GioRompí a reír por sus ocurrencias y él me siguió.—Bueno tu hermanita va a salir cuando esté cocinada. Por así decirlo— le comenté.—¿Cocinado? Es decir que mi mamá está horneando mi hermanita— se veía aún más confundido que al principio y volví a reír.—Se puede decir que sí, cuando estés más grande te puedo explicar— le alboroto su cabello— no me gusta mucho eso, las cosas son más complicadas cuando estas grande— declara algo triste.—A veces sí, la mayoría del tiempo, pero a veces esas cosas difíciles valen la pena— acote.—¿Cómo qué? — indaga curioso.—Como luchar por tu madre, es una parte importante de mi vida ¿sabías eso? —No sabía si era correcto decírselo, pero me parecía que sí.—Mami me dijo que ustedes se querían, yo también los quiero mucho a todos y a mi papá y a Sam, ahora creo que también quiero a Isolda.—¿Y le creíste a mami? —era un chico muy inteligente. Me gustaba hablar con él.—Mami siempre tiene la razón, mami jamás me mentiría— declara seguro de sí mismo.—
GioAnette me ve decidida a molestar, esta mujer siempre fue un dolor en el culo, es demasiado peligrosa, si tiene un pago y un objetivo nadie puede detenerla. Los hombres creen que dominan el mundo y nada más lejos de la realidad, las mujeres son diez veces más letales y efectivo de lo que un hombre pueda llegar a ser.—Qué gusto verte —le dije secamente en sarcasmo que obviamente ella captó.—Lo mismo digo— respondió levantando la barbilla.—Ahora eres la amante de Jerónimo— acote y no en pregunta, lo afirmaba. Así trabajaba ella.—Yo no diría que soy su amante, yo diría que más bien soy algo así como su mano derecha— bate su pelo en un gesto elegante.—Pensé que ese era Amos — señale al suelo donde yacía el hombre sin vida.—¿Amos? Amos es algo así como... —pone un dedo en sus labios —bueno que en paz descanse— se burló ella —una mascota, ¿sabes? como un pequeño hámster, amo las mascotas. Así que Jerónimo me consiguió una— besa su mejilla.Estar en las manos de Anette no era fácil,
MarthaMe sentía bastante inquieta desde que Cole y Gio se fueron en la madrugada. La Nonna ha intentado varias veces que me quedé tranquila, pero no lo logra del todo.Estuve siempre haciendo algo durante el día, la Nonna me estaba enseñando a tejer para ver si podía lograr hacer unos escarpines para la bebé de aquí a cuando naciera.—Me sale algo torcido —reclamó, pero la Nonna muy tranquila m mira de manera muy sabía.—Son muy bonitos, ya mejorará— fue su respuesta y seguí tejiendo parte de la mañana.Hice un rompecabezas con Diego y también jugamos a las escondidas en el parque que hay abajo del edificio, Isolda y Manuel nos acompañaron todo este tiempo, igual que la Nonna, nadie quería dejarme sola y tampoco es que quisiera estar sola, no sin Gio a mi lado.Me sentía muy vacía sin Gio, no quería que se siguiera metiendo en la boca del lobo, quería que regresará a casa.—Todo va a estar bien— me acaricio mi hinchado vientre.Gio dijo que iba a volver, que regresaría a casa. Me lo
Martha¿Has despertado alguna vez por el olor del café o por el olor a lluvia?Así me desperté, por el olor a pasto verde recién cortado y cuando me senté no me vi en el apartamento, me vi en un lugar que había visto una sola vez, hace unos meses cuando llegué a Italia.Me habían llevado a una linda cabaña y me encontraba afuera de esa cabaña, los pájaros cantaban, los árboles hacían su propio ruido con las hojas al chocar unas con otras por el viento, se sentía con paz y tranquilidad.«¿Me trajeron de nuevo Italia?» fue lo primero que pensé, pero no veía nadie a quién pudiera preguntarle.Me levanté con cuidado, cuándo veo hacia abajo tenía un lindo vestido blanco que no reconocía, me miré extrañada, era suelto y muy bonito me sentía cómoda con él, también noté que no tenía mi barriga de embarazada.«Es un sueño»Jamás había tenido un sueño donde todo se viera y se sintiera real, tan real, estaba descalza por lo que podía sentir la grama entre mis dedos y la planta de mis pies, a lo
GioNo sé muy bien donde estoy, solo sé que mi conciencia va y viene cada cierto tiempo, siento algo fresco en mi frente y muchos escalofríos en el cuerpo.No sé bien cuanto tiempo pasa solo sé que mi cuerpo necesita descansar y me vuelvo a desvanecerse en la inconsciencia.Tal vez han pasado unos segundos, un día o dos, tal vez sea una semana, sólo sé que necesito descansar, así que vuelvo a dormir. Pasan tal vez un par horas más, la verdad es que no tengo bien la noción del tiempo pudieron haber pasado años o minutos en los que sigo aquí, en este lugar incómodo.Tengo sueños extraños con una linda muchacha de ojos grises y dos niños pequeños, pero no sé muy bien de qué trata. Solo sé que los puedo ver de lejos y luego me piden regresar.Creo que necesito tiempo para pensar, mi mente está la mayoría de las veces en blanco, ni siquiera sé dónde estoy, como voy a regresar a un lugar que no sé dónde queda.Hoy soy más consciente de mi cuerpo, puedo sentir un poco más mi entorno, me pare
MarthaUna semana.Llevo una semana buscando a Gio y no lo consigo.¿Dónde diablos está metido?La policía no lo tiene, en los hospitales ni morgue. Todos siempre me dicen que ya murió, que deje de buscarlo. Pero no es así, no hasta verlo sin una gota de vida en su cuerpo.Y por si fuera poco los sueños aún los tengo, aunque esta vez son diferentes ya no hablamos, siempre está lejos y cada vez que intentó acercarme él se aleja, solo puedo gritar su nombre, gritar y gritar hasta quedarme sin voz.Me he vuelto una masa de nervios llorando por toda la casa, mi estado no me ayuda mucho y me siento a veces sin ánimos de levantarme de la cama.La búsqueda de Gio sigue, pero como no era su esposa no me daban información sobre él, la Nonna puso una denuncia oficial por su desaparición, siempre que podía la acompañaba, al parecer el peligro había pasado, pero la policía quería saber toda la información que no teníamos, así que dijimos que nosotras estábamos de viaje y cuando regresamos nos ent
NonnaSé que estaba apoyando a Martha en todo, pero a veces creo que es una búsqueda inútil; tal vez murió por la fuerza de la explosión.Aunque es verdad de que debería haber restos y es por eso que seguimos con esta búsqueda incansable, puede sonar algo contradictorio, pero ahora no podemos dar nada por sentado.Después de una semana no ha cesado nuestra empeño en encontrarlo, es por eso que tengo la fé de que lo vamos a encontrar.Si alguien puede traerlo a casa de nuevo, esa es Martha.—Nonna— llega Manuel a mi lado.—Dime hijo ¿qué necesitas? —pregunté viendo los reportes policiales que me dio el mismísimo comisionado de la policía para buscar a Gio.—Todo está listo, solo falta empezar de nuevo a entregar los nuevos lotes de las hojas con la cara impresa del señor— me informa.—Tenemos que averiguar si alguien los ha visto— golpeé mi pluma de plata en los papeles en repetidas ocasiones.—¿Usted cree que funcione? —me pregunta con verdadera curiosidad.Dejé lo que estaba haciend
MarthaAl final la Nonna cocino unos canelones que estaban divinos, Diego ayudó a la Nonna a cocinar y nos acompañó en la mesa, conoció a la recién llegada y por supuesto también ayudó a la Nonna a cocinar.estamos todos sentados en la mesa charlando animadamente, tanto que se nos pasó el rato y se hizo muy de noche.—Yo creo que es mejor que no te vayas hoy o que por lo menos Manuel te acompañe —ofrece la Nonna.—No se preocupen por eso— nos sonríe ella aún sentada— llegaré bien.—No está bien que te vayas sola— opine acariciando mi gran estómago.—Martha tiene razón, no es lo ideal— añade Isolda, pero Jessie no quería incomodar.—No deberías andar sola por el bosque— le advierte la Nonna.—En serio, estoy bien —sonríe algo avergonzada.—Pero irte sola no me gusta, no estoy cómoda muchacha —se lamenta la Nonna —. No deberíamos dejarte de ir así, pero si tú quieres irte está bien. Solo deja que Manuel te acompañe o si te sientes más cómoda Isolda— señala la Nonna.—Podemos acompañarla