Kiora. Cafetería frente a la Catedral de Santa María de Asunta, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. Nada más entrar en la cafetería, y aunque a esas horas estaba abarrotada por varios de los invitados de la boda, todos muy bien vestidos, con sus mejores galas, para una boda católica de mediodía, no había duda donde se encontraba ese iceberg con patas, o mejor, como dice mi adorado Jean Paul, el clon más joven, sexy y atractivo, pero con la misma expresión de enfado que el incomparable profesor Severus Snape, de la saga de Harry Potter. Vamos, que pese a que atraía poderosamente la atención de todas damas con hormonas que estaban en la cafetería, a su alrededor había un significativo espacio libre, que denotaba que nadie se atrevía a traspasar esa aura gélido que tenía a su alrededor, por temor a congelarse irremediablemente. -” Definitivamente es Mr. Freezer. Espero no acabar como un puto polo de hielo, si acepta mi trato.”- pensé replanteá
Fazio. Catedral de Santa María de Asunta, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” Señor De Falco, la señorita Bell, la prima de su prometida, y su prometido, quieren hablar con usted antes de la boda, dicen que es urgente.”- oí que me decía uno de mis hombres, desde la puerta, mientras yo terminaba de ponerme la chaqueta de mi traje. Piero, y Renzo estaban también en la habitación de la Catedral, que habían adjudicado al novio, ambos estaban tomando una copa de vino, mientras esperaban que nos avisaran de que todo comenzaba. Ellos ya estaban preparados con el traje hecho a medida que les habían ordenado, y nunca mejor dicho, ponerse sus esposas, ya que serían sus acompañantes, llevarían del brazo a las damas de honor, que escoltarían a la que iba ser mi mujer, al altar. -” ¿Prometido? No sabía que Kiora, la prima de la cuñada tenía novio. ¿Te dijo algo tu mujer de que había invitado al prometido de su prima, jefe?”- preguntó con precaución,
Fazio. Catedral de Santa María de Asunta, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. Una vez que estuvimos a solas, fuimos directos al grano, entre hombres fuertes y decididos como nosotros, no valían los rodeos. -” Se quién eres, y a lo que te dedicas. También sé quién es Coorah, por eso tengo dos preguntas que hacerte ... y una advertencia.”- me dijo sin apartar su mirada, mientras permanecía frente a mí. La sensación era la misma que, posiblemente, se sentiría ante un duelo entre dos pistoleros, en el lejano oeste, mientras media quien era el más rápido, en acabar con el otro. -” Yo también tengo una pregunta, y una advertencia. Dispara primero, ya que eres el invitado.”- le dije mostrando seguridad, y tensión. -” ¿Qué pretendes con Coorah? ¿Y por qué ella no sabe quién eres?”- me dijo lanzándome sus preguntas con lentitud, pero de forma directa. -” No pretendo nada, ambos decidimos dar este paso, ella es mi mujer, es mía y esa es la única ex
Coorah. Catedral de Santa María de Asunta, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” ¿Dónde demonio está metida esa maldita loca? ¿Qué estará inventado? ¡Por dios, estoy que me como las uñas!”- dije en voz alta mientras me movía inquieta por la habitación. Faltaba solo quince minutos para que comenzara todo, y Kiora aún no había aparecido. Tenía miedo de que no apareciera, la necesitaba cerca, tenía que ser ella quien me entregara, aunque fuera acompañada del padre de Fazio, el señor Santino, tenía que estar, era el único familiar que me importaba, sólo me casaría una vez en la vida, y mi Kiora, mi hermana tenía que estar allí, a mi lado. Además, me sentía intranquila por la aparición de Thomas, por lo que puediera decirle a Fazio, ¿Se iba a descubrir todo, esta vez, justo antes del “sí, quiero”? Eso no podía pasar, no se podían destruir mis planes, cuando estaban casi en la yema de mis dedos. Aunque, lo que verdaderamente me preocupaba era l
Coorah. Catedral de Santa María de Asunta, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. Comencé a caminar por el pasillo, mirando ligeramente al suelo, temiendo alzar la cabeza, para que nadie notara lo nerviosa que estaba. -” Levanta la cabeza Dulce, mira a tu hombre, y todo pasara, te los aseguro, ver ese regalo del cielo, que has elegido como tuyo, te quieta todos los males. ¡Por dios que envidia te tengo!”- me dijo la loca de mi prima, en español, haciéndome sonreír, disipando algo mis nervios, para levantar la cabeza, y mirar a Fazio que ya me miraba desde el altar. El impacto visual, en mi interior, al mirar a ese Adonis, que ahora estaba más impactante que nunca, lo sentí como físico, mis manos temblaron, mi corazón golpeó con fuerza en mi pecho, y perdí el aliento. La pervertida, se activó como nunca, mientras gritaba enloquecida, dentro de mí, muy emocionada. -” ¿Qué haces estúpida? Corre hacía ese hombre, agárralo cuanto antes, y no lo sue
Fazio. Rumbo al banquete de boda en los jardines de Villa de los De Falco, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” Fazio De Falco, ¿Tienes que ser tan obvio? nunca había pasado tanta vergüenza en mi vida.”- me dijo con timidez, y una sonrisa traviesa, que no podía disimular, la que ahora era mi esposa legal, mientras yo la atraía hacia mí, con enormes ganas de besarla. Entendía su azoramiento, acaba de alzarla entre mis brazos, nada más salir de la catedral, mientras miles de pélalos de flores blancas, y arroz, caían sobre nosotros, para que, con impaciencia, depositarla dentro de la limusina, mientras los gritos de alegría, gesticulaciones de adoración de las féminas, y vítores de emoción masculinos, ante la escena que presenciaban, por parte de los invitados que nos rodeaban, se escuchaban de forma evidente. -” Vaya, algo debo de estar haciendo mal, si ya la magnífica y deseable señora De Falco se está quejando del mal hacer de su marido a
Narrador. Jardines de Villa de los De Falco, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. Aunque, durante la recepción del banquete, antes de que llegaran los novios, mientras Kiora le presentaba a la familia De Falco, su cara mostraba la serena expresión tranquila y falta de emociones que le ha había hecho ganarse el apodo que su actual prometida le había dado, en su interior, Heng Thomas tenía una necesidad imperiosa de sonreír al notar las reacciones poco controladas, intentado parecer una mujer enamorada de su prometido, pero difícilmente consiguiéndolo, la tensión y repulsa, casi patológica, que sentía la próxima heredera de los De Falco, por quien sería su marido, era muy evidente. Al propio Heng le gustaba observar como la salvaje rebelde, daba pequeños saltos cuando él le colocaba su mano en su cintura, o en la espalda, mientras la acompañaba entre los invitados, para las protocolarias presentaciones, hasta le parecían divertidas las miradas d
Narrador. Jardines de Villa de los De Falco, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” ¡Ni lo sueñes, maldito salido!... yo no me voy a la cama con ...”- comenzó a decirle, pero el empresario, continúo hablando, estaba vez con una sonrisa incontrolablemente inquietante en los labios, tras oir sus palabras. -” ¿... y nos pasamos los próximos dos días creando una historia lo sufrientemente creíble para que no quede dudas a tu familia de nuestro extraño, y casi increíble, enamoramiento? ... ¡Vaya, señorita Bell!, no esperaba que tan pronto ya tuviera esos pensamientos, ¿Ya está deseando tanto mi cuerpo, que con unas ligeras palabras ya se ve en mi cama? Me siento alagado, ¿O es que tiene miedo de no poderse controlar, si está en una habitación de hotel conmigo, a solas?”- las palabras del empresario crearon miles de emociones, y todas negativas, algunas hasta homicidas, en el interior de la australiana, casi quedándose sin palabras, que se ahogaro