Abigail se miró al espejo y alisó su vestido color uva, le quedaba como un guante y le ajustaba las mejores zonas de su cuerpo, el vestido era largo, más específicamente hasta las rodillas y era completamente ajustado, sin resultar demasiado apretado, tenia cuello de tortuga y un escote en la espalda, era precioso, no demasiado formal, pero si lo suficiente como para asistir a aquella cena.

-Abi, todo estará bien – la alentó Heather.

-Yo sé que todo estará bien, pero es que me siento caminando al peloton de fusilamiento – dijo llevándose una mano al pecho.

-Creo que es normal que te sientas asi en vista de que vas a visitar a la familia del hombre al que quieres – dijo Heather como si nada, lo que hizo que Abi rodara los ojos con un poquito de fastidio.

-¿Tú crees que ellos vayan a a aceptarme?

-Yo no me preocuparía por eso, es decir, si tienen un