Pero Kristy no era la única que dejaba volar su mente al pasado, Alexander estaba frustrado, confundido… las cosa se le había salido de las manos, se suponía que la trajo para hacerla sufrir y ahora debía cuidarla, procurarla, estaba embarazada en ese estado no podía seguirla tratando mal. Todo estaba saliendo al contrario, había pasado meses planeando esto y lo arruinó, por no poder controlar sus deseos sexuales, la verdad era que Kristy causaba estragos en él, la quería y aunque no quería admitirlo, se había enamorado de ella, pero el recuerdo de Laura, de lo que le hicieron estaba tan presente en su cabeza, que nunca podría hacer feliz a la hija del hombre que acabó con la vida de sus hermana.Laura era ocho años menor que él y cuatro menor que kristy, solo tenía 20 años con metas y sueños como cualquier chica, ella soñaba ser una gran bailarina, recordó la emoción en sus ojos cuando él le dió la noticia de que la había inscritos en clases especializadas, Laura era una chica muy c
Kristy volvió a su habitación luego de sentirse satisfecha, en medio del desayuno Alexander recibió una llamada que lo hizo levanta de la mesa, dejándola sola y muy aliviada la verdad era que ella le tenía un poco de temor, este hombre frente a ella era el mismo del que se había enamorado pero ahora se comportaba muy distinto, no olvidaba las veces que había sido agresivo con ella, era la misma cubierta pero por dentro era alguien diferente, desconocido y misterioso para ella.Le intrigaba mucho, y la mismo tiempo quería conocer a este nuevo hombre, le quedó muy claro que el anterior era solo una farsa, y todo lo que vivió fue mentira, pero este estaba causando un gran embrollo dentro de ella, sentía la necesidad de conocerlo, de saber más de él, algo le decía que era mucho más que esa apariencia dura y fría que mostraba.Tomó una ducha, se colocó ropa cómoda y se dispuso a leer un poco, no tenía nada más que hacer, olvidó la última que convivió con personas, que no fueran las persona
Mientras Kristy creía haber solucionando su situación, su madre estaba desesperada, hace meses que no veía a su hija, ni siquiera una llamada o un mensaje, ya no aguantaba más la agonía de no saber dónde estaba, o si estaba bien, los días eran eternos y dolorosos.Kristy era su única hija, su luz, siempre estaban juntas, ella le daba fuerza para soportar lo que era sus matrimonio, y las perversiones de sus esposo, pero ahora ella ya no estaba y por mas que había intentado encontrarla no había rastros de ella.-Harvey prometiste traer a mi hija de vuelta- le decía de forma retadora a sus esposo- ya han pasado meses y kristy no aparece, no quiero imaginar que cosas le esté haciendo ese hombre.-Crees que no estoy preocupado, también es mi hija he invertido mucho en su búsqueda pero no logró encontrarla- soltó un suspiro cansado- Pero ella está bien la conoces siempre logra adaptarse a las cosas.-Esto es culpa tuya, cuántas veces no te dije que dejaras de hacer esas cosas tan pervertid
Con la mirada le ordenó a las guardaespaldas de Kristy que no se separaran de ella y él salió a enfrentar lo que sucedía afuera, que se imagina de qué se trataba.Al salir encontró a Harvey intentando entrar, con algunos hombre apoyándolo, pero está era su casa y estaba de más protegida, el sabía que en cuanto él supiera que Kristy estaba aquí vendría por ella.-¡Suficiente!, ¿cómo te atreves a venir a mi propiedad hacer un escándalo?- rugió en voz feroz-.-Se que mi hija está aquí y la quiero de vuelta, ¡ahora!, Tú no tienes derecho a tenerla aquí encerrada- soltó irritado, mientras trataba de quitarse de encima algunos hombre de Alexander- ¡déjala salir!- dijo de manera exigente -¿Quien te crees para exigir cosas?, ¡aquí no mandas!, frente a mí no eres nadie…. Además Kristy no puede irse.-No me retes, no sabes a lo que soy capaz de llegar- soltó con amenaza-.-¡Claro que lo sé!, eres un depravado que enamoras jóvenes y luego deja que las violen, a mí no me intimidas Harvey Ford.
Alexander la vio subir, mientras apretaba la caja en sus manos, era justo lo que esperaba que pasará, enfrentar padre e hija pero por alguna razón verla así, y como Harvey la golpeó lo alteró, no se sintió bien con esoSe recrimino por sentirse así, no debía sentir nada por ella ni siquiera compasión, sólo debía verla como la mujer que llevaba se hijo dentro y la clave de su venganza, nada más, sacudió esos pensamientos llamando a Mirna.-Podrias ir con Kristy, ver si necesita algo y ayudarla con el golpe- Mirna lo miro con reproche- ¿qué sucede? -No debiste someterla a eso, en su estado debe estar tranquila, pensé que querías al bebé- se sintió culpable, pero ya estaba hecho, debía seguir con sus planes-.-Ya está hecho Mirna, Harvey merecía sufrir, y que más darse cuenta que su hija se casó conmigo y me dará un hijo, eso él no lo espero venir- Mirna lo miro negando-.-Espero tanto que no te tengas que arrepentir de lo que le haces a Kristy.Mirna se dio la vuelta y subió a ver a Kr
Ya había pasado otra semana, después de la discusión con su padre Kristy se la había pasado encerrada en la habitación, no sabía si era por enojo o por costumbre ya había pasado mucho tiempo encerrada en donde Alexander la tenía anteriormente.Hoy tendrían la primera cita para la revisión del bebe, en toda esta semana no lo había visto, lo preferí así estaba muy enojada por haberles dicho aquello, era algo que me correspondía a mi y ese no era el momento adecuado, el moretón en mi rostro ya había desaparecido, más dolió la mirada que me dió mi padre y la realidad, el saber que mi madre sabía lo que él hacía y aún así lo defendía, eso fue difícil de entender.Terminé de arreglarme, ya Mirna me había informado que Alexander me esperaba abajo, iría conmigo al doctor, no podía negarme era su hijo y él quería estar presente, solté el aire de mis pulmones rogando que todo saliera bien, no tenía ganas de discutir, ni tener otro enfrentamiento con él y más porque estos días me he sentido fatal
KristyEn todo el camino al hospital no dijimos palabra alguna, en ocasiones podía sentir su mirada sobre mí, pero yo mantuve la mirá fuera de la ventana, no quería verlo, aquel encuentro me enojó, más de lo que debería, ya sabía que nada de esto era real, y que él no me quería, pero yo….-Mirna me informa que no estás comiendo, como deberías- mis pensamientos fueron interrumpidos por su cuestionamiento- -Me cuesta retener los alimentos, se me está haciendo difícil todo ésto- seguí viendo al frente, mientras respondía, aunque su mirada pesada sobre mí, me hacía erizar-.El silencio volvió a invadir el auto, mientras el semáforo indicaba que podía seguir avanzando, pero había algo en mi que debía sacar, y aunque sabia que era mejor callar, no podía hacerlo necesitaba respeto y que el metiera sus amantes a la casa ya era mucho.-Alexander, podrías dejar de llevar a las mujeres con las que te revuelcas a la casa- solté sin más, no me caractizaba por guardarme las cosas, si algo no me gu
Los siguientes días fueron muy extraños, Alexander se notaba demasiado preocupado y pendiente de lo que hacía, en parte me asustaba, todo esto era nuevo, antes… Bueno cuando se hacía llamar George, se comportaba diferente, serio, distante, pero asumí que esa era su personalidad, luego se mostró como un Alexander frío, rencoroso, agresivo y ahora pues…. Me confundía y me hacía sentir bien a la vez, que estuviera pendiente de si comía, de que comía, no se iba a la empresa hasta dejarme desayunada y lo mismo era a la hora de la cena, llegaba antes y se cercioraba de que no dejará bocado alguno, al medio día, llamaba a preguntar y si no lo hacía me regañaba cual niña pequeña. En las ocasiones que tuve que devolver la comida iba tras de mí, me recogía el cabello y palmeaba mi espalda, hasta que terminará y luego me llevaba de vuelta a la mesa y con cariño pero voz firme me instaba a comer. En algunas noches entraba a la habitación y me observaba por ratos, me hacía la dormida, pero allí s