El ruido inundaba la noche en la gran ciudad, la música la discoteca se escuchaba en la avenida, una hermosa chica caminaba por los peatones, abrió su bolso y vio el arma que guardada dentro sintiéndose nerviosa por lo que estaba a punto de hacer, por un momento quiso darse la vuelta y marcharse, pero algo en su interior se lo impedía necesita obtener el dinero para la operación de su sobrino y esta era la única forma de conseguirlo.
La chica entró a un lujoso casino, este era muy conocido por sus visitantes quienes solían ser ricos de la ciudad, de inmediato vio a la distancia al sujeto que estaba buscando, este se encontraba acompañado por una chica que le tomaba del brazo, de inmediato sintió como una fuerte ira comenzó a despertarse en su interior al verlo abrazado y feliz junto a esa mujer, sentía un enorme deseo de sacar su arma y dispararle todas las balas a ese infeliz, pero no podía hacerlo así que tomo una larga respiración para controlarse " calma Amaliet" se repitió una y otra vez dentro de su cabeza mientras se sentaba una mesa al fondo, desde ahí pudo observar a la feliz pareja demostrarse afecto, esto provoco que su estómago empezara a constiparse de la rabia, las ganas de sacar su arma y asesinar a ese bastardo eran cada vez más difícil de controlar, pero debía hacerlo "si deja que tus emociones te dominen fracasara" era lo que su abuelo le repetía constantemente durante sus entrenamientos recordaba el entrenamiento, desde su perspectiva dejarse llevar por las emociones era una sentencia de muerte.
Amaliet continuó observando con paciencia a su víctima esperando el momento perfecto para atacar, este llego cuando la acompañante de ese hombre se levantó para ir al baño, oportunidad que aprovecho para seguirla y esconderse detrás de la pared, con cuidado saco su arma y espero pacientemente hasta que las demás personas salieron del baño, de inmediato entro al lugar, cerró la puerta con seguro y sacó su arma apuntando directamente a la cabeza de la chica
—Si gritas, te mueres —le advirtió en un tono frío que venía acompañado por el aterrador sonido del seguro manual de la pistola siendo desbloqueado. La chica comenzó a temblar mientras de miedo, mientras observaba el arma reposar en su sien —¡por favor, no me mates, haré lo que me pidas! — empezó a rogar desesperadamente, haciendo que Amaliet la encontrara molesta y desagradable.—¡Cállate! —Le gritó tomándola por el cabello y colocándole la pistola más cerca de su cráneo, haciendo que la chica se callara de forma abrupta entre gemido y sollozos —. Escúchame bien estúpida, quiero que llames al hombre que te acompaña y le digas que te fuiste a casa — La chica asintió moviendo repetidamente la cabeza con nerviosismo, de inmediato sacó el teléfono de su bolso y le envió un mensaje de texto a su acompañante para avisarle que se había ido a casa porque se sentía indispuesta.
—Muy bien, así me gusta —le elogió Amaliet con sarcasmo—. Ahora me vas a acompañar a la salida y, ¡ay, de ti gritas o haces una estupidez, porque te vuelo la cabeza de un disparo! —La chica decidió obedecerle en todo sin poner resistencia. Amaliet la sujetó el abrazo y colocó el arma en su cadera de forma discreta para no ser descubierta.
—Ahora salgamos de este lugar —ambas salieron chicas salieron del baño de dama, siendo vista por un trabajador de limpieza, quien notó el rostro pálido de una de ellas y se acercó para confirmar que todo estaba bien —.¿Sucede algo, señoritas? — Amaliet le mostró una sonrisa amable y despreocupada —mi amiga ha tomado demasiado, estoy llevándola a tomar aire fresco -El trabajador al no notar nada fuera de lugar decidió no hacer más preguntas y dejarlas pasar.
— ¿Sería tan amable de indicarme la salida de emergencia? Sería muy vergonzoso que alguien más la vea en este estado. — El señor amablemente le señaló con el dedo la salida de emergencia, ella agradeció con gesto amable y empezó a caminar incrustándole la pistola en un costado a la chica para que no hiciera ninguna tontería, con cuidado abrió la puerta y la empujo fuera del casino hacia un callejón oscuro y solitario — largó de aquí — ordeno con un tono frío y amenazante, la chica empezó a correr de prisa para alejarse lo más posible del lugar.
—¡Alto ahí! —gritó disparando al aire, haciendo que se detenga al instante paralizada de miedo. Amaliet sacó un pequeño frasco de cristal y lo dejó caer al suelo, rompiéndose en los pies de la chica y manchando sus zapatos con un líquido rojo y viscoso, está horrorizada al descubrir que se trataba de sangre empezó a gritar histéricamente —no te preocupes, pronto olvidarás todo lo que sucedió hoy incluyendo mi rostro.
La chica comenzó a percibir un extraño olor que provenía del frasco roto, haciéndola perder la conciencia de a poco hasta quedar inconsciente. Amaliet sacó el teléfono y llamó a emergencias para que se la llevaran de ese lugar. Después de asegurarse de que la ambulancia se la había llevado camino con pasos firmes, se dirigió al salón de apuestas donde se encontraba su verdadero objetivo. Decidida, entró en la sala VIP y se dirigió a él con sonrisa traviesa y sensual
— Hola, guapo, ¿estás solo? —preguntó con voz seductora. Él se dio la vuelta quedando completamente hipnotizado. Frente a él estaba una mujer hermosa, de pelo rizado, color castaño rojizo, sus ojos dorados como la miel brillaban de forma peligrosa. Llevaba puesto un vestido negro con un escote en V que dibujaba bien su hermoso cuerpo. Hace un momento estaba enojado porque su acompañante lo había dejado, pero ahora que esta chica apareció, no le importaba ser abandonado por una dama scorts.
—Estoy exclusivamente para ti, belleza —respondió mostrando la típica sonrisa moja, braga de todo mujeriego. Amaliet curvó los labios en una pequeña sonrisa complacida con aquella respuesta. Su sonrisa lo dejó cautivado, su belleza era como la de un ángel. — ¿Me invitas a un trago? —preguntó batiendo sus pestañas con ojos encantadores que derretían a cualquier hombre.
—¡Por supuesto! —dijo él con una sonrisa seductora, algo que le hizo sentir náuseas y deseos, de sacar su arma y descargarla toda sobre su pecho hasta saciar su ira. —¿Puedo saber tu nombre?—preguntó entregándole una copa de vino — Amaliet —. Él acercó una mano a su rostro y quitó un mechón de cabello suelto sobre su frente y lo colocó detrás de su oreja.
—Lindo nombre, soy Armando Lync —se presentó extendiéndole la mano. —Un placer conocerlo, Armando —le respondió estrechando su mano mientras le daba un sorbo su bebida de forma coqueta. La noche siguió entre risas y alcohol, hasta que se hizo tarde. Con el alcohol alterando su sentido, Armando se acercó a su oído y susurró unas palabras: —¿Por qué no vamos a un lugar más privado?—propuso descaradamente, una sonrisa provocativa se dibujó en los labios de ella. Este era el momento que había estado esperando toda la noche, así que se acercó a su oído y le susurró con voz melosa: —Llévame donde quieras — Esa respuesta lo hizo sentir motivado y de inmediato intento darle un beso, pero ella lo esquivó girando sur rostro y sonrió de forma traviesa, él tomó su mano guiándola hacia el ascensor.
El casino también era un hotel donde clientes adinerado podían alquilar una habitación y quedarse a dormir ambos salieron del ascensor y caminaron por el pasillo del hotel, ella miraba a su alrededor preparándose para poner en marcha su plan de repente noto que todo el lugar estaba lleno de hombres que vestían traje negro y estaban armados " ¡ diablos!" grito dentro de sí frustrada eran muchos y no podría contra todos a pesar de tener entrenamiento jamás los vencería con fuerza física ni con armas estaba superada en número, sin embargo ella tenía algo que ellos no, ella era una bruja y su magia era su mejor aliada en este mundo, tenía un plan que no podía fallar, llegaron a la puerta de una habitación el entro al baño a ducharse, ella aprovechó para quitar sus tacones, los pies le dolían un poco pero aún podía tener un combate fue hasta su bolso y sacó otro frasco con su sangre ella tenía un poder mágico particular y único el olor de su sangre podía dejar a la gente embriagado, lo pod
-señor ya entregué el dinero el niño ya está en sala de cirugíaEscuchar esas palabras los ojos de Amaliet se llenaron de lágrimas lo había logrado su sobrino tenía la oportunidad de curarse el miro a la chica frente a él con curiosidad hace un momento se veía ruda y ahora sus ojos estaban llenos de lágrimas-ya cumplí con mi parteRespondió el a Amaliet ella se levantó de la cama-gracias por su ayuda si me disculpa debo ir al hospitalElla tomó su bolso apuntando con el arma hacia el hombre sacó de él su último frasco con sangre y lo estrelló contra el suelo - cuando te encuentre te mataréLe dijo el sintiéndose humillado y engañado por una mujer- eso es si logras recordar mi rostroContesto con una sonrisa el olor de la sangre de Amaliet se regó por toda la habitación llegando a su nariz, el comenzó a toser con fuerza y luego cayó inconsciente al suelo, Amaliet recogió sus zapato y salió de la habitación.Camino de prisa para salir de ese lugar tomó un taxi y se dirigió al hosp
Esa mañana en cuarto de hotel Armando se despertó confundido, miro a su alrededor y se dio cuenta que estaba acostado en el piso, su cabeza daba vuelta y no lograba recordar nada de lo ocurrido miro la habitación y se dio cuenta que estaba desordenada, parecía que una batalla se había librado en el lugar miro al piso y encontró una mancha de sangre y vidrio roto alrededor “¿Qué paso anoche?” la puerta se abrió de golpe y sus guardias entrañaron-señor Armando Él se dio la vuelta y vio a sus hombres detrás de él, su jefe de seguridad soltó un suspiro de alivio cuando lo vio sano y salvo -¿Qué diablos ocurrió aquí anoche?Pregunto Armando confundido y agarrando su cabeza sentía que se le iba a estallar, sus hombres se miraron entre ellos y el jefe de seguridad se acerco -no sabemos que pasoContesto con un tono de derrota que hizo enfurecer a Armando-¿Cómo dices Wilson? ¿No lo sabes? Te pago para que cuides de mi seguridad ¿y tu respuesta es que no sabe que ocurrió aquí anoche? Le
Esa tarde Armando Lync se encontraba en su mansión, había pasado toda la tarde pensando en lo que sucedió esa noche, por más que lo pensaba no lograba recordar lo que había pasado, el día anterior se borró de su cabeza por completo, de repente su asistente entro por la puerta -señor Armando he investigado lo que me pidió Él lo miro con arrogancia -continua Dijo con frialdad -esa noche usted fue al hotel con una dama de compañía que alquilo, he investigado su paradero, la chica está en el hospital intente hablar con ella pero estaba confundida y tampoco recordaba nada de lo que sucedió la noche anterior, hable con los paramédicos que aseguraban la encontraron en un callejón detrás del casino, dijeron que ella estaba inconsciente y que a su lado encontraron un frasco roto que contenía sangre -¿sangre?Pregunto frunciendo el ceño, el frasco de sangre era algo extraño y curioso para el-si sangre, igual que el pasillo del hotel y el su habitaciónComento su asistente viendo su expr
Cuatro días después:Armado estaba tomando el sol en la piscina, su mente era un caos después de esa noche no sabía si quería olvidar o recordar lo sucedido, los pasos de su asistente acercándose lo sacaron de su aturdimiento -¿encontraste lo que te pedí?El hombre se acercó y le entrego un sobre sellado -esta es toda la información que pudimos encontrar de esa noche, a parte de lo sucedido en el hotel no hubo nada fuera de lo normal, tampoco encontraron drogas en su sistema y los de su guarda espalda, el nivel de alcohol en su sangre no era muy elevado y esa chica no ha podido ser encontrada Comento lanzando un suspiro de estrés Armando lo miro con un rostro que reflejaba confusión -esto es cada vez más extraño, ellos no me robaron, no me secuestraron y tampoco me mataron nada de esto tiene sentido ¿Qué querían exactamente entonces?Pregunto con duda su asistente de pronto recordó algo-lo único extraño esa noche fue la chica y la donación de los dos millones al hospital infantil
-¡Grace está bien! Escucho una voz agradable en su oído, levanto la cabeza y vio a Amaliet frente a ella con un rostro preocupado. Amaliet acaba de llegar cuando vio a Armando asfixiando a Grace, sintió el impulso de queres matarlo en ese momento pero lo controlo recordando lo que el abuelo le había enseñado, corrió hacia Armando y lo alejo de Grace dándole un fuerte puñetazo en la cara -Amaliet….estoy bien Dijo Grace tosiendo y tartamudeando, Amaliet le lanzo una mirada cargada de odio a Armando -¿Qué diablos te crees para pegarle a mi hermana? Ella se abalanzo sobre el quien todavía estaba en shock por el golpe que habida recibido, Amaliet le dio un puñetazo en el estómago, él se inclinó y sudo frio del dolor -¡perra te arrepentirás por pegarme! Amaliet estaba fuera de sí y le grito Amaliet enojada se abalanzó sobre el dándole una pata que lo dejó tendido en el piso -¡de lo que no me arrepiento es de no haberte matado! El se levantó del piso quejándose de dolor posó la mi
Cuando abrió la puerta de la casa casi se desmaya cuando vio la persona que estaba sentada en el sofá con las piernas cruzadas -¡Brenda! Ella giro la cabeza para verlo y puso una sonrisa inocente en su rostro -hola cariño Ella noto que Armando estaba nervioso y pálido -¿no te alegras de verme cariño? El salió de su conmoción y trato de disimular su sorpresa -claro que me alegra de verte…es que no te esperaba…dijiste que duraría más tiempo con tu amiga Brinda se acercó acariciando su rostro, era obvio que no la esperaba por eso estaba tan asustado, con ella en casa todo sería complicado -es que te extrañaba mucho ¿no me extrañaste? Pregunto ella de forma cariñosa dándole u beso en los labios, Armando trago saliva y le brindo una sonrisa cariñosa -¿claro que te extrañe cariño? Brenda miraba atenta cada una de sus expresiones -pero no pareces feliz de verme Dijo ella dejando caer los hombros con tristeza el le dio un beso en la frente -no digas tonterías claro que estoy
Después de recibir la llamada de su esposa Raphael decido acudir junto a sus hombres para dar apoyo a Marie y Brenda, según la información que recibió por teléfono de Marie el esposo de Brenda fue atacado por una bruja y necesitaban su ayuda para terminar con la investigación. Después de cuatro largas horas de camino Raphael por fin había llegado a la ciudad sur, miro su reloj en su muñeca confirmando la hora eran 7:00 pm, sin tiempo que perder se dirigió al hotel donde ya se encontraban Marie investigando lo sucedido y recolectando información -¿dicen que aquí fue donde sucedió todo? Pregunto observando la habitación Marie al escucha su voz le sonríe -así es, el esposo de Brenda fue atacado junto a sus hombres en esta habitación Le respondió Marie analizando cada rincón del lugar, los ojos de Marie se dirigieron a la mancha de sangre seca en el suelo, se puso de cuclillas cerca de la mancha y con un hisopo recogió una muestra y la coloco en un frasco de cristal con un extrañ