Aunque no es de mi agrado ser tan obediente, sé que si no me siento en la silla, me atará a sus piernas y eso, será más vergonzoso, por lo que, me quedo en mi asiento donde doy muchas vueltas en la silla, mientras canto.
‘Si me va a obligar a estar aquí, no lo dejaré trabajar.’ Me digo mentalmente.Sabiendo que no canto bien, comienzo a levantar la voz y a emitir todo tipo de sonido extraño, para entretenerlos, pero, ello no es posible. Ya han empezado la reunión y es como si no existiera.Molesta, me levanto de la silla y de inmediato, Edward deja la puerta con seguro con ayuda de la llave. Así que, corro antes de que la guarde en su cuerpo, pero, él solo levanta su mano con la llave en esta, dejándola fuera de mi alcance.— ¡Dame esa llave, Edward! — grito mientras veo como camina hacia Ryan.— Lo siento, señora Volkova, pero, no me han aRyan se transforma en alguien que me da miedo, incluso, podría decir que es una persona completamente distinta. Porque mientras conmigo es calmado, paciente y un poco pervertido, con ellos es malvado, frío, impaciente y grosero.Los gritos no cesan y todos comienzan a dar soluciones que él rechaza de la manera más grosera. Todos releen la información que tienen y yo me siento mal por ellos, ya que, Ryan no deja de regañarlos por errores que no entiendo.— Ryan, deberías calmarte un poco. — digo y Ryan no me escucha.— ¡No entiendo como pueden ser tan tontos de cometer un error de este tipo! — grita Ryan con enojo.— Todos salgan ahora. — ordeno y todos se levantan de sus sillas, pero, no son capaces de marcharse.— Siéntense. — dice Ryan y ellos se sientan como si fueran unos muñecos que obedecen sin pensar.La tensión se siente en
Observo fijamente al hombre que no parece perturbado por lo que me está diciendo o la gran pérdida monetaria que nos trajo aquí. Pero, se ve demasiado calmado, como si fuera algo sin importancia.— Entonces, ¿nos quedaremos esta noche aquí? — pregunta Ryan y yo lo observo fijamente.— No creo que tengas tanto tiempo de sobra. Pero, yo sí tengo mucho, cariño. — digo y Ryan sonríe.— También me lo tatuaré. Una lástima que los tatuajes no tengan sonido, si no, grabaría tu voz para reproducirlo a cada rato. — dice Ryan.— Existen teléfonos celulares que te dan la opción de grabar cosas sin dañar tu piel, quizás no lo sepas, después de todo, en tu tiempo los teléfonos llevaban cables pegados a ellos. — digo y Ryan sonríe.Ryan, me observa de una forma que no sé cómo
La tensión se siente y algo me dice que me detenga, porque si no lo hago, lo más probable es que termine cayendo a una perversión donde Ryan disfrutará que sea parte, porque es justamente lo que él desea de mí.— Adelante, querida. No lo dudes. — dice Ryan.Quiero salir, deseo hacerlo, pero, no quiero que termine siendo tentada por su entrepierna. Sin embargo, tampoco quiero quedar como una cobarde que no es capaz de quitarle unas llaves.Así que, respiro profundo y miro seriamente a Ryan con el fin de no concentrarme en lo que estoy haciendo realmente, porque me da vergüenza y mucha. Después de todo, no es apropiado que este haciendo esto, aunque sea mi esposo.— Entonces, me estás diciendo que conoces perfectamente mi entrepierna que no necesitas seguir el rastro. — dice Ryan y yo niego.— No es eso, es solo que no quiero decepcionarme. — digo y eso hace
De inmediato, retrocedo. Lo que menos deseo es estar nuevamente en su entrepierna. Así que, niego retrocediendo ante su petición demasiado absurda. Después de todo, tener el hielo con o sin ropa, no va a marcar una diferencia notoria.— No lo haré. — digo decidida.— No deberías pensar así, después de todo, tú me has herido, lo que deberías hacer para recompensarme, es atenderme, ¿no lo crees? — pregunta Ryan y yo asiento.— Sé que tienes razón en eso, pero, no me parece buena idea que haga algo así. — digo de inmediato y Ryan niega— Duele mucho, Day, necesito un tratamiento directo. No seas cruel, esto es solo un pequeño tratamiento de algo grande que me hiciste, lo más probable es que termine con dolor incluso para orinar.‘No, ¿Por qué le agarré demasiado fuerte? Debí medir mi
Sonriente, masajeo su brazo y piernas, solo para que se le olvide lo que él quiere que haga, pero, no parece muy contento con lo que hago, porque cada vez que lo miro, me señala su entrepierna expuesta y el hielo que esta debajo de esta, humedeciendo sus pantalones.— ¿Entonces? ¿Qué piensas hacer? Aun me sigue doliendo y debo atender una reunión importante. — dice Ryan.— Bueno, entonces, te dejaré para que tengas tu reunión y… — digo intentando alejarme, pero, Ryan toma mi mano con fuerzas.— ¿Crees que puedo hacer algo así? — pregunta Ryan señalando su entrepierna, pero, no me creo capaz de algo así.Por ello, trago duro y con cuidado, libero mi brazo de su agarre, para poderle hablar.— Solo esta dura como antes.— No, Day. Esta inflamada.— Esta igual que el día de la bodas. — digo y Ryan
Con el teléfono en manos, Ryan escribe las órdenes y yo retomo mi trabajo con el hielo, por eso, termino con las manos frías y su entrepierna demasiado húmeda por el agua que sale del hielo.— Creo que no deberíamos permitir que alguien entre aquí.— ¿Por qué? ¿Sigues deseando quedarte conmigo a solas? — pregunta Ryan en tono burlón y yo niego de inmediato.— No, lo digo porque mi blusa está completamente húmeda para volverme a colocar eso y tu pantalón… bueno, pareciera que te hubieses orinado. — digo y Ryan asiente.— Buscaremos la manera. Primero, ayúdame a levantar. — dice Ryan y yo me muevo como pueda para poder ayudarlo como me pide.Pero, yo soy solo un pequeño conejo intentando levantar del suelo a un canguro. Así que, es bastante difícil para mí hacer algo así
Molesta, camino de un lado al otro, porque es evidente que ha estado bromeando conmigo. Después de todo, no es normal que camine bien por momentos o que sostenga su teléfono con firmeza y después deje caer este porque: ‘ha perdido fuerza en sus brazos por sentir tanto dolor.’— ¿Qué se cree ese loco? ¿Acaso piensa que soy fácil de engañar? ¿Cree que porque le apreté un poco fuerte su intimidad voy a creer todo lo que diga? No quiero ir a la cárcel, pero, tampoco puedo permitir que hagan conmigo lo que ellos quieran.El enojo me invade e incluso, miro la puerta con odio, pero, para mi fortuna, no ha tocado la puerta y por eso, suspiro profundo y miro a mi alrededor, para confirmar que realmente no hay una segunda puerta por donde puede entrar.‘No, en la sala de conferencias, él tocó la pared y esta se abrió, quizás aquí pasa lo mismo.
Mi mente hace corto circuito, porque no esperaba realmente que me dijera algo así, como tampoco pensé que estuviera bañándose. Bueno, siendo sincera, no pensé que hubiera un baño con una entrada secreta desde el armario.Así que, todo fue extraño desde la sala de conferencias, pero, no comprendo como todo me llevó a este punto, uno donde estoy siendo fuertemente presionada por mi esposo que parece demasiado desesperado por devorarme.— Ryan…Intento hablar más, pero, su beso es demasiado invasivo y por eso, hablar me resulta difícil. Así que, trago duro sabiendo que debería calmarme un poco y hablarle, porque la última vez que me alteré, terminé con un corte en el rostro.‘¡Usa eso a tu favor!’ me digo mentalmente.De inmediato, comienzo a quejarme y llevar mi mano en mi parte en la que fui herida antes. Así qu