Narrador. Villa de la familia Costa, capital Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” ¡No pude ser, mamá! ¡No es cierto! ¡Me estás mintiendo...! Lo dices porque quieres probarme ¿Verdad? ¡Dime que me estas mintiendo!”- la voz alterada de única hija de los Costas, resonaba en su habitación, mientras su madre la miraba con algo de tristeza, al mismo tiempo que enfurecida, en su interior, maldecía mil veces a Fazio De Falco, ante la humillación que le había hecho a su hija. Hacía una hora que ambas habían recibido el reporte del espía que, la señora Costa, tenía entre el personal de servicio de la casa familiar de los De Falco. Ese espía era el que le había informado de los intensos preparativos que se estaban llevando por motivos de la inminente boda del nuevo cabeza de familia de los De Falco, motivo por el cual, su hija Stella y ella, se habían emocionado hacía unos días, pensando que, en la proclamación de Fazio como el nuevo Don de la 'Ndrangheta, se anuncia
Fazio. Una de las propiedades de negocios de la familia De Falco en las afueras de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” ¡Explícame! ¿Cómo ha podido suceder esto, Renzo?”- le pregunté a mi consigliere, después de que el me explicara lo que había pasado con el extraño accidente de tráfico. Desde que había dejado que mis hombres se llevaran a mi mujer a la villa para que todos los posibles ataques que pudieran producirse, al no haber conseguido, de primeras, su objetivo, se centraran en mí, y así protegerla. En ese momento, pensé que yo era el objetivo del ataque, que, al parecer, quién quiera que intentara sacarme de en medio, era un puto temerario que no sabía, o no quería saber, lo caro que iba a pagar esta acción, por eso me separé de mi mujer, no deseaba que fuera un daño colateral. Mientras era trasladado a una de las propiedades que pertenecen nuestra organización, para que, no sólo estuviera protegido, sino que, además, averiguara que era lo que de
Coorah. Villa principal de la familia De Falco, la capital Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” ¿Así este es el recibimiento especial que, según tú, ibas a darme, maldita desertora?”- esta fue la frase con la que, la psicópata de mi prima, hizo que me despertara de un salto, con el corazón tan acelerado que tenía muchas posibilidades de sufrir un infarto, mientras yo, al mismo tiempo, daba un bote, nada recomendable, en la cama, ya que tenía muchas posibilidades de provocarme algún tipo de contractura muscular, por la brusquedad del movimiento. Desorientada, intenté recuperar la normalidad de mi ritmo cardiaco, mientras me llevaba una mano al pecho para clamar mi corazón. Miré con advertencia, y clara amenaza, a la sonriente y descarada mujer que tenía delante, que no se mostraba para nada arrepentida de casi asesinar a su única prima, de un susto de muerte. -” ¿En tu mundo de fantasía no existe la delicadeza, maldita bruja asesina?”- le dije como claro re
Fazio. Piso de soltero de Fazio, en la capital Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” ¿Cómo anda el gran jefe esta mañana?”- oí la voz de Piero desde mi despacho, en el que me había encerrado desde que me había levantado esta mañana. -” Aún anda enojado, se pueden ver los nubarrones más negros, sobre su cabeza, más oscuros, incluso, que los que tenía ayer, cuando Nona, y nuestras mujeres, lo echaron de la villa, con la excusa de guardar la tradición de no ver a la novia, un día antes, de la boda.”- dijo Renzo, respondiendo a mi otro cuñado. -” Quien deberíamos estar con un humor de perros somos nosotros, que también fuimos exiliados, y eso que ya estamos casados, encima con el humor que tenía anoche, en la pequeña fiesta que le hicimos como despedida de soltero, con la mirada que se gastaba, ayuntó a todas las damas que intentaban ligar con nuestros compañeros solteros...”- dijo Piero antes de que yo lo interrumpiera. -” De que te quejas Piero, en realidad
Coorah. Villa principal de la familia De Falco, la capital Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” No sé de lo que hablas.”- me dijo Kiora enluciendo mis palabras, mientras se centraba en trabarme, con alfileres, una de las pinzas del corpiño, para luego cocerlo. Solo pude reírme ante su reacción. Justo en ese momento sonó el móvil de Kiora, y yo salte, para ir a agarrarlo, pensando que, tras el secuestro inhumano de mi móvil, y el de Fazio, mi inteligente futuro esposo, había conseguido la manera de comunicarse conmigo. Ni me importó las quejas, y amenazas de clavarme un alfiler, de mi pesada prima, ya había deshecho algo su trabajo, con mi bruco movimiento tratando de atrapar su móvil, y me miraba enfadada. -” ¿Quién es Severus Snape? ¿Desde cuándo te gusta Harry Potter?”- pregunté al ver el identificador de llamada en la pantalla del móvil, algo decepcionada por no ver el nombre de Fazio. -” ¡Mierda! ¿Qué hace ese gilipollas llamando? ¿Pero yo no lo habí
Kiora. Catedral de Santa María de Asunta, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” ¿Estás segura de lo que estás diciendo?”- preguntó nerviosa mi Dulce tras la peligrosa noticia que acaba de comunicar. Yo tampoco me lo había creído al principio, incluso creí ver visiones cuando vi esa mañana, mientras me dirigía a la habitación de la catedral que se había destinado para la novia, cuando vi a través de la vidriera de colores que estaba semiabierta en el pasillo, como, entre los jardines interiores de la catedral, donde se reunían los invitados antes de entrar a la catedral, una alta figura fría e inquietante, que yo reconocería en cualquier lugar, no estaba sólo varios hombres de negro lo acompañaban. El maldito miraba entre los invitados buscando a alguien, y no tuve dudas de a quién buscaba ese desgraciado, su objetivo era mi prima. Podía poner las manos en el fuego, estaba casi segura de que mi padre le había ordenado a Heng que se saltara e
Kiora. Cafetería frente a la Catedral de Santa María de Asunta, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. Nada más entrar en la cafetería, y aunque a esas horas estaba abarrotada por varios de los invitados de la boda, todos muy bien vestidos, con sus mejores galas, para una boda católica de mediodía, no había duda donde se encontraba ese iceberg con patas, o mejor, como dice mi adorado Jean Paul, el clon más joven, sexy y atractivo, pero con la misma expresión de enfado que el incomparable profesor Severus Snape, de la saga de Harry Potter. Vamos, que pese a que atraía poderosamente la atención de todas damas con hormonas que estaban en la cafetería, a su alrededor había un significativo espacio libre, que denotaba que nadie se atrevía a traspasar esa aura gélido que tenía a su alrededor, por temor a congelarse irremediablemente. -” Definitivamente es Mr. Freezer. Espero no acabar como un puto polo de hielo, si acepta mi trato.”- pensé replanteá
Fazio. Catedral de Santa María de Asunta, en la ciudad de Cosenza, del territorio de Cosenza, Calabria, Italia. 2024. -” Señor De Falco, la señorita Bell, la prima de su prometida, y su prometido, quieren hablar con usted antes de la boda, dicen que es urgente.”- oí que me decía uno de mis hombres, desde la puerta, mientras yo terminaba de ponerme la chaqueta de mi traje. Piero, y Renzo estaban también en la habitación de la Catedral, que habían adjudicado al novio, ambos estaban tomando una copa de vino, mientras esperaban que nos avisaran de que todo comenzaba. Ellos ya estaban preparados con el traje hecho a medida que les habían ordenado, y nunca mejor dicho, ponerse sus esposas, ya que serían sus acompañantes, llevarían del brazo a las damas de honor, que escoltarían a la que iba ser mi mujer, al altar. -” ¿Prometido? No sabía que Kiora, la prima de la cuñada tenía novio. ¿Te dijo algo tu mujer de que había invitado al prometido de su prima, jefe?”- preguntó con precaución,