Sabiendo que no debo hablar con un loco como él, me concentro en mirar por la ventana del auto, como nos movemos. Aunque he vivido toda mi vida en este lugar, es la primera vez que voy al área empresarial.
Porque ni siquiera siendo una niña, me interesaba en ir a la empresa de mi padre y él me mantenía lejos de los negocios, porque eran aburridos como niña o adolescente. Por lo que, apenas estoy conociendo el lugar, uno lleno de muchos edificios inmensos y con muchas marcas que veo en cada producto que uso.— ¿Te gusta lo que ves?— ¿Ah?— La empresa de tu padre queda a unas pocas calles de la mía, cuando termine de trabajar, podríamos ir para confirmar que todo esté bien. — dice Ryan y yo niego.Lo que menos quiero es estar recorriendo lugares como estos de aburridos, además, lo que menos quiero es estar cerca de ese hombre. Porque con lo que me ha diObservo a Ryan, deseando conocerlo bien. Porque solo sabiendo como es él y lo que piensa, sabré como enfrentarme a él. Es por eso, que me resulta alguien complejo de tratar, pero, no imposible de hacerlo.— Parece que nada de lo que te diga va a enojarte, ¿no es así? — digo y él me sonríe.— Tengo una buena tolerancia a la frustración. — se limita a responder Ryan.La puerta del ascensor se abre y de ella sale un hombre que es más alto que Ryan y eso ya es mucho decir. Su aspecto, es terrorífico, porque aunque no es físicamente feo, si causa mucho miedo.— Te presento a Edward, él será tu nuevo guardaespaldas. — dice Ryan.— Debes estar bromeando.— No quiero mantenerte atada, eso no sería bueno para tus fotos y videos de mañana, cuando estes en la universidad, así que, Edward estará conti
Aunque no es de mi agrado ser tan obediente, sé que si no me siento en la silla, me atará a sus piernas y eso, será más vergonzoso, por lo que, me quedo en mi asiento donde doy muchas vueltas en la silla, mientras canto.‘Si me va a obligar a estar aquí, no lo dejaré trabajar.’ Me digo mentalmente.Sabiendo que no canto bien, comienzo a levantar la voz y a emitir todo tipo de sonido extraño, para entretenerlos, pero, ello no es posible. Ya han empezado la reunión y es como si no existiera.Molesta, me levanto de la silla y de inmediato, Edward deja la puerta con seguro con ayuda de la llave. Así que, corro antes de que la guarde en su cuerpo, pero, él solo levanta su mano con la llave en esta, dejándola fuera de mi alcance.— ¡Dame esa llave, Edward! — grito mientras veo como camina hacia Ryan.— Lo siento, señora Volkova, pero, no me han a
Ryan se transforma en alguien que me da miedo, incluso, podría decir que es una persona completamente distinta. Porque mientras conmigo es calmado, paciente y un poco pervertido, con ellos es malvado, frío, impaciente y grosero.Los gritos no cesan y todos comienzan a dar soluciones que él rechaza de la manera más grosera. Todos releen la información que tienen y yo me siento mal por ellos, ya que, Ryan no deja de regañarlos por errores que no entiendo.— Ryan, deberías calmarte un poco. — digo y Ryan no me escucha.— ¡No entiendo como pueden ser tan tontos de cometer un error de este tipo! — grita Ryan con enojo.— Todos salgan ahora. — ordeno y todos se levantan de sus sillas, pero, no son capaces de marcharse.— Siéntense. — dice Ryan y ellos se sientan como si fueran unos muñecos que obedecen sin pensar.La tensión se siente en
Observo fijamente al hombre que no parece perturbado por lo que me está diciendo o la gran pérdida monetaria que nos trajo aquí. Pero, se ve demasiado calmado, como si fuera algo sin importancia.— Entonces, ¿nos quedaremos esta noche aquí? — pregunta Ryan y yo lo observo fijamente.— No creo que tengas tanto tiempo de sobra. Pero, yo sí tengo mucho, cariño. — digo y Ryan sonríe.— También me lo tatuaré. Una lástima que los tatuajes no tengan sonido, si no, grabaría tu voz para reproducirlo a cada rato. — dice Ryan.— Existen teléfonos celulares que te dan la opción de grabar cosas sin dañar tu piel, quizás no lo sepas, después de todo, en tu tiempo los teléfonos llevaban cables pegados a ellos. — digo y Ryan sonríe.Ryan, me observa de una forma que no sé cómo
La tensión se siente y algo me dice que me detenga, porque si no lo hago, lo más probable es que termine cayendo a una perversión donde Ryan disfrutará que sea parte, porque es justamente lo que él desea de mí.— Adelante, querida. No lo dudes. — dice Ryan.Quiero salir, deseo hacerlo, pero, no quiero que termine siendo tentada por su entrepierna. Sin embargo, tampoco quiero quedar como una cobarde que no es capaz de quitarle unas llaves.Así que, respiro profundo y miro seriamente a Ryan con el fin de no concentrarme en lo que estoy haciendo realmente, porque me da vergüenza y mucha. Después de todo, no es apropiado que este haciendo esto, aunque sea mi esposo.— Entonces, me estás diciendo que conoces perfectamente mi entrepierna que no necesitas seguir el rastro. — dice Ryan y yo niego.— No es eso, es solo que no quiero decepcionarme. — digo y eso hace
De inmediato, retrocedo. Lo que menos deseo es estar nuevamente en su entrepierna. Así que, niego retrocediendo ante su petición demasiado absurda. Después de todo, tener el hielo con o sin ropa, no va a marcar una diferencia notoria.— No lo haré. — digo decidida.— No deberías pensar así, después de todo, tú me has herido, lo que deberías hacer para recompensarme, es atenderme, ¿no lo crees? — pregunta Ryan y yo asiento.— Sé que tienes razón en eso, pero, no me parece buena idea que haga algo así. — digo de inmediato y Ryan niega— Duele mucho, Day, necesito un tratamiento directo. No seas cruel, esto es solo un pequeño tratamiento de algo grande que me hiciste, lo más probable es que termine con dolor incluso para orinar.‘No, ¿Por qué le agarré demasiado fuerte? Debí medir mi
Sonriente, masajeo su brazo y piernas, solo para que se le olvide lo que él quiere que haga, pero, no parece muy contento con lo que hago, porque cada vez que lo miro, me señala su entrepierna expuesta y el hielo que esta debajo de esta, humedeciendo sus pantalones.— ¿Entonces? ¿Qué piensas hacer? Aun me sigue doliendo y debo atender una reunión importante. — dice Ryan.— Bueno, entonces, te dejaré para que tengas tu reunión y… — digo intentando alejarme, pero, Ryan toma mi mano con fuerzas.— ¿Crees que puedo hacer algo así? — pregunta Ryan señalando su entrepierna, pero, no me creo capaz de algo así.Por ello, trago duro y con cuidado, libero mi brazo de su agarre, para poderle hablar.— Solo esta dura como antes.— No, Day. Esta inflamada.— Esta igual que el día de la bodas. — digo y Ryan
Con el teléfono en manos, Ryan escribe las órdenes y yo retomo mi trabajo con el hielo, por eso, termino con las manos frías y su entrepierna demasiado húmeda por el agua que sale del hielo.— Creo que no deberíamos permitir que alguien entre aquí.— ¿Por qué? ¿Sigues deseando quedarte conmigo a solas? — pregunta Ryan en tono burlón y yo niego de inmediato.— No, lo digo porque mi blusa está completamente húmeda para volverme a colocar eso y tu pantalón… bueno, pareciera que te hubieses orinado. — digo y Ryan asiente.— Buscaremos la manera. Primero, ayúdame a levantar. — dice Ryan y yo me muevo como pueda para poder ayudarlo como me pide.Pero, yo soy solo un pequeño conejo intentando levantar del suelo a un canguro. Así que, es bastante difícil para mí hacer algo así