Ya había pasado otra semana, después de la discusión con su padre Kristy se la había pasado encerrada en la habitación, no sabía si era por enojo o por costumbre ya había pasado mucho tiempo encerrada en donde Alexander la tenía anteriormente.Hoy tendrían la primera cita para la revisión del bebe, en toda esta semana no lo había visto, lo preferí así estaba muy enojada por haberles dicho aquello, era algo que me correspondía a mi y ese no era el momento adecuado, el moretón en mi rostro ya había desaparecido, más dolió la mirada que me dió mi padre y la realidad, el saber que mi madre sabía lo que él hacía y aún así lo defendía, eso fue difícil de entender.Terminé de arreglarme, ya Mirna me había informado que Alexander me esperaba abajo, iría conmigo al doctor, no podía negarme era su hijo y él quería estar presente, solté el aire de mis pulmones rogando que todo saliera bien, no tenía ganas de discutir, ni tener otro enfrentamiento con él y más porque estos días me he sentido fatal
KristyEn todo el camino al hospital no dijimos palabra alguna, en ocasiones podía sentir su mirada sobre mí, pero yo mantuve la mirá fuera de la ventana, no quería verlo, aquel encuentro me enojó, más de lo que debería, ya sabía que nada de esto era real, y que él no me quería, pero yo….-Mirna me informa que no estás comiendo, como deberías- mis pensamientos fueron interrumpidos por su cuestionamiento- -Me cuesta retener los alimentos, se me está haciendo difícil todo ésto- seguí viendo al frente, mientras respondía, aunque su mirada pesada sobre mí, me hacía erizar-.El silencio volvió a invadir el auto, mientras el semáforo indicaba que podía seguir avanzando, pero había algo en mi que debía sacar, y aunque sabia que era mejor callar, no podía hacerlo necesitaba respeto y que el metiera sus amantes a la casa ya era mucho.-Alexander, podrías dejar de llevar a las mujeres con las que te revuelcas a la casa- solté sin más, no me caractizaba por guardarme las cosas, si algo no me gu
Los siguientes días fueron muy extraños, Alexander se notaba demasiado preocupado y pendiente de lo que hacía, en parte me asustaba, todo esto era nuevo, antes… Bueno cuando se hacía llamar George, se comportaba diferente, serio, distante, pero asumí que esa era su personalidad, luego se mostró como un Alexander frío, rencoroso, agresivo y ahora pues…. Me confundía y me hacía sentir bien a la vez, que estuviera pendiente de si comía, de que comía, no se iba a la empresa hasta dejarme desayunada y lo mismo era a la hora de la cena, llegaba antes y se cercioraba de que no dejará bocado alguno, al medio día, llamaba a preguntar y si no lo hacía me regañaba cual niña pequeña. En las ocasiones que tuve que devolver la comida iba tras de mí, me recogía el cabello y palmeaba mi espalda, hasta que terminará y luego me llevaba de vuelta a la mesa y con cariño pero voz firme me instaba a comer. En algunas noches entraba a la habitación y me observaba por ratos, me hacía la dormida, pero allí s
Llegamos aquel lugar, era muy hermoso con vista al mar, y aunque el día estaba bastante frío, el aire que se respiraba aquí era puro, sentí paz al solo sentir la primera corriente de aire chocar con mi cara, me relaje al instante porque cabe descartar que luego de lo que pasó en mi habitación estaba tensa, la forma en como me trato y luego pedirme venir aquí, me parecía sospechoso, tal vez solo eran ideas mías pero aún así no podía sacar eso de mi mente.Al entrar un grupo de hombres nos recibieron y por alguna razón lo que pasó con Laura vino a mi mente, el relato de Mirna seguía presente en mi memoria, con dificultad respiré, mientras apretaba mi mano a la tela de chaqueta que llevaba puesta.Sentí como mi corazón empezó a acelerarse y mis manos a sudar, mi respiración se volvió agitada, y la desesperación me invadió, estábamos en un lugar apartado, la última casa estaba a metros y estos hombre me miraron de una manera extraña, pensé en correr, pero ¿a dónde? entonces en medio de m
Al llegar a casa, después de mucho tiempo en silencio, sentí paz, al menos podrían encerrarme en mi cuarto y pensar a fondo en esto, estar a su lado me daba nervios, y no sabía cómo actuar, pero nada podría ser perfecto al escuchar aquello voz qué me hizo tensar.-Alex que bueno llegaste- Corrió a sus brazos y lo rodeo muy efusivamente- te extrañe.-¡Sally!¿ cuándo llegaste?- saludó él mientras le daba una sonrisa al alejarse de ella- pensé que te quedarías con tus padres en casa.-Pues eso pensé también, pero me sentía muy sola, mis padre se fueron a visitar a unos familiares y yo pues no me gusta ir tan lejos, preferí venir aquí contigo y Mirna- pero ese "Contigo" sonó bastante comprometedor, solo la observé y decidí seguir mi camino-.-Que bueno entonces, ya te instalaste- tomó mi mano evitando mi partida, mientras seguía hablando con ella-.-Sí Mirna me dió una habitación, estaba esperando para ver de qué quieres que me ocupe-.-Por ahora ayuda a Mirna en lo que pida, ya después p
Hoy desperté con Alexander a mi lado, había sido de esta forma la última semana, venía hablábamos un rato, luego empezaba a jugar con el pequeño bulto en mi vientre ya allí me quedaba dormida y al despertar estaba a mi lado, no les negare que me sentía también bien al despertar envuelta en sus brazos y sentir sus calor, tenía emociones encontradas, seguía confundida, algo dentro de mi me decía que debía estar alerta.Pensaba en todo eso mientras tomaba el desayuno en la cocina acompañada de Mirna, ella me transmitía mucha paz y confianza, a falta de mi madre que se supone debería estar apoyándome en esta etapa.Seguía sin hablarme, ni siquiera un llamada, estaba molesta con ella, pero vamos, soy su hija y estoy embarazada y ahora solo contaba con Mirna y Alexander, que irónico, contar con el hombre que me había puesto en esta situación.Deseche aquello de mi mente no quería deprimirme, con cosas que no podría solucionar.Hoy Alexander dijo tener un asunto importante que tratar, por e
Pasaron dos días en los que él no volvió a casa, y nosotros aquí no podíamos salir, el ambiente estaba tenso, de mi habitación no salí para nada a menos que fuera estrictamente necesario.Josh había venido a dar noticias y decía que todo estaba bien, pero cómo podríamos estar seguros nadie aquí dentro había podido verlo.Mirna me traía de comer, intentaba hablar conmigo pero yo solo me la pasaba mirando fuera de la ventana, acariciando mi vientre y pensando en cómo lo enfrentaría, estaría molesto, volvería a ser él de antes, no tenía miedo pero si culpa, no quería ver esa mirada de odio otra vez.-Kristy, Alexander está por llegar- interrumpió Mirna mis pensamientos- pensé que te gustaría bajar a recibirlo.-No, Mirna es mejor quedarme aquí- me negué de forma rotunda, mientras ella soltaba un suspiro y se sentaba a mi lado--Sabes que no es tu culpa verdad, no eres responsable de eso- puso una mano en mi hombro y me brindó una sonrisa cálida- estoy segura de que le alegrará verte.Vam
Bese sus labios hasta que tuve que separanos por falta de aire, sus mejillas estaban sonrojadas y sus pupilas dilatadas, su cuerpo pedía a gritos atención, y yo pues también la necesitaba, pero en mi condición sería casi imposible, tenía las costillas vendadas y mi brazo izquierdo estaba inmóvil por un cabestrillo…. Si podría darle placer no como lo deseaba pero no la dejaría así, insatisfecha.-¿Me deseas Kristy?- pregunté, mientras mordía su labio inferior- solo debes decirlo, yo no te negaría eso, nunca- sus ojos me observaron con suspicacias, pero también con lujuria-.-Estás lastimado, debes descansar- dijo aquellas palabras desviando la mirada, pero la tensión que irradia su cuerpo decía todo lo contrario--No fue eso lo que pregunté- mordisquie el lóbulo de su oreja, y la escuché jadear- además hay muchas formas de dar placer Kristy- susurré en su oído y la escuché tragar con dificultad-Llevé mi mano libre a su entrepierna, para mí suerte llevaba un vestido, fue más fácil apo