El sol comenzaba a ocultarse detrás de las nubes grises cuando Yasmany, Caroline y el Dr. Cortez salieron del refugio. El aire afuera era denso y pesado, como si la propia ciudad supiera que algo importante estaba a punto de suceder. Las calles de Houston estaban desiertas, pero había una calma inquietante en el ambiente. La tensión se sentía en cada esquina, en cada edificio derruido.Los tres se movían en silencio, alertas, mientras se dirigían al punto de encuentro: una vieja fábrica en las afueras de la ciudad. Era un lugar que una vez había sido el corazón de la industria local, pero ahora solo quedaban ruinas. Un terreno perfecto para una reunión donde la confianza escaseaba y las traiciones podían estar al acecho en cada sombra."¿Estás seguro de esto?" preguntó Caroline en voz baja, sus ojos escaneando constantemente el horizonte en busca de cualquier señal de peligro.Yasmany asintió, aunque por dentro compartía la misma incertidumbre. "No tenemos otra opción. Si queremos evi
El eco de las palabras de Yasmany resonó en el silencio opresivo que seguía. Mei Chang y Enrique Mendoza intercambiaron miradas, pero esta vez no hubo sonrisa en los labios de ninguno. La atmósfera en la fábrica abandonada se volvía más densa con cada segundo que pasaba, como si la ciudad misma contuviera el aliento."¿Tus condiciones?" preguntó Enrique, con un leve tono de sorpresa en su voz, aunque Yasmany percibió la irritación oculta tras su fachada calmada.Yasmany no vaciló. Sabía que tenía que ser firme. Esta era su única oportunidad para marcar un cambio verdadero, y no podía darse el lujo de parecer débil ante dos de las familias más poderosas de Houston."Primero," dijo, su voz fuerte y clara, "quiero que se desmantele por completo la estructura de control que las familias han impuesto en la ciudad. No más territorios divididos, no más lucha por poder a expensas de la gente. Houston será libre."Mei Chang arqueó una ceja, claramente no sorprendida, pero tampoco complacida. "¿
El sol se ponía sobre Houston, tiñendo el cielo de tonos rojizos y dorados que parecían reflejar el fuego interno de Yasmany. Desde la azotea de un edificio abandonado en el corazón de la ciudad, observaba el horizonte urbano, su mente repasando los eventos de las últimas 48 horas.A su lado, Caroline apretó su mano. "¿Estás listo?"Yasmany asintió, sus ojos brillando con determinación. "Tan listo como puedo estarlo."El Dr. Cortez se acercó, su rostro mostrando una mezcla de preocupación y esperanza. "Recuerden, esta reunión podría cambiar el curso de la historia de Houston. Debemos ser cautelosos, pero también audaces."Un helicóptero apareció en el horizonte, acercándose rápidamente. Yasmany sintió que el fuego en su interior se agitaba, respondiendo a la tensión del momento.Minutos después, Mei Chang descendió del helicóptero, seguida por representantes de las familias Mendoza y Zhang. Sus rostros eran máscaras de neutralidad, pero Yasmany podía sentir la tensión que emanaba de e
El sol de mediodía brillaba sobre Houston, pero la ciudad parecía diferente a los ojos de Yasmany Ramos. Desde la ventana de su nueva oficina en el centro, observaba el flujo constante de personas en las calles, consciente de que cada una de ellas sería afectada por las decisiones tomadas en las últimas 48 horas."¿Cómo te sientes?" preguntó Caroline, acercándose por detrás y rodeando su cintura con sus brazos.Yasmany suspiró, reclinándose en su abrazo. "Abrumado. Emocionado. Aterrorizado. Todo a la vez."Caroline rio suavemente. "Bienvenido al mundo de cambiar una ciudad."Un golpe en la puerta interrumpió su momento. El Dr. Cortez entró, su rostro mostrando signos de cansancio pero también de entusiasmo."Los representantes de las familias están aquí," anunció. "Es hora de comenzar la primera reunión del Consejo de Transición."Yasmany asintió, enderezándose y ajustando su traje. Aún se sentía extraño vistiendo ropa formal, pero entendía la necesidad de proyectar una imagen de lide
El estruendo de cristales rotos despertó a Yasmany en medio de la noche. Se incorporó de golpe, el fuego ya ardiendo en sus manos, listo para enfrentar cualquier amenaza."¡Caroline!" gritó, buscando a su esposa en la oscuridad."Estoy aquí," respondió ella, su voz tensa pero firme. "Alguien ha entrado en la casa."Pasos pesados resonaron en el pasillo. Yasmany se movió silenciosamente hacia la puerta, su cuerpo tenso como un resorte. De repente, la puerta se abrió de golpe, y tres figuras enmascaradas irrumpieron en la habitación."¡Abajo con el falso Guardián!" gritó uno de ellos, lanzando una bola de energía azul hacia Yasmany.Reaccionando por instinto, Yasmany creó un escudo de fuego dorado, desviando el ataque. Caroline, moviéndose con una agilidad que sorprendió incluso a Yasmany, derribó a uno de los atacantes con una patada bien colocada.La batalla fue breve pero intensa. Yasmany logró someter a los intrusos, sus llamas doradas iluminando la habitación en un espectáculo de l
El calor del mediodía en Houston era sofocante, pero la multitud reunida frente a la nueva clínica de sanación no parecía notarlo. Yasmany, de pie en el podio, observaba los rostros expectantes. Este era un momento crucial, la inauguración del primer proyecto tangible del nuevo acuerdo."Hoy," comenzó, su voz amplificada por los altavoces, "damos un paso hacia un Houston más justo y saludable para todos."Mientras hablaba, no notó la figura sombría que se deslizaba entre la multitud, ni el brillo metálico bajo su chaqueta.De repente, un grito rasgó el aire. "¡Muerte al falso Guardián!"Todo sucedió en cuestión de segundos. Yasmany vio el arma, sintió el calor familiar surgir en su pecho, y actuó por instinto. Una barrera de fuego dorado se materializó frente a él, justo cuando el disparo resonaba.La bala, imbuida con algún tipo de energía oscura, atravesó la barrera como si fuera papel. Yasmany sintió un dolor agudo en el hombro y cayó hacia atrás.El caos se desató. La multitud gri
La luna llena bañaba las calles de Houston con una luz pálida y espectral cuando Caroline Blackwood se deslizó en la parte trasera de un lujoso sedán negro. El cuero frío del asiento contrastaba con el calor sofocante de la noche de Texas, enviando un escalofrío por su columna que no tenía nada que ver con la temperatura."¿Estás lista?" preguntó Eleanor, su voz apenas un susurro en la penumbra del vehículo.Caroline asintió, su rostro una máscara de determinación. "Hagámoslo."El coche arrancó suavemente, deslizándose por las calles como un depredador nocturno. Caroline repasó mentalmente su coartada una vez más. Era crucial que no cometiera ningún error esta noche.Mientras se acercaban a su destino, un opulento club privado en el corazón del distrito financiero, Caroline no pudo evitar pensar en Yasmany. Lo había dejado en la clínica, todavía recuperándose del atentado, su rostro una mezcla de preocupación y orgullo cuando ella insistió en llevar a cabo esta misión."Recuerda," dij
El amanecer encontró a Yasmany Ramos en la azotea de la clínica, sus ojos fijos en el horizonte de Houston. El cielo se teñía de tonos rojizos y dorados, un espectáculo que normalmente lo habría llenado de asombro. Pero esta mañana, su mente estaba demasiado agitada para apreciar la belleza del amanecer.La llamada de Caroline la noche anterior lo había dejado inquieto y preocupado. La conspiración que enfrentaban era más compleja y peligrosa de lo que habían imaginado. Y ahora, con esta nueva revelación, sentía que estaban caminando sobre arenas movedizas."Pensé que te encontraría aquí," dijo una voz familiar detrás de él.Yasmany se giró para ver al Dr. Cortez acercándose, dos tazas de café humeante en sus manos. "No podía dormir," admitió Yasmany, aceptando agradecido una de las tazas.El Dr. Cortez asintió comprensivamente. "Caroline me contó lo que descubrió anoche. Es... inquietante, por decir lo menos."Yasmany tomó un sorbo de café, dejando que el líquido caliente lo reconfor