Fazio. Piso de soltero de Fazio, en la capital Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” ¿Cómo anda el gran jefe esta mañana?”- oí la voz de Piero desde mi despacho, en el que me había encerrado desde que me había levantado esta mañana. -” Aún anda enojado, se pueden ver los nubarrones más negros, sobre su cabeza, más oscuros, incluso, que los que tenía ayer, cuando Nona, y nuestras mujeres, lo echaron de la villa, con la excusa de guardar la tradición de no ver a la novia, un día antes, de la boda.”- dijo Renzo, respondiendo a mi otro cuñado. -” Quien deberíamos estar con un humor de perros somos nosotros, que también fuimos exiliados, y eso que ya estamos casados, encima con el humor que tenía anoche, en la pequeña fiesta que le hicimos como despedida de soltero, con la mirada que se gastaba, ayuntó a todas las damas que intentaban ligar con nuestros compañeros solteros...”- dijo Piero antes de que yo lo interrumpiera. -” De que te quejas Piero, en realidad
Coorah. Villa principal de la familia De Falco, la capital Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” No sé de lo que hablas.”- me dijo Kiora enluciendo mis palabras, mientras se centraba en trabarme, con alfileres, una de las pinzas del corpiño, para luego cocerlo. Solo pude reírme ante su reacción. Justo en ese momento sonó el móvil de Kiora, y yo salte, para ir a agarrarlo, pensando que, tras el secuestro inhumano de mi móvil, y el de Fazio, mi inteligente futuro esposo, había conseguido la manera de comunicarse conmigo. Ni me importó las quejas, y amenazas de clavarme un alfiler, de mi pesada prima, ya había deshecho algo su trabajo, con mi bruco movimiento tratando de atrapar su móvil, y me miraba enfadada. -” ¿Quién es Severus Snape? ¿Desde cuándo te gusta Harry Potter?”- pregunté al ver el identificador de llamada en la pantalla del móvil, algo decepcionada por no ver el nombre de Fazio. -” ¡Mierda! ¿Qué hace ese gilipollas llamando? ¿Pero yo no lo habí
Kiora. Catedral de Santa María de Asunta, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” ¿Estás segura de lo que estás diciendo?”- preguntó nerviosa mi Dulce tras la peligrosa noticia que acaba de comunicar. Yo tampoco me lo había creído al principio, incluso creí ver visiones cuando vi esa mañana, mientras me dirigía a la habitación de la catedral que se había destinado para la novia, cuando vi a través de la vidriera de colores que estaba semiabierta en el pasillo, como, entre los jardines interiores de la catedral, donde se reunían los invitados antes de entrar a la catedral, una alta figura fría e inquietante, que yo reconocería en cualquier lugar, no estaba sólo varios hombres de negro lo acompañaban. El maldito miraba entre los invitados buscando a alguien, y no tuve dudas de a quién buscaba ese desgraciado, su objetivo era mi prima. Podía poner las manos en el fuego, estaba casi segura de que mi padre le había ordenado a Heng que se saltara e
Kiora. Cafetería frente a la Catedral de Santa María de Asunta, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. Nada más entrar en la cafetería, y aunque a esas horas estaba abarrotada por varios de los invitados de la boda, todos muy bien vestidos, con sus mejores galas, para una boda católica de mediodía, no había duda donde se encontraba ese iceberg con patas, o mejor, como dice mi adorado Jean Paul, el clon más joven, sexy y atractivo, pero con la misma expresión de enfado que el incomparable profesor Severus Snape, de la saga de Harry Potter. Vamos, que pese a que atraía poderosamente la atención de todas damas con hormonas que estaban en la cafetería, a su alrededor había un significativo espacio libre, que denotaba que nadie se atrevía a traspasar esa aura gélido que tenía a su alrededor, por temor a congelarse irremediablemente. -” Definitivamente es Mr. Freezer. Espero no acabar como un puto polo de hielo, si acepta mi trato.”- pensé replanteá
Fazio. Catedral de Santa María de Asunta, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” Señor De Falco, la señorita Bell, la prima de su prometida, y su prometido, quieren hablar con usted antes de la boda, dicen que es urgente.”- oí que me decía uno de mis hombres, desde la puerta, mientras yo terminaba de ponerme la chaqueta de mi traje. Piero, y Renzo estaban también en la habitación de la Catedral, que habían adjudicado al novio, ambos estaban tomando una copa de vino, mientras esperaban que nos avisaran de que todo comenzaba. Ellos ya estaban preparados con el traje hecho a medida que les habían ordenado, y nunca mejor dicho, ponerse sus esposas, ya que serían sus acompañantes, llevarían del brazo a las damas de honor, que escoltarían a la que iba ser mi mujer, al altar. -” ¿Prometido? No sabía que Kiora, la prima de la cuñada tenía novio. ¿Te dijo algo tu mujer de que había invitado al prometido de su prima, jefe?”- preguntó con precaución,
Fazio. Catedral de Santa María de Asunta, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. Una vez que estuvimos a solas, fuimos directos al grano, entre hombres fuertes y decididos como nosotros, no valían los rodeos. -” Se quién eres, y a lo que te dedicas. También sé quién es Coorah, por eso tengo dos preguntas que hacerte ... y una advertencia.”- me dijo sin apartar su mirada, mientras permanecía frente a mí. La sensación era la misma que, posiblemente, se sentiría ante un duelo entre dos pistoleros, en el lejano oeste, mientras media quien era el más rápido, en acabar con el otro. -” Yo también tengo una pregunta, y una advertencia. Dispara primero, ya que eres el invitado.”- le dije mostrando seguridad, y tensión. -” ¿Qué pretendes con Coorah? ¿Y por qué ella no sabe quién eres?”- me dijo lanzándome sus preguntas con lentitud, pero de forma directa. -” No pretendo nada, ambos decidimos dar este paso, ella es mi mujer, es mía y esa es la única ex
Coorah. Catedral de Santa María de Asunta, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” ¿Dónde demonio está metida esa maldita loca? ¿Qué estará inventado? ¡Por dios, estoy que me como las uñas!”- dije en voz alta mientras me movía inquieta por la habitación. Faltaba solo quince minutos para que comenzara todo, y Kiora aún no había aparecido. Tenía miedo de que no apareciera, la necesitaba cerca, tenía que ser ella quien me entregara, aunque fuera acompañada del padre de Fazio, el señor Santino, tenía que estar, era el único familiar que me importaba, sólo me casaría una vez en la vida, y mi Kiora, mi hermana tenía que estar allí, a mi lado. Además, me sentía intranquila por la aparición de Thomas, por lo que puediera decirle a Fazio, ¿Se iba a descubrir todo, esta vez, justo antes del “sí, quiero”? Eso no podía pasar, no se podían destruir mis planes, cuando estaban casi en la yema de mis dedos. Aunque, lo que verdaderamente me preocupaba era l
Coorah. Catedral de Santa María de Asunta, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. Comencé a caminar por el pasillo, mirando ligeramente al suelo, temiendo alzar la cabeza, para que nadie notara lo nerviosa que estaba. -” Levanta la cabeza Dulce, mira a tu hombre, y todo pasara, te los aseguro, ver ese regalo del cielo, que has elegido como tuyo, te quieta todos los males. ¡Por dios que envidia te tengo!”- me dijo la loca de mi prima, en español, haciéndome sonreír, disipando algo mis nervios, para levantar la cabeza, y mirar a Fazio que ya me miraba desde el altar. El impacto visual, en mi interior, al mirar a ese Adonis, que ahora estaba más impactante que nunca, lo sentí como físico, mis manos temblaron, mi corazón golpeó con fuerza en mi pecho, y perdí el aliento. La pervertida, se activó como nunca, mientras gritaba enloquecida, dentro de mí, muy emocionada. -” ¿Qué haces estúpida? Corre hacía ese hombre, agárralo cuanto antes, y no lo sue