<<¡Alabados sean todos los dioses!>> Grité con felicidad dentro de mi cabeza al ver, por primera vez, una escuela americana.
Ha pasado un mes desde que llegué a Estados Unidos junto con mis mejores amigas a pasar 1 año en este país. Sinceramente no es mi lugar favorito en el mundo, pero, tanto Daniela como yo, perdimos contra Victoria al decidir a dónde iríamos primero. Aunque admito que hay cosas que me gustan de aquí.
Delante de mis ojos estaba el lugar al cual siempre quise ir por el simple hecho de que tenían lo que en mi escuela no había: casilleros, comedor, equipos y clubs, y lo mejor de todo... ¡Sin uniformes!
Bendito sea este país.
Me adentré en aquel enorme lugar mirando todo con admiración. Podía sentir la mirada de varias personas sobre mí, pero realmente me importaba poco. Yo simplemente observaba todo con deleite, desde los "nerds" hasta los "populares". ¡Ah, juventud ingenua!
Me acerco a un chico de piel oscura y con una gran sonrisa le pregunto: —¿Sabes dónde se encuentra la oficina del director?
Este me observa extrañado, pero me indica amablemente en dónde quedaba la oficina. Dándole las gracias y un beso en la mejilla me dirigí hasta encontrar la puerta que me indicaron. Toco suavemente con mis nudillos y entro cuando escucho un "Adelante ".
— Buenos días, ¿en qué puedo servirle? —pregunta el director.
— Quiero que me deje estudiar aquí por 2 meses.
¿Qué? ¡Quiero saber lo que es estar aquí!
El hombre me mira confundido de arriba a abajo para luego indicarme que tome asiento frente a él.
— Disculpe, señorita...—deja de hablar esperando a que me presente.
— Samanthe, Samantha García. —sonreí.
— Bien, señorita García, cómo puede observar nuestras clases ya han empezado hace unos meses atrás. ¿Por qué desea inscribirse solo por dos meses?
Suelto un pequeño suspiro llevando una mano a mi pecho con dramatismo.
— Oh, señor director. Usted no sabe nada de lo que he tenido que pasar toda mi vida en mi antiguo instituto... No había casilleros, los uniformes eran horribles...—lo miro con un horror fingido— Quiero saber lo que se siente estar en un instituto libre, señor director.
El hombre me mira fijamente sin decir nada durante unos segundos para luego soltar una fuerte carcajada a la cual me uno. Luego de un rato riendo se limpia las lágrimas y me observa con una sonrisa.
— Es la primera vez que conozco a una jovencita como usted. Me agrada y se ve que es buena persona. Su tía ya me había avisado que vendría hoy, no era juego cuando me comentó que usted es una joven especial. —habla sin dejar de sonreír.
Yo lo observo con emoción uniendo mis manos esperando a que siga hablando.
— ¿Entonces sí puedo entrar...?
(°°°)
Logré convencer al director que me dejara entrar en el instituto. Mis amigas no me acompañaran a esta locura porque quieren hacer otras cosas. Eliza quiere recorrer el lugar, Mei… Bueno, con ella ya se verá.
Salgo de la oficina del director dándole un abrazo y un beso en la mejilla con la condición de traerle mañana mismo mis documentos y así empezar de una vez el lunes.
Yo ya me gradué del bachillerato junto con las chicas en nuestro país, pero no quiero trabajar aún por lo que aprovecho en cumplir mi capricho.
¿Estúpido? Puede ser.
¿Innecesario? También. Pero soy joven, apenas cumplí 19 y quiero disfrutar.
Camino por el lugar haciendo un recorrido de exploración para no perderme luego. Memorizo dónde queda la cafetería, el lugar más importante, y la biblioteca.
— ¡Aléjate, estúpida! —Escucho decir a una chica con voz chillona cuando paso por uno de los pasillos.
— ¡Mira, la nerd quiere llorar! —dice otra voz igual de irritante.
¡Oh, está pasando de verdad!
Me acerco a donde escucho las voces y observo como dos chicas con vestimenta de zorras acorralan a una niña de 17 años aproximadamente.
Me siento como en esas películas americanas justo en este momento, es una locura. Pero mi instinto protector y justiciero se acaba de activar así que a la m****a mis fantasías por el momento.
Saco mi teléfono y se escucha cuando tomo la foto haciendo que las tres vean en mi dirección. Guardo mi teléfono y me acerco hasta donde ellas.
— Qué patéticas se ven ustedes molestando a una chica—digo con una sonrisa burlona, me pongo frente a frente a las niñas situando a la chica que molestaban detrás de mí.
— ¿Quién te crees estúpida?— Me pregunta la rubia mirándome con asco.
— Ay, por favor ¿eres alguna clase de tonta justiciera, gorda?
Yo río levemente negando con mi cabeza indicando a la rubia que está detrás de mí que se vaya tranquila. Una vez sola con las dos fresas vuelvo mi vista a ella.
— ¿Realmente piensan que por burlarme de mi peso son mejores que yo y me harán sentir mal? ¡Ja! Idiotas, ya desearán ustedes llegar a ser igual de maravillosas que yo.
Sin dejarles responder me voy del sitio. Tengo que llegar a mi casa antes de que las chicas me dejen sin comer.
(°°°)
Hoy es mi primer día de clase y la verdad estoy muy entusiasmada de conocer nuevas personas.
Aún puedo recordar cuando le dije a las chicas que volvería a estudiar.
Flash Back
—¡Putas mías!— grito al llagar a la casa.
— ¡Samantha!— advierte mi tía.
- ¡Te amo tía!- Subo corriendo a mi habitación.
Cuando entro me lanzo sobre Mia dándole un beso en el cuello.
— ¡Bájate maldita!—Me grita Mia.
Río y me bajo para darle un beso a Eliza en la mejilla.
—Les tengo una noticia...
—Chuta... Estás embarazada...—dice Liza fingiendo tristeza.
— Ya te cogiste a media ciudad— Le sigue Mia habiéndose la sorprendida.
— ¡No, ya sé! ¡Compraste un dildo gigante!— vuelve a decir Liza mirándome con fingido horror.
Hijas de...
— Ustedes son crueles. ¡Claro que no, idiotas!—río negando con la cabeza— ¡Eso será para después!
— ¿Entonces?—preguntan ambas ya impacientes.
— ¡Me metí en el instituto otra vez!
Y... Silencio.
Fueron unos segundos para oír las fuertes carcajadas de mis perras amigas.
—¡Eh!—me quejo.
—Ya vi que se cogerá a todo el instituto.—Liza ríe con fuerza mientras que Mia trata de respirar.
Malditas...
Fin del Flash Back
Todo el fin de semana se rieron de mí y de mi decisión alegando que no aguantaré ni un mes sin manosear a alguien.
¡Me siento indignada por tal acusación!
Me dirijo a donde la secretaría a retirar mis horarios y así encaminarme a mi primera clase del día. Abro la puerta y entro de lo más normal ya que el o la profesora aún no llega, me siento en la tercera fila sintiendo varias miradas curiosas sobre mí.
La profesora entra y cada quien se sienta en su lugar correspondiente.
—Buenos días chicos— saluda la profesora—. Hoy tenemos una nueva alumna. Párate, por favor.
Yo me levanto con una sonrisa.
– Mi nombre es Samantha García.
(°°°)
A la hora del almuerzo me dirijo a la cafetería donde están la mayoría de los estudiantes. El lugar está a reventar, pero aun así fui e hice la fila porque muero de hambre y se me olvidó mi almuerzo al salir.
Estuve 10 minutos esperando para poder tener mi almuerzo. Busqué una mesa libre y, al encontrarla, me senté para empezar a comer felizmente.
— D-Disculpa...—levanto la vista encontrar a la niña del otro día— ¿Puedo sentarme contigo?
— Claro linda. —dije amablemente mientras que se sienta frente a mí.
Es una niña muy tierna. Cabello rubio, piel blanca llena de pecas y unos hermosos ojos color avellana que me daban la sensación de querer abrazarla y protegerla.
Ya me hice fan de esta chica.
– Gracias por ayudarme el otro día.– sonríe tímidamente con las mejillas levemente sonrojadas.
Me enamoré.
– No te preocupes, linda, no tienes que agradecerme. —dijo con una sonrisa acercándome a ella para acariciar su cabeza a lo que ella sonríe.
– Me llamo Emili...
– Mucho gusto, soy Samantha.
Comemos con tranquilidad hablando de nosotras mismas, cuando nos levantamos alguien choca contra mí haciendo que casi me caiga, pero logro estabilizarme a tiempo para evitar esa desgracia y no pasar pena. Me volteo a ver quién me chocó y encuentro a un chico alto, cabello negro y ojos casi negros, posee una piel morena y facciones marcadas.
Esto es el paraíso.
— Fíjate por donde andas, chica nueva. —dice él tratando de sonar amenazante.
Yo río ante su intento de intimidarme haciendo que me mire extrañado.
— Mejor trata de intimidar a otra persona porque a esta que está aquí—me señaló a mí misma—nunca podrás intimidarla.
Y sin más me doy la vuelta para caminar junto a Emili para acompañarla a su siguiente clase.
Al terminar las clases saquo mi teléfono mientras camino por los pasillos del instituto marcando a Liza.Llamada telefónica...— ¿Qué pasó, nena? — dice al contestar.— Hola linda ¿Quieres ir a una discoteca esta noche?— Claro nena, tengo tiempo sin salir.— Bueno, tú avísale a Mia y hoy en la noche nos vamos de fiesta.— ¡Síííí, te esperamos en la casa!Fin de la llamada...— ¡Chica nueva
Levanto mi cabeza al escuchar mi teléfono sonar, lo tomo y abro el mensaje de Mia."Buenos días, Sam. Recuerda que ahora estás en el instituto de nuevo y tienes que ir a clases... 😘😂 Luego me cuentas cómo te fue con el chico 😏"— ¿Qué..?Miro la hora y me levanto de golpe al ver que voy justa de tiempo. Corro al baño tomando mi cartera y ropa en el camino, me doy una ducha rápida y, como mujer prevenida vale por dos, saco mi cepillo de dientes junto con la pasta dental. Me seco y me visto a modo flash para luego salir y encontrar a un sexy Dylan aún dormido.Sí que dio pelea en la madrugada... Hasta
Han pasado unos días y no se deja de hablar de lo que pasó en la cafetería. Ya parecen disco rayado.Alice no ha hecho nada por momentos, pero sé que de seguro estará planeando la forma de joderme la existencia. De tantas películas que he visto ya sé cómo son los ambientes por aquí. Pensé que no eran así realmente, pero me equivoqué.Mis amigas se quedaron locas cuando les comenté lo que había pasado y quisieron tomar venganza, hasta Mia comenzó a recolectar información sobre la rubia."Ni el FBI ni la CIA es tan eficiente como una mujer en busca de información." Eso fue lo que dijo.No duró ni 2 horas y ya tenía las
Mia, Eliza y yo nos estábamos preparando para ir a la fiesta del amigo de Evans. Sería en casa de un tal Chase o no sé qué mierda, no recuerdo su nombre.— ¿Qué dicen? ¿Vestido o pantalón? —pregunta Mia.Liza y yo nos miramos y enseguida le responde: — El vestido te queda genial, pero mejor colócate el pantalón. Muestra mejor tu culo y no te meterán mano tan fácilmente.La pelirosa asiente y se coloca su pantalón azul eléctrico que, no puedo negarlo, le queda genial junto con un top blanco sin mangas.Eliza se coloca un pantalón negro rasgado junto con una camisa amarilla que le hace ver espectacular y más llamativa por el tono café de
La expresión de sorpresa que vi es algo que recordaré hasta en mi lecho de muerte, su cara se puso colorada y se encontraba totalmente nervioso. Evidentemente su amigo había escuchado mi proposición porque no dejaba de mirarnos con diversión.— Haz el sueño de muchos realidad, hermano —le entrega un juego de llaves y palmea su hombro con una mirada orgullosa—. Señoritas… —se despide con una reverencia que nos saca tanto a Lisa como a mi una sonrisa divertida.<<Qué agradable sujeto.>> Pienso mientras lo veo acercarse a bailar con Mia.Vuelvo a ver a Mark quien suelta un suspiro y aún nervioso nos hace un gesto para seguirlo al segundo piso. Subimos por las escaleras y seguimos por el corredor hasta llegar a la &
Había sido una puta locura lo que pasó en la fiesta.Cuando terminamos se instaló un silencio algo incómodo, pero por fortuna mis amigas llegaron a mi rescate a los pocos minutos.En ocasiones me pregunto si tienen algún tipo de sensor o algo por el estilo, siempre llegan en el momento indicado.Es lunes, eso significaba ver a Mark. Bueno, tampoco es que me importe y mucho menos me arrepiento de lo que pasó, pero siempre está esa pequeña sensación de vergüenza que me acuchilla en lo más profundo de mi ser por mi comportamiento. Cuando bebo me vuelvo más liberal y perra que de costumbre y estoy segura que si mi familia se enterara de eso no me dejarían salir ni a la cocina.Estaciono
Terminando de colocarme mis botas de tacón, tomo mi teléfono para mandarle un mensaje a Dylan indicando que me esperara en una cafetería que está cerca de mi casa. Me veo en el espejo verificando que todo esté como debe estar.Hace dos días me pinté el cabello, ahora es lila y me encanta. Mi atuendo está bien, mis zapatos limpios y mi maquillaje bien hecho. Bien, todo está en su lugar.Tomo mi bolso y salgo rápidamente de la casa despidiendome de mis amigas con un pico en los labios prometiendo que esta noche sería solo para chicas.<<¡Finalmente saldré con ese chico tan bello!>> chillé emocionada en mi mente apurando el paso hacia la cafetería. Iba con buen tiempo, quedamos en vernos a la 1 y son las
Cómo había prometido a mis amigas hoy iba a ser una noche solo para chicas, por lo tanto hoy simplemente veríamos series y películas.Estamos las cuatro en el salón acostadas sobre los colchones–también invitamos a Emily por lo que no estoy contando mal– viendo una maratón de The Good Doctor, comiendo cotufas y cualquier chuchería que encontrábamos.— Quiero llorar. —comenta Liza con la voz temblorosa al ver la escena del niño, Mia y yo asentimos en acuerdo. Esto era triste y muy doloroso.— ¡Esto no me gusta! Ese tipo lo está tratando mal. —lloriquea Mia.— Esto es muy triste. —dice Emily sorbiendo su nariz.Último capítulo