Todo el sentimiento de rechazo que Liam había experimentado desde niño por parte de su padre, ese día se había manifestado con todo su esplendor y se sentía como un extraño en esa mansión. Después él decidió confrontar a Arturo y lo busco.
Arturo estaba como siempre con su cabeza metida entre un montón de documentos y con él estaba su asistente que siempre lo acompañaba. Cuando Liam entro a su estudio le dijo con su rostro muy serio:
—Quiero que hablemos. —Arturo mandó a salir a su asistente.
—¿Qué quieres hablar?
—Quiero saber en dónde está mi verdadera familia, quiero irme con ellos.
Arturo comenzó a reírse con ironía y meneó la cabeza como negando.
—Lo ves todo tan fácil, eres tan niñito aún, si supieras por todo lo que hemos pasado por tenerte en esta familia; Y ahora pretendes irte, qué tonto eres, pero si quieres intentarlo hazlo, no te lo voy a impedir, pero dudo que el Patriarca te lo permita, nadie puede zafarse de él. ¿Por qu
Liam después de su cita con Natalie se encontró con Bruce y Andrew y se fue con ellos un rato a un bar a beber algunos tragos. Él regresó antes de las once de la noche y en la mansión todos se habían retirado a dormir. Cuando él subió dirigiéndose hacia su habitación, el pasillo estaba oscuro y en silencio, solo se oían sus propios pasos. Cuando ya faltaban pocos metros para llegar, oyó el susurro de unas voces que salían del otro lado del pasillo que conducía al ala derecha de la mansión. Aquellas eran unas voces femeninas y parecía que eran dos o tres mujeres que susurraban. Liam se detuvo y puso atento su oído, en un principio pensó que eran Roy y Frida en el salón del tv, pero eran tan tenues las voces qué le pareció imposible que ellas pudieran emitir tan débiles sonidos como si se tratara de hadas que charlaban entre sí.
Liam tenía días deseando que Mariem se quedara a su lado y su embarazo había propiciado todo para que su deseo se cumpliera; pero la duda lo invadió, él sentía que ella no estaba siendo del todo sincera, pero le daba temor equivocarse negando al niño sin saber si en verdad era suyo. Mariem sabía que Liam estaba dudando entonces decidió separarse de él de una vez por todas. Por la noche lo buscó y lo encontró en el estudio del abuelo detrás del escritorio fumándose un cigarrillo y le dijo: —Si no crees que es tuyo quiero irme a Londres, no tengo intenciones de amarrarte a un matrimonio obligado. —¿En verdad te quieres ir? —Le dijo él restregando el cigarro en el cenicero. —Sabes que sí, eso es lo que más deseo. Liam se levantó de la silla y se acercó a ella. —Si ese niño es mío sabes no te lo puedes llevar tan lejos. —No me voy a quedar contigo los próximos meses, no pienso dejar que estés negando a mi hijo humillándolo co
En el oráculo de Escocia recibieron a Edgardo, el Profeta principal de los nueve clanes de los vampiros híbridos que había sido enviado por el Rey. El Máximo Omar y los demás líderes del oráculo de los Gotdianst lo recibieron; el hombre había ido por unos asuntos en específico, que eran: el ataque de la bruja que había dado muerte a varios líderes del oráculo y al Patriarca Liam Avram, también quería conocer al nuevo liderazgo y cerciorarse que todo estuviera funcionando bien en el clan. Ellos lo llevaron a la sala donde los líderes difuntos habían enfrentado el ataque. El hombre observó con detenimiento el lugar mientras ellos le contaban la versión que tenían de los hechos. El Profeta preguntó: —¿Por qué están tan seguros que fue una mujer? El Máximo respondió: —Mi padre la vio
Mariem estaba en el salón tocando el piano cuando de pronto su celular sonó, era Carl que la estaba llamado desde Inglaterra. Ella en voz baja le dijo: —Llámame en cinco minutos, voy a mi habitación. Estando encerrada en su habitación él la volvió a llamar: —¿Cómo has estado? —Preguntó Carl. Mariem se puso algo nerviosa y estaba a punto de llorar y le dijo: —No tan bien. —¿Qué sucede? —Preguntó él con la voz apacible que Mariem amaba. A ella le temblaban los labios y sus ojos se llenaron de lágrimas porque sabía que lo perdería, en ese momento sentía que los planes que tenía con él se le iban de su manos como una seda que se lleva el viento. —Carl, no podré ir contigo. —¿Por qué dices eso? —Las cosas no salieron como se suponía debían salir. —Pero ¿me podrías explicar al menos? —No me puedo divorciar. —Me dejas en las mismas, sigo sin entender ¿acaso ese canalla te negará el divor
Liam recordó que le había dado órdenes a Gerar de seguir a Mariem y supo de inmediato que dentro del sobre había fotos y se le aceleró el corazón, él recordó cuando ella negó que había salido con otro hombre ese mes que en que quedó embarazada, entonces apretó los sobres entre sus manos y sintió que una ola de calor le subía por todo su cuerpo y pensó: "Si se quedó con algún tipo cuando estuve en New York voy a saberlo ahora mismo" Liam iba a abrir uno de los sobres pero un pensamiento lo detuvo: "Si ella se ha estado acostando con otro después que regresamos de los Àngeles, eso significa que me mintió de su embarazo. —Él suspiró—. ¡Ay Mariem espero y no me estés mintiendo! me sentiré como un perfecto idiota" Liam deseaba con todas sus fuerzas que ella no le hub
Liam se había quedado solo en el apartamento que tenía de soltero y pasó el resto de la tarde fumando marihuana y cigarrillos pensando en todo lo que había sucedido y no pensaba en regresar a la mansión, pero de pronto Jostin lo llamó a su celular, él no quería contestar pero su tío le marcó varias veces, entonces tomó la llamada con desgano: —Dime tío. —Debes venir de inmediato, William ya sabe todo, quiere entregarte el anillo de bodas de Mariem, mañana mismo se la llevará a Londres, ya te podrás imaginar cómo está de ofendido, así que prepara tu mejor cara de payaso y ponla para que te dé el coñazo que te mereces. Liam salió del apartamento y se fue a la mansión a dar la cara a su tío, cuando subió a su auto y puso sus manos la volante vio su anillo de bodas y pensó que en cuestión de minutos s
Mariem se levantó despacio y lo miró como una serpiente llena de odio y con una sonrisa burlona le dijo: —¡Príncipe¡ que me casé con un Príncipe, me pregunto lo que haría papá si supiera que no eres más que un muerto de hambre usurpador. —Y de que te vale a ti tener sangre noble cuando no pasas de ser más que una p**a. —Puta, eso es lo que se te ocurre decirme, claro, tu madre lo era y piensas que todas las mujeres somos iguales. —No deberías meter a mi madre en esto. —Que pasa David, ¿te avergüenza tu pasado y tu verdadero origen? —No me digas David, solo el abuelo Liam lo hacía y tú no tienes derecho. Mariem se acercó al escritorio y tomó el documento de divorcio y la pluma que había dejado su padre y lo firmó. Después lo mi
Mariem estaba empacando algunas cosas en una pequeña maleta cuando su padre entró de repente y miró lo que hacía y le dijo: —¿Qué estás haciendo? —Me voy. —¿A dónde se supone que vas a estas horas? —Me voy papá, no voy a volver contigo a Londres, tengo en mi vientre un hijo que no tiene sangre aristócrata, no me quedaré contigo esperando que humilles a mi hijo. —No te doy mi autorización de salir de esta mansión, mañana te devuelves conmigo a Londres. —Liam cumplió su palabra, al menos en eso mantuvo su decencia. —¿Qué estás queriendo decir? —Me dio su anillo, mi vida y mi embarazo son ahora mi asunto, me iré lejos donde no te cause vergüenza, nadie aquí sabrá que hay un bastardo en la familia.