En los días siguientes Liam notó que Rous estaba muy relajada, y estaba feliz cultivando el jardín de la casa cantando, y parecía que se sentía segura de su relación, pero eso lo inquietaba a él, la conocía lo suficiente y podía discernir que Rous había hecho algo con Mariem, y sin la más mínima premeditación la agarró y le dijo:
—Dime que no fuiste a olfatear a Mariem.
—¿De qué hablas?
—¿Lo hiciste verdad?
—¡No!
—Te conozco, dime, ¿conseguiste algún rastro mío en ella?
Él la agarró del brazo y se lo apretó duro causándole dolor:
—Hay me lastimas, está bien si lo hice, y no, no tiene rastros de ti, además sé que no te gustan las zorras como ella, es una p**a igual a Layla.
Liam decidió cambiar los guardaespaldas de Mariem, por unos hombres de su confianza para que le informaran sus movimientos, ya que él consideraba que Daniel Gilbez más que un guardaespaldas, era en realidad su confidente, su objetivo era saber si Carl se acercaba a ella o no. Mariem se puso furiosa cuando por la mañana se enteró que tenía un par de tipos que según ella la iban a seguir a todas partes invadiendo su privacidad, y les prohibió acercarse a ella y se fue adentro a contarle a la tía Roy y a su prima Frida. Ella lo llamó por teléfono y con mal tono le dijo: -¿Dónde está mi guardaespaldas y con qué derecho pones a dos tipos a seguirme a todas partes? -Ya cálmate, sólo es por tu seguridad. —Él lo dijo riéndose sentado con una pierna cruzada en su oficina. -Pues no lo acepto, tampoco te permito tomar decisiones por mí. -¿Olvidas que soy el jefe de la familia y que yo soy quien decido cómo cuidarlos? -Serás muy jefe y muy lo que se te dé
Al otro día Mariem delante de algunos en casa le dio el día libre a Lama para que fuera a ver a su familia, Lama se retiró y se cambiaron, Lama de quedó como Mariem en casa y saldría después de las diez, y Mariem salió como Lama y se fue a pasar tiempo a solas en la montaña donde acostumbraba a hacer meditación. Liam estaba en plena alerta por la pronta llegada de Carl, él no quería a permitir que se llevara a Mariem a Londres. Pasaron tres días, Mariem salía a donde quería y se alquiló un convertible y ahí paseaba con sus amigas. Un día Liam salió de la oficina en su coche y paró en un semáforo, de pronto él vio a una mujer en un convertible que se parecía a Mariem. "Pero... y ese auto, estoy seguro de que es ella, la seguiré, seguro se va a ver con ese tipo" A Liam se le estaba subiendo la sangre y la siguió de lejos, él se imaginaba lo peor, pero a la final descubrió que sólo iba a donde una amiga. "Bueno, no anda con el idiota, pero se quier
Como ya faltaban pocos días para el tercer aniversario de noviazgo entre Liam y Rous, ella quería celebrarlo yéndose con él a Los Ángeles y pasar allí en fin de semana. —¿No te parecería estupendo mi príncipe, ir y pasar allá el fin de semana juntos a solas. Liam la tomó por la cintura y le dijo: —Por supuesto que sí princesa, y debemos celebrar el doble. —¿Por qué el doble? —No te lo había contado, pero adelante la partida de Mariem de la mansión, en dos semana se irá a Londres, y como los papeles del divorcio ya están, sólo debemos esperar ocho semanas para que se haga efectivo en el tribunal, y nos casaremos. —Es una maravillosa noticia, ha sido difícil para mi el que estés casado con ella, no veo la hora
Rous tenía un fuerte presentimiento, y de pronto recordó que por una milésima de segundo vio a una rubia frente al ascensor, y cayó en cuenta que se parecía a Mariem, aunque no estaba del todo segura porque la había visto una sola vez y de lejos, entonces se puso un vestido largo vino tinto y unos zapatos negros de tacón y se fue al ascensor y se quedó en varios pisos olfateando para comprobar si se trataba de Mariem, hasta que llegó a uno en donde pudo confirmar sus sospechas; ella deseó con todas sus fuerzas que eso no estuviera sucediendo, y en ese momento ella comprendió que las dudas que ella sentía con la presencia de Mariem en la vida de Liam no eran producto de sus locos celos, era en realidad una alarma que ahora estaba gritando con lo que daba en todo su ser y sintió que un fuerte sentimiento de derrotismo la invadía, y regresó a la habitac
A partir de esa noche Liam y Rous no se volvieron a ver sus caras. En la mañana ella se marchó del hotel escoltada por algunos guardaespaldas que Liam había enviado. En Chicago busco sus cosas y regresó a su mundo sin mirar atrás. Mariem estaba sufriendo por Carl y sentía hacia Liam un gran resentimiento, él se había convertido para ella en un símbolo de desgracias, y solo deseaba que llegara el momento de marcharse a Europa y no volverlo a ver en su vida. Semanas antes Liam sentía que estaba recuperando el control de su vida; ahora se sentía perdido y solo en esa habitación, estaba impotente y no sabía ni que era lo que estaba sintiendo, su vida había dado mil vuelta a la redonda, en cuestión de días y no podía hacer nada al respecto, nada de lo planeado había salido y solo debía continuar, con un cigarro en la boca y un vaso de whisky intentaba calmar la ansiedad, y pensaba en Mariem y la forma como había invadido su vida. Después que Liam y Rous terminaron
Él la miraba deseoso de sus labios y Mariem estaba paralizada y sentía que temblaba por dentro, entonces Liam le dio un beso tierno, como si esa fuera la primera vez que sus labios se encontraban, ella pudo percibir que la había besado diferente y correspondió por unos segundos, pero su corazón estaba herido y no podía confiar en él, entonces se alejó, Liam no la quería soltar y ella le dijo: —¿Por qué juegas conmigo? —No juego. —Si lo haces.—¿Por qué correspondiste a mi beso?Le dijo él mirándola fijamente a los ojos. —Me iré en unas semanas, no tiene sentido que me hables así. —Puedo retractarme y no dejarte ir. —No puedes hacer eso. Ella lo dijo alzando la voz.—Si puedo, sólo debo decirle al tribunal del oráculo que eres maravillosa y te quedarías conmigo. —No me voy a quedar contigo. —¿Me odias? —No te odio, pero no pienso perder mi libertad por quedarme con un hombre como tú. —¿Y cómo soy? —No pretendo humillarte. —Anda dilo, ¿me r
La noche siguiente Liam despertó con un fuerte ruido que sintió pero no sabía de qué se trataba, y se estuvo sentado en la cama esperando por un momento, luego se levantó y salió de la habitación y ver que había sido, pero todo estaba en silencio; entonces decidió recorrer el pasillo y encontró a Mariem tirada en el suelo casi inconsciente, ella delirando recitaba oraciones al dios del caos en lengua sagrada. A Liam le pareció extraño que ella conociera de dicha lengua, entonces la llevó cargada a su habitación y llamó a sus tíos, Mariem estaba encendida en fiebre y temblaba mientras deliraba, entonces llamaron al médico que llegó casi de inmediato y logró la temperatura. Al otro día ella estaba convaleciente en su cama y aún tenía fiebre pero estaba controlada. Entonces Liam fue a verla y en sus ojos ella pudo notar que él estaba p
Los días siguientes Mariem estaba incómoda con los guardaespaldas que Liam aún no le había cambiado, entonces como se la estaban llevando mejor, ella fue a la oficina a pedirle que les devolviera de nuevo a sus antiguos cuidadores. —Quiero que vuelvan ellos. —El tocándole su cabello le dijo: —Nena eso no está en mis manos, eso lo decide el coordinador de seguridad de la familia, él sabe cómo hace su trabajo. —Quiero que traigas a ese coordinador, creí que el Patriarca era el que daba las órdenes no él. —Si las doy, pero debo respetar el trabajo de cada quien, el de seguridad no es el mío. Por su puesto que él podía cambiar a aquellos hombres, pero en el fondo no quería que Carl se acercara a Mariem sin que él estuviera a