Con todo claro, Arnold llama a Anthon y ordena que hagamos un escrito con todas las condiciones que he mencionado. Porque según él debemos dejar las cosas por escrito para que tengan mayor validez al momento de que una de las partes decida no seguir lo pactado aquí.
— Oh, las cosas se han vuelto formales. — dice Anthon.— No digas una sola palabra, estoy molesto contigo ahora. — dice Arnold y Anthon finge cerrar su boca como si fuera un cierre.— Hemos hablado sobre mis condiciones, pero no me has dicho las tuyas.— Son simples: no te marches y sé mi esposa. — dice Arnold y Anthon quien estaba escribiendo ello, se detiene igual que sorprendido como yo lo estoy.Esto es más de lo que puedo aceptar, sobre todo, porque no pensé que mencionar mis condiciones lo haría pensar que iba a casarme con él.— Creo que la simpleza se ha perdido en la condici&oacutDespués de aclarar ello, leemos el acuerdo que vamos a firmar y por sorprendente que me resulte, Anthon sella dicho documento como un representante legal que es capaz de hacer válido lo que aquí se ha firmado.— Oh, no…— Sí, soy un profesional… juez para ser más específico, prima. — dice Anthon y yo siento que este es un mundo desastroso.‘¿Cómo puede ser posible que un juez sea miembro de la mafia?’ me pregunto mentalmente.Pero, la verdad es que no debería sorprenderme cuando la interpol e incluso el grupo de la policía a cargo de obstruir sus caminos, están del lado de Arnold.— No lo puedo creer.— Sí, soy un asesino y también un juez de justicia, querida. — dice Anthon con orgullo y yo solo niego aturdida.— Esto quiere decir que incluso pueden plagiar mi firma y con ella hacerme la cau
Dos meses despuésArnold se ha concentrado en organizar todo en su trabajo sin tener que salir, porque su recuperación todavía está en proceso. Su falta de coordinación al momento de moverse ha disminuido porque ha recibido terapias y la inflamación en su cerebro ha bajado.Sin embargo, debido a la recomendación del doctor, no ha salido a enfrentarse a una nueva emboscada. Por eso, sigue en la seguridad de esta casa donde él esta entretenido en su trabajo y yo en aprender un nuevo idioma a distancia.— Es hora de desayunar, señora Eva. El señor Krick quiere saber si desea que tengan el desayuno en el jardín.— ¿Jardín? ¿Acaso quiere modificar su rutina? — pregunto confundida.— Desea respirar aire fresco, eso fue lo que menciono.— Está bien para mí, he terminado mi clase. — me limito a decir y de inmediato,
No pierdo el tiempo, no quiero que cambie de opinión y por eso, corro hacia mi habitación para bañarme nuevamente y colocarme la mejor ropa que tengo. Sintiéndome inmensamente feliz, me maquillo y peino tan rápido como puedo para salir lejos de aquí.Sin embargo, Arnold parece prepararse mucho más rápido que yo, porque toca a la puerta y después de mi aprobación viene con un pequeño cofre misterioso del que no puedo quitar la mirada.— Hola.— Si viniste para decirme que ya estás listo, yo…— No, nada de eso, eres la cumpleañera, podemos irnos cuando desees. Así que, puedes tomarte tu tiempo.— Gracias, Arnold.— En realidad, yo vine hasta aquí fue porque deseo darte mi regalo de cumpleaños. El primero de muchos. — dice Arnold abriendo la caja para mostrarme un hermoso juego de collar, aretes y dos pu
Mi corazón se acelera ante lo que él me hace experimentar y yo retiro rápidamente la mano porque parece que hoy se ha concentrado en tenerme a su merced. Ya que, antes no tenía un impacto tan grande en mí.‘Eres una cobarde en todo el sentido de la palabra.’ Me digo mentalmente.— Hay tantas mujeres en el mundo que quieren que sus hombres les demuestren mucho amor al punto de que sean capaces de viajar a cualquier parte del mundo por ellas y tú que tienes a ese hombre con el dinero, el interés y quien puede arreglar todo en el trabajo para priorizarte, no lo aprovechas.— Es porque tengo miedo, Arnold. No sé cómo puede terminar todo esto.— Si piensas en la terminación cuando no has empezado, vivirás temiendo mucho y eso te hará morir en vida. Te perderás de mucho, Eva. Así que, cambia ese pensamiento antes que tu tiempo se acabe y
Como todos quieren que me mida sus prendas más hermosas, es así como paso gran parte de la mañana donde ellos me ayudan a seleccionar las ropas más hermosas para posteriormente salir y modelarle al hombre y todas las demás empleadas de este piso del centro comercial.Es así como me coloco más de cuarenta conjuntos que me dejan completamente agotada, mientras Arnold solo se encarga de tomarme fotos y calificar los vestuarios que uso para su gusto visual.— Estoy completamente agotada, siento que en cualquier momento podría morir.— Vamos a almorzar, también podrás descansar un poco. — dice Arnold y a mí se me ilumina la mirada, porque solo he tenido tiempo de tomar agua.— Gracias a Dios, porque estoy famélica.— Menos mal Dios no es hombre o me sentiría muy celoso porque lo menciones con tu linda boca.— Arnold, no te metas con
No me atrevo a preguntar algo más, porque siento que en cualquier momento podría morir y nadie sabría porque, por eso, calmo mi agitado corazón y agradezco no sufrir una enfermedad cardiaca que me impidiera vivir para contarlo.— Esto es inaudito.— Gano bastante dinero, querida. Incluso como ingeniero tengo un buen ingreso, así que, no temas por tu futuro, cuando todo está bajo control. — dice Arnold sonriéndome.— Esto es mucha información para mí.— Tú preguntaste y como hablamos hace semanas, te seré sincero con cada cosa que me preguntes.— Esa sinceridad… no sé… me resulta demasiado. — susurro.— Seguramente es porque estás agotada, has tenido una mañana entretenida con tantos vestidos por colocarte. — dice Arnold tomando mi mano.‘Ten cuidado, su mano debe estar evaluada e
De inmediato, recuerdo las palabras de Arnold cuando estuvo de acuerdo sobre salir y hacer lo que deseará con mi tiempo y porque no era buena idea visitar a mis compañeras de trabajo.‘No, quizás estes paranoica por todo lo que ha sucedido desde que te hiciste parte de la vida violenta de Arnold. Es solo eso, no arruines tu cumpleaños.’ Me digo mentalmente.— ¿Qué deberíamos comprar primero? — pregunto caminando hacia las escaleras eléctricas.— Lo que desees. — dice Carolina agarrándome del brazo.— ¡Feliz cumpleaños, señora Eva! — dicen los chicos de este piso con muchas luces que nos dan una lluvia iluminada.— Oh… sin duda, necesito un pretendiente así. — dice Brianna.Las chicas disfrutan la tarde midiéndose todo tipo de ropa mientras yo las espero sentada y que me muestren a mí e
El cumpleaños que había sido feliz para mí ha dado un giro grande en el que me encuentro abrazada a Arnold mientras nos marchamos lejos del centro comercial. Yo desayuné bien, pero el almuerzo no fue agradable ni nada después de ello.Yo extrañé a las chicas y pensé en ellas apenas me dieron la libertad de hacer lo que deseará, pero como lo había Arnold, ellas no iban a ser buenas conmigo al ser interrogada por los mafiosos que tanto desean destruirme.— No es tu culpa, Eva.— Claro que lo es. Ellas estaban bien, pero tuve que meterme en todo este enredo y mira lo que sucedió.— Estábamos destinados a encontrarnos, Eva. De eso no tengo dudas.— Aun así, no es agradable que…— Por estar conmigo vas a obtener muchas cosas, Eva. Pero, también debes renunciar a muchas más. Ya que, no puedes tomar lo que te doy si tien