Sarah Bodremon
Bajé a mi habitación en cuestión de segundos, había olvidado la cita con Javier. Entré y me desnudé para darme una ducha. Aseguré mi cabello para que no se mojara para así hacerme unas lindas hondas y llevar mi pelo suelto.
Salgo luego de lavar mis dientes, me pongo un albornoz y empiezo a risarme el pelo, luego me maquillo y busco un vestido negro ceñido al cuerpo más arriba de las rodillas. Unos tacones rojos de agujas que hacen juego con mi labial rojo mate, unos accesorios. Me detengo frente al espejo para soltar mi pelo recogido y darle un poco de estilo.Llaman a la puerta, doy un vistazo y veo que no tiene seguro, quizás sea la chica a cambiar las toallas.
—Adelante —digo ordenando mi pelo.
—¿A dónde vas? —pregunta Antonio mirándome de pies a cabeza.
—Tengo una cita y lo sabes... —Lo miro y continúo retocando mi pelo.
Antonio RamosLos días pasaron rápido y la falta de sueño ahora me está pasando factura. Quiero descansar unos días, pero tengo mucho por hacer aquí en la empresa. Pero hoy dormiré temprano para recuperar el sueño perdido.Respondo correos, firmo solicitudes, participo en algunas videoconferencias y envío algunas donaciones al orfanato de la ciudad.Son las 3:45 y Amanda no se ha reportado ni ninguna de sus secretarias, aunque quisiera ver a la encargada de relaciones públicas, Barbara la que lo complace en todo.La puerta de abre y Amanda entra muy energética y deja caer un folder sobre la mesa.—Tu y mi secretaria lo hicieron muy bien, están en todos los periódicos y eso... —señala el folder —Los Rinaldi quieren que vuelvan para cenar y hacer unos negocios.—Interesante —digo sin interés.—Si de na
Sarah Bodremon Después de haber publicado el capítulo me tocó digitar más de 10 documentos y esta es la hora que aún no he terminado. Hoy me juntaré con dos ex compañera del instituto. Quizás vayamos por unos tragos. Lo necesito. El fin de semana también quiero pasar tiempo con mi familia.Debo salir más, gastar dinero y divertirme. Eso de estar encerrada solo escribiendo y trabajando ya me está estrenando.También debo pensar en que le diré a las chicas cuando empiecen a preguntar de donde saco dinero, ya que es obvio que trabajando de secretaria no justifica que viva en una apartamento como en el que vivo. Aunque mis padres no estén mal económicamente.Y quiero hacerle una propuesta, quizás la acepten ya que vivirán cerca las dos juntas.Antonio Ramos Quedé fmde visitar a una vieja amiga o de quizás salir que comer,&nbs
Sarah Bodremon Las chicas aún están en shock. Pero algo en sus miradas me dice que la idea le parece estupenda.Siempre he querido tener una tienda erótica. Ayudaría a muchos, lo sé. Ya tengo todo planeado, tengo un local en mente, lo de la inauguración y publicidad del negocio.—Acepto —dice Nashla levantando las manos.—Yo igual —dice Ruth tomando de su segundo trago.—Muy bien chicas, les diré los detalles —hago una pausa y bebo de mi Margarita, ya que el vino me tenía cansada —La tienda estará en el centro comercial Bluesky, ahí hay muchas tiendas de ropa, restaurantes, bares, no hay áreas para niños y siempre está abarrotada de personas. Hablé con el dueño del edificio para alquilar el espacio que están rentando. He pedido algunas cosas. El lanzamiento será en una semana. No creo que me vaya a presentar y les pagaré para que guarden el secreto d
Sarah Bodremon Todos se mueven apresurados, ya que el abuelo del gran jefe, se ha aparecido de sorpresa y ha pedido una reunión casi con todo el personal, sin previo aviso. Camino por el pasillo tratando de que nadie me tumbe o me rompa los lentes.—Que caos —dice Abel pasándose a mi lado.—Lo mismo digo —digo apresurando el paso. Vamos al compás y tratando de no chocar con nadie. Aquí hay más de 100 empleados y una reunión a última hora es un caos total.—¿Qué harás el viernes? —pregunta abriéndome una puerta que siempre me ha resultado pesada.—Después de trabajar, creo que nada —digo dejando que otra persona pase por la puerta.—Te invito a mi cumpleaños, lleva a las chicas — extendiendo una tarjeta —Ese es mi número, el de abajo no está en funcionamiento.—Gracias —digo guardando la tarjeta sin darle un vistazo. En
Narrador Omnisciente Abel se acerca a las chicas y con él su "jefe" que a medida que se va acercando parece ser más joven de lo normal.—Hola chicas gracias por venir —dice Abel dándole un beso a cada una.—Muchas gracias —dicen Ruth y Nashla mientras Sarah está anonadada mirando al chico.—Entiendo tu cara de terror —dice Abel dándole una sonrisa —Él es Arturo mi mejor amigo, el hermano menor de nuestro adorable jefe —dice haciendo notar el sarcasmo.—Son dos malditas gotas de agua, solo que este más joven y al parecer amable —dice al ver que el chico le extiende la mano con una sonrisa en el rostro.—Si y más guapo —dice saludando a las demás.Todos rien y deciden ir por algo de tomar aunque Sarah aún sigue en asombro y no deja de preguntarse por qué se le aceleró el corazón de pensar que era su jefe. Toma una Margar
Sarah Bodremon La desesperación por llegar y arancarnos la ropa, se siente en el aire. Estaciona en la entrada de una torre bastante fina. Nos bajamos y me toma de la mano. Las enormes puertas de cristal se abren dándonos paso a una recepción bastante llamativa. Saluda a la chica de la recepción y me arrastra hasta el ascensor. Me pega contra el espejo y no besamos sin importar quien pueda entrar, ni siquiera me percaté si había cámara, pero es que la boca de este semejante hombre me tiene aturdida y más acalorada.A pesar de que el trago no se sintió fuerte, aún lo siento en mi organismo haciendo efecto, poniéndome más acalorada y cachonda. La sensacion de estar encima de él, montando lo como si mi vida dependiera de ello, va en ascenso como el ascensor. Las puertas de abren dejándonos en una enorme sala. No me detengo a inspeccionar el lugar, porque lo único que quiero es ser follada y azotada hasta más no poder.
Sarah Bodremon La primera embestida fue cargada de deseo y lujuria. Sus manos se aferran a mi cintura dándome a entender que se siente posesivo. Me aferro a las sábanas dejando que el placer se apodere de mi. Sus movimientos, sus jadeos, su cuerpo es muy excitante. La forma de mirarme mientras su erecto miembro entra y sale es lo mejor. Estoy empapada y como no estarlo con semejante hombre montándome como mejor sabe.Según yo, esto es solo por una noche, pero mi cerebro y mi sexo están claro de que no. Querré más y más hasta saciar estas ganas que empiezan aumentar en mi. No tengo nada que perder, soy soltera y él... él ni se. Joder. Pero no puedo pensar en eso cuando siento que estoy llegando al infierno. El calor moja las sábanas debajo de nosotros. Sus ojos tienen un color oscuro y dilatado. Sus gruñidos me erizan la piel. Si esto es venir al infierno... Dios que me perdone pero seguiré viniendo.
Davis Abro los ojos y extiendo mi mano para buscarla y no está. No puede ser que se haya ido así nomas. Alcanzo a ver su bolso y respiro hondo. Segundos después sale del baño envuelta en una toalla y mojada.—Tendrás que volverte a bañar, porque quiero hacerte sudar —digo levantándome. Quedándome frente a ella totalmente desnudo con mi miembro más despierto que yo.Ella no habla solo deja caer su toalla. Su piel tiene algunas que otros marcas y me lamo los labios mientras me acerco más a a ella.—Estoy a su merced —dice dándose una vuelta dándome la mejor vista de su tremendo culo.—Como me gusta —digo tomándola de la cintura y besándola despacio. La empujo a la cama y subo sobre ella, desprendiéndome de sus labios que ya empiezan a ponerse rojos.Empiezo un camino de besos mojados hasta sus redondos y llenos senos. Pareciera como si estuviera op