Levanto mi cabeza al escuchar mi teléfono sonar, lo tomo y abro el mensaje de Mia.
"Buenos días, Sam. Recuerda que ahora estás en el instituto de nuevo y tienes que ir a clases... 😘😂 Luego me cuentas cómo te fue con el chico 😏"
— ¿Qué..?
Miro la hora y me levanto de golpe al ver que voy justa de tiempo. Corro al baño tomando mi cartera y ropa en el camino, me doy una ducha rápida y, como mujer prevenida vale por dos, saco mi cepillo de dientes junto con la pasta dental. Me seco y me visto a modo flash para luego salir y encontrar a un sexy Dylan aún dormido.
Sí que dio pelea en la madrugada... Hasta siento una pequeña incomodidad en mi vagina.
Tomo una hoja y un lápiz para dejarle una nota.
" Fue un placer haber pasado la noche contigo, Dylan. Siéntete orgulloso de tus habilidades. Es una desgraciada no poder repetir contigo.
Sam."
Dejo la nota en la mesa de noche y salgo de la habitación no sin antes dejar un pequeño beso en sus labios.
Una vez fuera del lugar tomo un taxi y le indico la dirección del instituto.
(°°°)
Una vez pagado al chofer me bajo del taxi y corro a mi clase con un dolor de cabeza gracias a la falta de comida.
Entro al salón disculpándome con el profesor por haber llegado tarde y me siento sin observar quién estaba a mi lado.
—Te ves muy mal...—dicen a mi lado y yo solo volteo a verlo para sonreír con sarcasmo.
— No me digas, Evans, si no me lo dices ni yo me entero. — levanta una de sus cejas, yo volteo y recuesto mi cabeza sobre la mesa.
<<Tengo hambre...>> Lloro para mí misma.
(°°°)
Durante la hora del almuerzo me senté con Emili como de costumbre, mientras charlamos animadamente noto que se queda repentinamente callada y sus ojos se tornaron asustados, enseguida baja la cabeza.
— Emi, ¿qué...—me callo cuando siento un líquido caer sobre mi. Volteo y no es nada menos que la rubia hija de su...
— Vaya, vaya... Pero si aquí está la gorda que se cree valiente. —dice la estúpida con una sonrisa maliciosa y un vaso vacío en su mano mirándome con superioridad.
En todo el lugar se hace silencio, algunos ríen y otros simplemente se quedan callados mirando espectante la escena.
Suelto un suspiro, me levanto y observo a la rubia sin ningún tipo de expresión mientras que ella me mira sin dejar de sonreír pensando que me dejaré humillar. No escogió el mejor día para joder mi paciencia.
Decepciona a tantas rubias la maldita...
Tomo su cabello con fuerza y esta chilla dejándome casi sorda, la tumbo sobre la mesa y agarro de la bandeja un poco de espagueti con salsa de tomate y carne, sonrío restregando lo todo por su cara y su ropa.
— ¡Maldita gorda! —grita enfurecida.
Tomo mi vaso de jugo y lo vacío sobre ella lentamente sin soltar su cabello.
Logra levantarse y trata de tirarse sobre mí, pero antes de que haga algo le encesto una bofetada que le hace girar el rostro y terminar de caerse al suelo.
Miro a mi alrededor y solo puedo ver miradas de sorpresa y oír expresiones de asombro. Vuelvo a ver a la rubia y me acerco con una mirada nada agradable mientras ella toca su mejilla, me ve con miedo e ira al verse humillada frente a todos y perder su posición.
— ¿En serio pensaste que dejaría que me humillaras, estúpida? Te lo advierto, niñita... No voy a tolerar que trates de pisotearme, no eres nadie en este mundo. Por tener un cuerpo de "modelo" no te hace mejor que yo, ¿escuchaste? Yo siendo una gorda, como dices tú, me cargo a hombres y mujeres que jamás se fijarían en alguien de tu clase.
Y sin más nada que hacer ahí salgo de la cafetería.
Camino por los pasillos intentando mantener la calma en lo posible, Emi viene tras de mí con apuro y la mirada llena de preocupación. Llego a mi casillero y tomo una muda de ropa extra que siempre llevo conmigo, en silencio nos dirigimos a las duchas.
— Sam, ¿estás bien? —pregunta Emi desde el otro lado de la ducha.
Abro la llave de la regadera y dejo que el agua tibia recorra cada parte de mi, llevándose lo desagradable y las malas vibras. Paso mis manos por mi cabello y todo mi cuerpo, suelto un suspiro cerrando los ojos.
— Estoy bien Emi, solo tengo que calmarme un poco. —respondo suavemente.
— No entiendo por qué Alice es tan mala…
— No daré opinión al respecto sobre eso, no conozco su vida y tampoco es de mi interés. Solo no quiero que vuelva a hacer algo similar porque entonces no me contendré y la dejaré morada. —declaro cerrando la llave. Salgo de la ducha, la rubia mira a otro lado avergonzada de verme desnuda— ¿Por qué tan avergonzada? —pregunto con una ceja alzada.
— Estás...desnuda. —responde con timidez.
Sonrío divertida y tomo una toalla para secarme, guardando dentro de mí todas las ganas de molestarla.
— No debes sentir vergüenza de ver el cuerpo femenino, princesa. No hay nada que ocultar, sabes lo que hay ahí. —me acerco a la chica que seguía negándose a verme. Suelto una suave risa y acaricio su cabello.
— Ay, princesa. Eres un encanto total, me dan muchas ganas de molestarte. —admito apretando sus mejillas. Me separo un poco de ella, tomo mi ropa y me dirijo a los vestidores para no hacerla sentir más incómoda y avergonzada.
Me miro en el espejo e inspecciono minuciosamente mi ropa hasta dar el visto bueno por el conjunto deportivo.
Salimos de los vestidores y nos sorprendemos al ver a Mark esperándonos apoyado en la pared.
<<¿Qué hace aquí?>>
Al vernos se pone recto y se acerca a nosotras con una mala expresión en su rostro, Emi me agarra del dobladillo del suéter y yo pongo mi brazo frente a ella mirándolo con precaución.
— No les haré nada —dice de la nada intentando tranquilizarlos.
— ¿Qué haces esperándonos aquí, Evans? —pregunto ignorando lo que dice.
Suelta un suspiro y mira a otro lado, acaricia su cuello notándose algo nervioso.
— ¿Estás… bien? —pregunta mirándome directamente esta vez.
Frunzo el ceño y asiento lentamente, extrañada.
— Eh, si… ¿Por qué te interesa saber eso? —niego con la cabeza— Olvídalo, no estoy de humor para nada. Nosotras nos vamos.
Rodeo a Emili con uno de mis brazos y la empujo un poco para irnos de ahí sin esperar a que el moreno dijera algo.
Ella tiene clases a las que asistir y yo… mejor me voy de aquí, no quiero pensar en volver a encontrarme con esa rata.
Han pasado unos días y no se deja de hablar de lo que pasó en la cafetería. Ya parecen disco rayado.Alice no ha hecho nada por momentos, pero sé que de seguro estará planeando la forma de joderme la existencia. De tantas películas que he visto ya sé cómo son los ambientes por aquí. Pensé que no eran así realmente, pero me equivoqué.Mis amigas se quedaron locas cuando les comenté lo que había pasado y quisieron tomar venganza, hasta Mia comenzó a recolectar información sobre la rubia."Ni el FBI ni la CIA es tan eficiente como una mujer en busca de información." Eso fue lo que dijo.No duró ni 2 horas y ya tenía las
Mia, Eliza y yo nos estábamos preparando para ir a la fiesta del amigo de Evans. Sería en casa de un tal Chase o no sé qué mierda, no recuerdo su nombre.— ¿Qué dicen? ¿Vestido o pantalón? —pregunta Mia.Liza y yo nos miramos y enseguida le responde: — El vestido te queda genial, pero mejor colócate el pantalón. Muestra mejor tu culo y no te meterán mano tan fácilmente.La pelirosa asiente y se coloca su pantalón azul eléctrico que, no puedo negarlo, le queda genial junto con un top blanco sin mangas.Eliza se coloca un pantalón negro rasgado junto con una camisa amarilla que le hace ver espectacular y más llamativa por el tono café de
La expresión de sorpresa que vi es algo que recordaré hasta en mi lecho de muerte, su cara se puso colorada y se encontraba totalmente nervioso. Evidentemente su amigo había escuchado mi proposición porque no dejaba de mirarnos con diversión.— Haz el sueño de muchos realidad, hermano —le entrega un juego de llaves y palmea su hombro con una mirada orgullosa—. Señoritas… —se despide con una reverencia que nos saca tanto a Lisa como a mi una sonrisa divertida.<<Qué agradable sujeto.>> Pienso mientras lo veo acercarse a bailar con Mia.Vuelvo a ver a Mark quien suelta un suspiro y aún nervioso nos hace un gesto para seguirlo al segundo piso. Subimos por las escaleras y seguimos por el corredor hasta llegar a la &
Había sido una puta locura lo que pasó en la fiesta.Cuando terminamos se instaló un silencio algo incómodo, pero por fortuna mis amigas llegaron a mi rescate a los pocos minutos.En ocasiones me pregunto si tienen algún tipo de sensor o algo por el estilo, siempre llegan en el momento indicado.Es lunes, eso significaba ver a Mark. Bueno, tampoco es que me importe y mucho menos me arrepiento de lo que pasó, pero siempre está esa pequeña sensación de vergüenza que me acuchilla en lo más profundo de mi ser por mi comportamiento. Cuando bebo me vuelvo más liberal y perra que de costumbre y estoy segura que si mi familia se enterara de eso no me dejarían salir ni a la cocina.Estaciono
Terminando de colocarme mis botas de tacón, tomo mi teléfono para mandarle un mensaje a Dylan indicando que me esperara en una cafetería que está cerca de mi casa. Me veo en el espejo verificando que todo esté como debe estar.Hace dos días me pinté el cabello, ahora es lila y me encanta. Mi atuendo está bien, mis zapatos limpios y mi maquillaje bien hecho. Bien, todo está en su lugar.Tomo mi bolso y salgo rápidamente de la casa despidiendome de mis amigas con un pico en los labios prometiendo que esta noche sería solo para chicas.<<¡Finalmente saldré con ese chico tan bello!>> chillé emocionada en mi mente apurando el paso hacia la cafetería. Iba con buen tiempo, quedamos en vernos a la 1 y son las
Cómo había prometido a mis amigas hoy iba a ser una noche solo para chicas, por lo tanto hoy simplemente veríamos series y películas.Estamos las cuatro en el salón acostadas sobre los colchones–también invitamos a Emily por lo que no estoy contando mal– viendo una maratón de The Good Doctor, comiendo cotufas y cualquier chuchería que encontrábamos.— Quiero llorar. —comenta Liza con la voz temblorosa al ver la escena del niño, Mia y yo asentimos en acuerdo. Esto era triste y muy doloroso.— ¡Esto no me gusta! Ese tipo lo está tratando mal. —lloriquea Mia.— Esto es muy triste. —dice Emily sorbiendo su nariz. Dos meses han pasado desde que ingresé al instituto y debo decir que me he divertido bastante. He conocido a casi todo el instituto y se puede decir que soy "popular", he ido a varias fiestas junto a las chicas y no he tenido sexo desde que estuve con Dylan—cosa que me desespera ya que soy medio ninfómana—. Todo se ha vuelto casi monótono por lo que hoy viernes iremos a la playa y nos saltaremos las clases.Me siento malota ahora.Ya organicé y preparé todo para poder ir a la playa con los demás a quedarnos en una casa que tiene mi tía por ahí.Ahora se estarán preguntando por qué mi tía me da tanta libertad y por qué nunca aparece. Simple, ella y yo tenemos un pacto dónde nadie se meterá en la vida de la otCapítulo 10
— Sam, tú penitencia es pasar el resto de la noche solamente en ropa interior y con esto puesto. —sentencia Lisa mientras que Mike me entrega unas orejas y una cola de gato que se utilizaban en juegos sexuales.¿En serio? ¿De dónde carajo sacan estas cosas?— Y tú... —Mark señala a Daniel— tu castigo es dejarte maquillar y vestir como una mujer el día de mañana y pasear así por la playa.— ¿¡Qué!? ¿Por qué a mí me ponen lo difícil y a ella lo suave? —exclama en reproche.— Créeme que ella tiene la peor parte — Dan me mira con una sonrisa que me hizo estremecer.Último capítulo