Al estar todos concentrados en sus heridos, la mayoría no nota que yo estoy presente, con cubrebocas y ropa grande que uso en casa para estar cómoda. Los chicos, siguen cerca intentando darme una silla o lo que necesite, pero, no son tan sobreprotectores como antes, con el fin de no hacer obvio quien soy. Más personas salen, unos llorando o quejándose, otros están inconscientes. Pero, ninguno es Ryan y eso solo aumenta mi angustia. Porque si todos están diciendo que él si estaba en la empresa, ¿Por qué rayos no aparece? El tiempo continúa pasando y el desespero ya no puede más conmigo cuando solo faltan cinco personas por ser encontrada y Ryan es una de ellas. Los rescatistas están agotados, pero, no se dan por vencidos. Hanna, Nina e incluso, Aleksander han adelantado todo su trabajo para venir a acompañarme, pero, ni siquiera su presencia me ayuda a sentirme mejor, porque yo necesito ver a Ryan. — ¡Los hemos encontrado! — grita un rescatista y yo siento como mi corazón late fre
El alivio me invade por saber que Ryan ha aparecido y no es si es esa calma que hace que sienta el dolor con más fuerzas, por lo que, comienzo a gimotear más fuerte, asustando a Hanna. — Debes ser fuerte, Day. Las cosas están saliendo bien incluso en medio del caos, así que, no puedes darte por vencida. — dice Hanna mientras los paramédicos intentan estabilizar mi condición. Mi cuerpo duele tanto que no soy capaz de decir una sola palabra, sin poder evitarlo, cierro y abro mis ojos como si algo quisiera arrastrarme a la inconsciencia, pero, yo necesito saber que sucede con Ryan. Así que, me esfuerzo en mantenerme despierta mientras menciono el nombre del hombre con el que he pasado tantas cosas. — Deben llevarme al mismo hospital donde él se encuentra. — digo en un susurro. — Sí te llevarán donde quieras, así que, no te des por vencida, por favor. — dice Hanna llorando. Llegamos al hospital, donde ya me esperan mis escoltas y varios médicos, los paramédicos dan informe de mi es
Pronóstico delicado… había escuchado esas palabras por separado y no me parecían peligrosas o causantes de dolor, pero, justo ahora que se han unido para definir la condición de Ryan, me han hecho llorar. — No pienses lo peor, es solo que… — ¿La historia va a repetirse? — pregunto en un susurro lastimero. — Day… — Mi padre duró un tiempo enfermo y murió en un hospital, ¿la historia se repetirá? — No es así. — Perdón, no será la misma historia, porque como pedí que todo fuera diferente para cuidar a mi padre en sus últimos días aunque fuera estando en una cama sufriendo, ahora la vida me da lo que pedía pero quien recibirá mi cuidado será Ryan. >> Pedí durante estos días de búsqueda que me dieran la oportunidad de recompensar a Ryan por todo lo que le he hecho pasar y mira cómo me responde la vida a mi petición. No lo puedo creer. — Day… Yo hago una señal de silencio, porque siento que en cualquier momento podría gritar o lanzar todo a mi paso, si me dicen algo más. Así que, r
Al día siguiente Aunque dije que lo mejor era que volviera Ryan con su exnovia, debo reconocer que no me agrada en lo absoluto que eso suceda. Por eso, intento no pensar en ello y cuidar de Ryan, tanto como sea posible. Por eso, continúo contándole cosas interesantes justo como él lo hacía cada noche desde su habitación. Entonces, comprendo que hablar incluso de cosas triviales con la persona que uno quiere, es bastante liberador. Pero, no escuchar una respuesta causa tanta angustia que no es posible para mí mantenerme feliz por hablarle a Ryan. Sin embargo, eso no hace que me dé por vencida, ya que, él no se dio por vencido conmigo y yo debo darle un poco de la gratitud por volver con vida. — Señora Volkova… — dice Martin. — ¿Qué sucede? — pregunto confundida por la preocupación en su mirada. — Lamento molestarla con esto, pero… — ¿Hay algún problema? — Sí, el asunto del derrumbe no deja de escalar en los niveles de problemas y por eso, es necesario seguir indicaciones. Obse
Quiero llorar, deseo gritar y decir que estoy muy molesta por lo que está sucediendo. También quiero maldecir a quien causó esto y gritar a las familias que piden comprensión, pero, me atacan o a Ryan. Pero, no puedo actuar así, porque no puedo ser la esposa inmadura de Ryan que solo interviene para aumentar los problemas, si no que, debo actuar prudentemente para ayudar a solucionar esto lo mejor posible. — Pido disculpas por mi actitud, señora Volkova. — No estoy sola, señorita, el vicepresidente que ha sacado tiempo de su proceso de recuperación, para poder ayudarme a tomar la mejor decisión posible para esto, pero, parece que para usted es una divertida reunión para tomar el té. >> Esto es serio, señorita periodista. Tiene la oportunidad de ser un portavoz para las familias que buscan consuelo y no puedo dárselo si el enviado toma esto como si fuera una broma. — digo con seriedad. — No volveré a cometer el error, señora Volkova. — Madeleine, estamos en vivo y los comentarios
La periodista continua las preguntas, mientras yo observo a Ryan, incluso, nos revisan varias veces frente a ellos, pero, eso no la detiene a ella. Así que, soy yo quien decide terminar con esta entrevista sin fin. — Ahora, si no es más, me gustaría descansar. Me siento muy agotada para seguir con esto. — susurro y ella de inmediato, se alerta. — Espere un momento, señora Volkova, ya hablamos de lo que sintió al enterarse de la noticia, de su relación con el señor Volkova, la muerte de su padre y las medidas que han tomado para enfrentar esta crisis. >> Pero, las personas que ven esta grabación, quieren saber ¿Cómo maneja todo esto? ¿Qué es lo que hace que no deje todo atrás y que alguien más se encargue? Usted no tiene experiencia en estos asuntos, así que, ¿Qué la impulsa a encargarse de todo? — El amor. — digo siendo sincera por primera vez en muchos meses llenos de dolor, distanciamiento y angustias. La chica de inmediato sonríe por mi respuesta y yo giro mi rostro para mira
Un quejido me hace despertar y yo abro mis ojos rápidamente, implorando que no sea un sueño o un error. Hanna, quien duerme en el sofá frente a mí, no parece ser la causante de los quejidos. Así que, me levanto para revisar si está todo bien con Ryan. Mientras camino hacia él, imploro que pronto mejore, por eso, comienzo a masajear su cuerpo confiando que eso lo haga despertar pronto, pero, lo que causo es que el quejido que escuché, vuelva a aparecer, aturdiéndome un poco. — ¿Ryan? — pregunto mirando hacia los ojos que parecen moverse un poco. Aunque no se abren, puedo ver que lo intenta, por eso, presiono el botón de enfermeras, mientras lo llamo varias veces, hasta que finalmente abre sus ojos. — ¡Ryan, has despertado! — digo con los ojos llenos de lágrimas. — ¡¿Qué sucede?! ¡¿Quién se atrevió a hacerte daño?! — grita Hanna. Los escoltas que ha enviado su padre, entran encendiendo las luces y eso, hace que Ryan cierre los ojos con molestia. — ¡Apaguen las luces, a Ryan le mo
Intento procesar lo que acabo de escuchar, pero, no hay manera de que yo haya escuchado mal, porque el que no me reconozca, solo justifica porque me observa con tanta frialdad y desinterés, cuando él me miraba con mucho amor. — Ryan… — Señor Volkova para usted, pequeña. — Hablo en serio, Ryan, si esto es una broma, detente. — digo y él suspira profundo, pero, haciendo ello se lastima. — Rayos… — ¡¿Estás bien?! — digo corriendo tan rápido como puedo. Toco levemente su cabeza, pero, él aparta mi mano con desagrado, dejándome completamente aturdida por su reacción. — No me toque, no me agrada que extraños me toquen. — dice Ryan con frialdad. — No soy una extraña. Tenemos un año de habernos casado, Ryan. — Me está agotando todo esto, mujer. Acabo de despertar de algo que casi acaba con mi vida, así que, no complique más todo cuando tengo muchas cosas que hacer. — ¿No me reconoces? — ¿Debería hacerlo? — pregunta Ryan. Respiro profundo, porque es más de lo que espere que podría