Meses después Termino de grabar un anuncio, pero, algo me resulta extraño en el set. Por eso, miro hacia uno de mis guardaespaldas, que de inmediato, se acerca a mí, mientras el director da los agradecimientos por haber terminado los compromisos de hoy. — ¿Está todo bien? — pregunta mi compañera de trabajo. — Sí, es solo que me pareció ver algo extraño. — susurro. — Quizás pensaste mal, a veces el agotamiento hace que veamos algo que no somos conscientes que pensamos. — dice Elida. Le sonrío como respuesta, mientras me acerco a mi escolta que ya ha empezado a hablar con los demás que se supone que están vigilando todo a mi alrededor. — ¿Está todo bien? — pregunto preocupada. — No me han reportado alguna novedad. — dice Jerson. — Esperemos que sea el agotamiento. — digo y mis bebés se mueven en mi vientre recordándome que ellos también están agotados. — Con esto ha terminado el trabajo de hoy, ¿siempre va a ir a la empresa? — pregunta Jerson y yo dudo. Trabajar como
El chico me observa con seriedad, mientras su arma sigue apuntando a mi vientre de tal forma que ante un mínimo error, no dudaría en que dispararía causándole daño a mis hijos. Por eso, debo actuar con prudencia antes de que acabe conmigo.— Analiza bien que es lo que te sirve, porque claramente, ya tienes un negocio que te da muy buenas ganancias, pero, por no hacer este trabajo te dará una propiedad que vale billones de dólares. >> Si hacemos cuentas y no es con la intención de dañar tu orgullos, ¿Cuántas personas debes matar para poder obtener todo ese dinero y comprar una propiedad tan increíble? — pregunto y él me sonríe.— Solo debo matar cinco personas importantes y tendré ese dinero.— ¡¿Tan bien pagan como asesina?! ¡¿Están recibiendo hojas de vida para pedir trabajo?! — pregunto sorprendida.El chico aleja un poco el arma mientras se burla por mi reacción.— Pensé que te compadecerías por las personas que materia, no que me pedirías trabajo.— Como puedes ver, estoy embaraz
Cuatro meses han pasado desde que yo hablé directamente con él, porque cosas relacionadas a mi embarazo o nuestro divorcio, se las he encargado a mis amigas o mi abogado. Pocas han sido las veces que nos hemos visto y solo han sido para citas médicas donde Hanna era quien hablaba con él, porque sentía que si me quedaba con él a hablar, cedería a un sentimiento que no es bueno, porque me hace cometer todo tipo de tonterías. Por lo que, hemos tomado la distancia que he querido. Porque aunque al principio me hablaba desde su propiedad y me contaba todas las cosas que hacía, yo no respondía ni mucho menos abría las cortinas o la ventana para que me viera. — Señora… — Entiendo lo que piensan, hemos estado distanciados y yo lo he querido así. Por lo que, es normal que piensen que este loca por preocuparme tanto. Pero, es su vida. El padre de mi hijo está en peligro de muerte, lógicamente no puedo quedarme de brazos cruzados en una fortaleza mientras desconozco que sucede con él. Ryan n
El arrepentimiento me golpea con fuerza, porque aunque tuve mis motivos para alejarme de Ryan, ahora estos son tan insignificantes al punto que quiero golpearme por castigarlo tan severamente, cuando he comprendido que para morirse no es necesario mucho. Rápidamente, intento correr hacia la fuente del caos, pero, Junior me toma del brazo negando con la cabeza, a lo que con mi mirada le estoy pidiendo que me permita avanzar, aunque eso no haga que Ryan sea encontrado rápido. — Es peligroso, señora y como le dije, el señor siempre nos ordenó mantener su seguridad. — ¿Por qué está pasando todo esto? Se supone que tenía todo bajo control. — digo mientras intento avanzar. — Está viendo la magnitud del accidente, señora. Así que, quiero preguntarle: ¿podrá manejar esto si nos acercamos más? No sé si mi respuesta sea realmente la que cumpliré, pero, debo hacerlo, porque aunque mis emociones no sean algo que pueda controlar, debo intentarlo por el bien de mis hijos. — Daré todo de mí pa
Horas después Las horas pasan y seguimos sin recibir alguna buena noticia, mi gente, aparece y los camarógrafos que no se atreven a acercarse a mí, me toman fotos desde la fortaleza humana en la que me encuentro. Algunos me observan con odio, otros familiares, intentan atacarme, pero, los chicos son los que se interponen en su camino hacia mí. Por lo que, yo solo miro hacia los escombros, mientras continúo esperando alguna respuesta. Pero, el desespero de no obtener lo que todos suplicamos, hace que salga del auto alertando a todos los presentes, mientras mi teléfono suena con insistencia sobre todo lo que seguramente dicen de mí. — Señora, lo mejor es que no salga. — Deben decirnos algo, necesito que me den una respuesta. — digo intentando levantarme, pero, los chicos se acercan tanto a mí que siento que me roban aire valioso para respirar. — Señora, entienda que lo mejor es que se quede en el interior del auto, están trabajando para encontrar a los sobrevivientes, así que, hay
Las personas ignoran que también soy una humana y por eso, comienzan a lanzarme parte del escombro en la que ha quedado la empresa. Por eso, mis escoltas hacen un muro humano que me hace negar e intentar salir porque no puedo permitir que se lastimen de esa forma por protegerme. — Debemos marcharnos, señora. — dice Bob abriendo la puerta de copiloto. — No puedo irme como si nada… — Si quiere que no sean golpeados, lo mejor es que se marche. — dice Bob y yo niego, porque sé que si huyo, no me dejarán volver por más que se lo pida. Así que, arriesgando mi vida, abro la puerta y salgo corriendo del auto, mientras mis hombres me cubren el cuerpo. Ruth, entiende lo que quiero hacer, así que, abre la puerta del restaurante más cercano y me hace entrar mientras los chicos cierran las persianas para que no dañen la infraestructura con los restos de lo que antes era la empresa de Ryan. — ¡Eso fue una locura, señora! ¡No vuelva a exponerse así! — grita Michael. — Debía hacer algo o los ma
Al estar todos concentrados en sus heridos, la mayoría no nota que yo estoy presente, con cubrebocas y ropa grande que uso en casa para estar cómoda. Los chicos, siguen cerca intentando darme una silla o lo que necesite, pero, no son tan sobreprotectores como antes, con el fin de no hacer obvio quien soy. Más personas salen, unos llorando o quejándose, otros están inconscientes. Pero, ninguno es Ryan y eso solo aumenta mi angustia. Porque si todos están diciendo que él si estaba en la empresa, ¿Por qué rayos no aparece? El tiempo continúa pasando y el desespero ya no puede más conmigo cuando solo faltan cinco personas por ser encontrada y Ryan es una de ellas. Los rescatistas están agotados, pero, no se dan por vencidos. Hanna, Nina e incluso, Aleksander han adelantado todo su trabajo para venir a acompañarme, pero, ni siquiera su presencia me ayuda a sentirme mejor, porque yo necesito ver a Ryan. — ¡Los hemos encontrado! — grita un rescatista y yo siento como mi corazón late fre
El alivio me invade por saber que Ryan ha aparecido y no es si es esa calma que hace que sienta el dolor con más fuerzas, por lo que, comienzo a gimotear más fuerte, asustando a Hanna. — Debes ser fuerte, Day. Las cosas están saliendo bien incluso en medio del caos, así que, no puedes darte por vencida. — dice Hanna mientras los paramédicos intentan estabilizar mi condición. Mi cuerpo duele tanto que no soy capaz de decir una sola palabra, sin poder evitarlo, cierro y abro mis ojos como si algo quisiera arrastrarme a la inconsciencia, pero, yo necesito saber que sucede con Ryan. Así que, me esfuerzo en mantenerme despierta mientras menciono el nombre del hombre con el que he pasado tantas cosas. — Deben llevarme al mismo hospital donde él se encuentra. — digo en un susurro. — Sí te llevarán donde quieras, así que, no te des por vencida, por favor. — dice Hanna llorando. Llegamos al hospital, donde ya me esperan mis escoltas y varios médicos, los paramédicos dan informe de mi es