Mientras Kristy creía haber solucionando su situación, su madre estaba desesperada, hace meses que no veía a su hija, ni siquiera una llamada o un mensaje, ya no aguantaba más la agonía de no saber dónde estaba, o si estaba bien, los días eran eternos y dolorosos.Kristy era su única hija, su luz, siempre estaban juntas, ella le daba fuerza para soportar lo que era sus matrimonio, y las perversiones de sus esposo, pero ahora ella ya no estaba y por mas que había intentado encontrarla no había rastros de ella.-Harvey prometiste traer a mi hija de vuelta- le decía de forma retadora a sus esposo- ya han pasado meses y kristy no aparece, no quiero imaginar que cosas le esté haciendo ese hombre.-Crees que no estoy preocupado, también es mi hija he invertido mucho en su búsqueda pero no logró encontrarla- soltó un suspiro cansado- Pero ella está bien la conoces siempre logra adaptarse a las cosas.-Esto es culpa tuya, cuántas veces no te dije que dejaras de hacer esas cosas tan pervertid
Con la mirada le ordenó a las guardaespaldas de Kristy que no se separaran de ella y él salió a enfrentar lo que sucedía afuera, que se imagina de qué se trataba.Al salir encontró a Harvey intentando entrar, con algunos hombre apoyándolo, pero está era su casa y estaba de más protegida, el sabía que en cuanto él supiera que Kristy estaba aquí vendría por ella.-¡Suficiente!, ¿cómo te atreves a venir a mi propiedad hacer un escándalo?- rugió en voz feroz-.-Se que mi hija está aquí y la quiero de vuelta, ¡ahora!, Tú no tienes derecho a tenerla aquí encerrada- soltó irritado, mientras trataba de quitarse de encima algunos hombre de Alexander- ¡déjala salir!- dijo de manera exigente -¿Quien te crees para exigir cosas?, ¡aquí no mandas!, frente a mí no eres nadie…. Además Kristy no puede irse.-No me retes, no sabes a lo que soy capaz de llegar- soltó con amenaza-.-¡Claro que lo sé!, eres un depravado que enamoras jóvenes y luego deja que las violen, a mí no me intimidas Harvey Ford.
Alexander la vio subir, mientras apretaba la caja en sus manos, era justo lo que esperaba que pasará, enfrentar padre e hija pero por alguna razón verla así, y como Harvey la golpeó lo alteró, no se sintió bien con esoSe recrimino por sentirse así, no debía sentir nada por ella ni siquiera compasión, sólo debía verla como la mujer que llevaba se hijo dentro y la clave de su venganza, nada más, sacudió esos pensamientos llamando a Mirna.-Podrias ir con Kristy, ver si necesita algo y ayudarla con el golpe- Mirna lo miro con reproche- ¿qué sucede? -No debiste someterla a eso, en su estado debe estar tranquila, pensé que querías al bebé- se sintió culpable, pero ya estaba hecho, debía seguir con sus planes-.-Ya está hecho Mirna, Harvey merecía sufrir, y que más darse cuenta que su hija se casó conmigo y me dará un hijo, eso él no lo espero venir- Mirna lo miro negando-.-Espero tanto que no te tengas que arrepentir de lo que le haces a Kristy.Mirna se dio la vuelta y subió a ver a Kr
Ya había pasado otra semana, después de la discusión con su padre Kristy se la había pasado encerrada en la habitación, no sabía si era por enojo o por costumbre ya había pasado mucho tiempo encerrada en donde Alexander la tenía anteriormente.Hoy tendrían la primera cita para la revisión del bebe, en toda esta semana no lo había visto, lo preferí así estaba muy enojada por haberles dicho aquello, era algo que me correspondía a mi y ese no era el momento adecuado, el moretón en mi rostro ya había desaparecido, más dolió la mirada que me dió mi padre y la realidad, el saber que mi madre sabía lo que él hacía y aún así lo defendía, eso fue difícil de entender.Terminé de arreglarme, ya Mirna me había informado que Alexander me esperaba abajo, iría conmigo al doctor, no podía negarme era su hijo y él quería estar presente, solté el aire de mis pulmones rogando que todo saliera bien, no tenía ganas de discutir, ni tener otro enfrentamiento con él y más porque estos días me he sentido fatal
KristyEn todo el camino al hospital no dijimos palabra alguna, en ocasiones podía sentir su mirada sobre mí, pero yo mantuve la mirá fuera de la ventana, no quería verlo, aquel encuentro me enojó, más de lo que debería, ya sabía que nada de esto era real, y que él no me quería, pero yo….-Mirna me informa que no estás comiendo, como deberías- mis pensamientos fueron interrumpidos por su cuestionamiento- -Me cuesta retener los alimentos, se me está haciendo difícil todo ésto- seguí viendo al frente, mientras respondía, aunque su mirada pesada sobre mí, me hacía erizar-.El silencio volvió a invadir el auto, mientras el semáforo indicaba que podía seguir avanzando, pero había algo en mi que debía sacar, y aunque sabia que era mejor callar, no podía hacerlo necesitaba respeto y que el metiera sus amantes a la casa ya era mucho.-Alexander, podrías dejar de llevar a las mujeres con las que te revuelcas a la casa- solté sin más, no me caractizaba por guardarme las cosas, si algo no me gu
Los siguientes días fueron muy extraños, Alexander se notaba demasiado preocupado y pendiente de lo que hacía, en parte me asustaba, todo esto era nuevo, antes… Bueno cuando se hacía llamar George, se comportaba diferente, serio, distante, pero asumí que esa era su personalidad, luego se mostró como un Alexander frío, rencoroso, agresivo y ahora pues…. Me confundía y me hacía sentir bien a la vez, que estuviera pendiente de si comía, de que comía, no se iba a la empresa hasta dejarme desayunada y lo mismo era a la hora de la cena, llegaba antes y se cercioraba de que no dejará bocado alguno, al medio día, llamaba a preguntar y si no lo hacía me regañaba cual niña pequeña. En las ocasiones que tuve que devolver la comida iba tras de mí, me recogía el cabello y palmeaba mi espalda, hasta que terminará y luego me llevaba de vuelta a la mesa y con cariño pero voz firme me instaba a comer. En algunas noches entraba a la habitación y me observaba por ratos, me hacía la dormida, pero allí s
Llegamos aquel lugar, era muy hermoso con vista al mar, y aunque el día estaba bastante frío, el aire que se respiraba aquí era puro, sentí paz al solo sentir la primera corriente de aire chocar con mi cara, me relaje al instante porque cabe descartar que luego de lo que pasó en mi habitación estaba tensa, la forma en como me trato y luego pedirme venir aquí, me parecía sospechoso, tal vez solo eran ideas mías pero aún así no podía sacar eso de mi mente.Al entrar un grupo de hombres nos recibieron y por alguna razón lo que pasó con Laura vino a mi mente, el relato de Mirna seguía presente en mi memoria, con dificultad respiré, mientras apretaba mi mano a la tela de chaqueta que llevaba puesta.Sentí como mi corazón empezó a acelerarse y mis manos a sudar, mi respiración se volvió agitada, y la desesperación me invadió, estábamos en un lugar apartado, la última casa estaba a metros y estos hombre me miraron de una manera extraña, pensé en correr, pero ¿a dónde? entonces en medio de m
Al llegar a casa, después de mucho tiempo en silencio, sentí paz, al menos podrían encerrarme en mi cuarto y pensar a fondo en esto, estar a su lado me daba nervios, y no sabía cómo actuar, pero nada podría ser perfecto al escuchar aquello voz qué me hizo tensar.-Alex que bueno llegaste- Corrió a sus brazos y lo rodeo muy efusivamente- te extrañe.-¡Sally!¿ cuándo llegaste?- saludó él mientras le daba una sonrisa al alejarse de ella- pensé que te quedarías con tus padres en casa.-Pues eso pensé también, pero me sentía muy sola, mis padre se fueron a visitar a unos familiares y yo pues no me gusta ir tan lejos, preferí venir aquí contigo y Mirna- pero ese "Contigo" sonó bastante comprometedor, solo la observé y decidí seguir mi camino-.-Que bueno entonces, ya te instalaste- tomó mi mano evitando mi partida, mientras seguía hablando con ella-.-Sí Mirna me dió una habitación, estaba esperando para ver de qué quieres que me ocupe-.-Por ahora ayuda a Mirna en lo que pida, ya después p