremy, quería con sus propios ojos confirm