Antonio Ramos
La cena no fue como me lo esperaba. Tenía muchas espectativas hechas en mi cabeza y solo hizo llegar Sarah Bodremon para poner todo de cabeza. Intencionalmente.
El chófer se detiene en el hotel y salimos. Caminamos hasta nuestras habitaciones, nadie ha dicho nada desde que nos subimos al auto. Se nota que está algo tomada y aún asi no deja de verse hermosa. Se detiene en su puerta y entra, dejándola abierta. Continúo hasta la mía y entro. Me quito la ropa para darme un buen baño y acostarme, por suerte no tengo trabajos que adelantar.
Después de ducharme y peinarme me voy a la cama y algo rojo llama mi atención, la agenda o diario de la secretaria de Amanda. No sé si abrirlo o no. Quizás deba hacerlo y mañana regresarse lo como si nada pasó. Pero no sé.
Escritora anónima
Anoche estaba masturbándome con u
Antonio RamosNo me puedo contener así que abro el misterioso apunte. Empiezo a leer lo que parecen ser narraciones de novelas eróticas. Algo llama mi atención y es que creo que he leído esto ya, si no me equivoco esto es de las historias de la escritora anónima y al parecer esta chica le anda haciendo plagio.Saco mi celular y busco el último capítulo de la chica anónima y si coincide con el que está en la agenda, aunque hay otros más que no están publicados en la plataforma. Eso quiere decir que ella es la escritora. Salgo de la cama para ir hasta su habitación a enfrentarla. Lo que menos me iba a imaginar es que ella llegaría tan fácil a mis manos.Entro a su habitación y no está por ningún lado, mejor la espero.La escritora anónimaHe preguntando en la recepción y nadie me sabe decir, solo que vuelva en la mañana cuando el maletero
Antonio RamosSus expresiones casi me hace reír, aún está buscando las palabras antes de hablar, pero al parecer no las encuentra. Lo que menos se iba a imaginar que yo sería quien recibió la llamada cuando casi explotaba de excitación. Da un paso hasta mi y me quita su agenda.—Solo fue una llamada —dice caminando hasta su cama.—Muy ardiente, de hecho —digo cruzándome de brazos.—Si, bastante —dice ignorando mi mirada —ahora... ¿Te puedes largar?—Deberías agradecerme —digo mirándola fijamente.—Gracias —finje una sonrisa de agradecimiento.—Sabes bien como deberías agradecerle—Esta charla como que se está esextendiendo mucho —hace una pausa —No me voy acostar con usted, no me interesa agradecerle de esa manera.—Mmmmm veo que le gusta que le rueguen, pero eso no pasará, tú si vendrás a robarme que
Sarah BodremonDecidimos darnos un chapuzón ya que la temperatura lo ameritaba. Antonio Ramos no relajado la mandíbula desde que me quité el vestido. Los ojos han estado encima de mi y la misma Wesly dijo que si fuese lesbiana ya me habría comido el coño que bastante rico se ve. Me sonrojé y Javier le dió toda la razón. Antonio nos fulminó con la mirada, pero lo ignoré. Ahora estoy tomando de una rica piña colada que me ofreció Javier. Wesly no ha parado de coquetearle a Antonio y aunque él no le para bolas, aceptó ir a cenar con ella esta noche.—Fue un placer conocerlos. Me iré a descansar un poco —digo y me despido de Javier y salgo de la piscina con sus ojos sobre mi.—Es temprano guapa —dice Lukas.—Yo igual tengo una videoconferencia en media hora —dice y toma la toalla de la tumbona. Yo me adelanto y lo dejo detrás. Entro al ascensor
Sarah BodremonBajé a mi habitación en cuestión de segundos, había olvidado la cita con Javier. Entré y me desnudé para darme una ducha. Aseguré mi cabello para que no se mojara para así hacerme unas lindas hondas y llevar mi pelo suelto. Salgo luego de lavar mis dientes, me pongo un albornoz y empiezo a risarme el pelo, luego me maquillo y busco un vestido negro ceñido al cuerpo más arriba de las rodillas. Unos tacones rojos de agujas que hacen juego con mi labial rojo mate, unos accesorios. Me detengo frente al espejo para soltar mi pelo recogido y darle un poco de estilo.Llaman a la puerta, doy un vistazo y veo que no tiene seguro, quizás sea la chica a cambiar las toallas.—Adelante —digo ordenando mi pelo.—¿A dónde vas? —pregunta Antonio mirándome de pies a cabeza.—Tengo una cita y lo sabes... —Lo miro y continúo retocando mi pelo.
Antonio RamosLos días pasaron rápido y la falta de sueño ahora me está pasando factura. Quiero descansar unos días, pero tengo mucho por hacer aquí en la empresa. Pero hoy dormiré temprano para recuperar el sueño perdido.Respondo correos, firmo solicitudes, participo en algunas videoconferencias y envío algunas donaciones al orfanato de la ciudad.Son las 3:45 y Amanda no se ha reportado ni ninguna de sus secretarias, aunque quisiera ver a la encargada de relaciones públicas, Barbara la que lo complace en todo.La puerta de abre y Amanda entra muy energética y deja caer un folder sobre la mesa.—Tu y mi secretaria lo hicieron muy bien, están en todos los periódicos y eso... —señala el folder —Los Rinaldi quieren que vuelvan para cenar y hacer unos negocios.—Interesante —digo sin interés.—Si de na
Sarah Bodremon Después de haber publicado el capítulo me tocó digitar más de 10 documentos y esta es la hora que aún no he terminado. Hoy me juntaré con dos ex compañera del instituto. Quizás vayamos por unos tragos. Lo necesito. El fin de semana también quiero pasar tiempo con mi familia.Debo salir más, gastar dinero y divertirme. Eso de estar encerrada solo escribiendo y trabajando ya me está estrenando.También debo pensar en que le diré a las chicas cuando empiecen a preguntar de donde saco dinero, ya que es obvio que trabajando de secretaria no justifica que viva en una apartamento como en el que vivo. Aunque mis padres no estén mal económicamente.Y quiero hacerle una propuesta, quizás la acepten ya que vivirán cerca las dos juntas.Antonio Ramos Quedé fmde visitar a una vieja amiga o de quizás salir que comer,&nbs
Sarah Bodremon Las chicas aún están en shock. Pero algo en sus miradas me dice que la idea le parece estupenda.Siempre he querido tener una tienda erótica. Ayudaría a muchos, lo sé. Ya tengo todo planeado, tengo un local en mente, lo de la inauguración y publicidad del negocio.—Acepto —dice Nashla levantando las manos.—Yo igual —dice Ruth tomando de su segundo trago.—Muy bien chicas, les diré los detalles —hago una pausa y bebo de mi Margarita, ya que el vino me tenía cansada —La tienda estará en el centro comercial Bluesky, ahí hay muchas tiendas de ropa, restaurantes, bares, no hay áreas para niños y siempre está abarrotada de personas. Hablé con el dueño del edificio para alquilar el espacio que están rentando. He pedido algunas cosas. El lanzamiento será en una semana. No creo que me vaya a presentar y les pagaré para que guarden el secreto d
Sarah Bodremon Todos se mueven apresurados, ya que el abuelo del gran jefe, se ha aparecido de sorpresa y ha pedido una reunión casi con todo el personal, sin previo aviso. Camino por el pasillo tratando de que nadie me tumbe o me rompa los lentes.—Que caos —dice Abel pasándose a mi lado.—Lo mismo digo —digo apresurando el paso. Vamos al compás y tratando de no chocar con nadie. Aquí hay más de 100 empleados y una reunión a última hora es un caos total.—¿Qué harás el viernes? —pregunta abriéndome una puerta que siempre me ha resultado pesada.—Después de trabajar, creo que nada —digo dejando que otra persona pase por la puerta.—Te invito a mi cumpleaños, lleva a las chicas — extendiendo una tarjeta —Ese es mi número, el de abajo no está en funcionamiento.—Gracias —digo guardando la tarjeta sin darle un vistazo. En