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Capítulo 15— Una mujer para toda la vidaNarradorLlegando la tercera noche, Eirá se preparaba. La anterior, tras lo sucedido con Killian, logró alcanzar a Felton y, tras ofrecerle una sincera disculpa, las relaciones quedaron restablecidas, aun así no podría darse por vencida.Había mucho que podría hacer en ese lugar donde se reunían los mejores empresarios del mundo, por lo que solo regresar con un huevo en la canasta no era lo más recomendable. Arreglando su cabello, que esa noche llevaría suelto, Eirá observó su atuendo quedando conforme con cómo lucía y, saliendo de la habitación, Iker la esperaba como ya era costumbre con una amplia sonrisa.—¿Preparada? Tercera y última noche... No hace falta desearte suerte... Felton es el mejor inversionista que podrás encontrar. Para ser tu primera vez, me has superado.Apretando sus labios sintiendo algo de vergüenza por lo grosero que fue Killian con Aldo la noche anterior, Eirá guardó silencio y, dirigiéndose al elevador, una vez en su i
Capítulo 16— Una línea que no se debe cruzarNarradorEl celular vibró con fuerza sobre la mesita de noche, interrumpiendo el silencio sepulcral de la habitación. Killian lo miró, y el corazón se le comprimió en el pecho al ver el nombre en la pantalla: Eira Drayton. Giró lentamente la cabeza, Sofía dormía profundamente. No quería despertarla, no quería que preguntara, no quería explicar.Tomó el teléfono, se levantó sin hacer ruido, con cuidado y cruzó el cuarto a oscuras. Se encerró en el baño con el pulso acelerado, y recién entonces deslizó el dedo sobre la pantalla para responder.—¿Eira? Preguntó en un susurro, con voz baja pero tensa deseando no ser descubierto—¿Qué pasa? ¿Dónde estás?Del otro lado, el sonido fue apenas un soplido tembloroso casi imperceptible pero suficiente para él —Killian…Él se tensó de inmediato al notar algo inusual en su voz, la conocía tan bien que solo bastó eso para saberlo—¿Qué te hicieron?—No… no lo sé. Me siento rara. Creo que me drogaron M
Capítulo 17—Eres mi maldita locura, mi perdiciónNarrador:Cuando el vestido se abrió, Killian la ayudó a deshacerse de la tela que cayó al suelo como una piel vieja, quedándose en ropa interior.—¿Mejor? Susurró la pregunta intentando no mirarla por lo que significaba tenerla tan cerca de esa manera. Ella asintió, pero su mirada cambió. Ya no era vulnerabilidad, era deseo, el mismo que siempre latía entre ellos, disfrazado de odio, de orgullo, de rabia.—Te juro que no quise llamarte Respondió Eira, recorriendo su pecho con un dedo de una manera que si no fuese por la ocasión pensaría que era un intento de provocarlo.—Pero no podía pensar en nadie más.La respiración de Alde se aceleró, y su boca se abrió ligeramente asombrado por lo que escuchaba, pero atribuyéndoselo a la droga se mantuvo firme, tratando de no abusar de ella por lo vulnerable que se encontraba.—Y fue lo mejor que pudiste hacer... Ahora debo irme, Eirá. Deberías darte un baño antes de dormir.Girándose sobre sus
Capítulo 18— Tal vez, si Narrador Apareciendo el sol en el cielo, Eirá empezó a moverse sobre la cama cuando la claridad de la luz impactó contra su rostro. Se encontraba desnuda, cubierta solo por una fina sábana, sudorosa por lo sucedido la madrugada anterior. Llevando las manos a su rostro intentó cubrirse cuando la situación se volvió incómoda, pero recordando lo sucedido con Felton, la droga, lo aterrada que estaba, dio un respingo sobre la cama antes de tomar asiento. ¿Qué era lo que había pasado? ¿Cómo era que había llegado a su habitación? Y justo en ese instante los recuerdos la invadieron. Killian, la llamada, cómo llegó al salón de eventos en su búsqueda, y lo peor de todo, lo sucedido entre ellos dos al llegar al hotel. Bajando la mirada un poco titubeante a su cuerpo, notó que se encontraba completamente desnuda, y sintiendo un dolor punzante en su pelvis, supo que se entregó a él. De la manera más baja y descarada, sin un ápice de vergüenza, lo cual la hizo ma
Capítulo 19— Debe haber un error Narrador Ingresando a la sala de juntas dos días después de regresar a su ciudad, Eirá se preparaba para darles un balance de lo sucedido. El día anterior, luego de una larga conversación con la señora Hitman, había logrado firmar un jugoso contrato, el cual fue el resultado del viaje de negocios. Saludando a los presentes, Eirá se acercó a Jorge, quien la apreciaba lo suficiente como para sentirla parte de la familia, y tomando su lugar en un extremo de la enorme mesa, inició. —Como pueden observar en los informes que acaba de entregar mi asistente, D&A acaba de firmar un contrato con Hitman Group, quien es el pionero en el mercado Europeo... Cabe mencionar que esto es producto de nuestra asistencia a la conferencia anual. Iniciando las felicitaciones de los asistentes, que desde los inicios sabían que estos eran los planes de Drayton, el padre de Killian se sintió satisfecho por haberla elegido a ella para esta importante labor. Continuando
Capítulo 20 — Un simple anillo Narrador Con su boca ligeramente abierta y permaneciendo inmóvil, Eira aún no podía creer lo que escuchaba. ¿El anillo que Alde le regaló a Sofía era para ella? Parpadeando un par de veces tratando de confirmar que lo que estaba viviendo no se trataba de un sueño, permaneció en silencio por un instante y viendo cómo el hombre ante ella apretaba ligeramente su brazo, lo escuchó decir: —¿Acaso usted no lo sabía? Yo pensé que el señor Alde le había hablado de él Drayton estaba a punto de responder cuando escuchando justo en ese instante cómo Killian aclaraba la garganta a su lado, guardó silencio e interponiéndose entre el señor Pérez y ella, Alde dijo: —Si ya has terminado, ¿podemos irnos? Necesito hablar contigo. Centrando su mirada intensa en Eira, Kilian permaneció en silencio, esperando una respuesta, y ya habiendo solucionado el problema, Drayton se limitó a negar mientras su corazón se aceleraba. Lo más sensato era negarse, oponerse a toda cost
Capítulo 21— No lo permitiré Narrador Llegando a casa tras la amarga decepción de que Killian no asistiera a la cena a la que él mismo la invitó, Eirá bajó de su auto agotada. Su día no había sido para nada sencillo y lidiar con él, solo complicó todo. Subiendo las enormes escaleras que llevaban a la puerta de la mansión, Drayton aferró las manos a su bolsa, sabiendo que su madre empezaría a hacerle preguntas por la hora de su llegada, pero sabiendo cómo enfrentarla, soltó una bocanada de aire resignada antes de entrar. Su madre, Rosalía, detestaba a Aldé con todas sus fuerzas, sobre todo después de comprometerse con Sofía en la fiesta de aniversario de la empresa. Abriendo finalmente la puerta, Eirá ingresó en la enorme estancia y escuchando cómo el lugar era inundado por las risas de su madre y un caballero que le sonó muy familiar. Dio un par de pasos hacia el comedor de donde provenían. — ¿Iker? Reconociéndolo enseguida a pesar de encontrarlo de espaldas a ella, Eirá preg
Capítulo 22— Esforzarse un poco más Narrador —¡Lo siento mucho, Eira! Yo pensé que tu madre estaba al tanto de tu viaje... Como una de las dueñas, creí que había estado de acuerdo con esa decisión. Negando, Eirá tomó el último sorbo de agua antes de colocarse de pie, y apoyando una mano en la mesa, respondió —De igual forma te lo agradezco, todo salió mejor de lo que pensé. Finalizando la comida, Eirá y Iker se dirigieron a la estancia, y permaneciendo un par de horas conversando con Rosalía, una vez el sueño la azotó, la mujer de mediana edad se despidió para irse a descansar. —¡Cariño! ¡Feliz cumpleaños anticipado! Justo ahora voy a dormir... Pero no olvides, mamá te ama con el alma. Acunando su rostro tras depositar un casto beso en su frente, Rosalía se despidió de su hija, y haciendo lo mismo con Vael, pero en esta ocasión en su mejilla, subió las escaleras rumbo a su habitación. —Se ve que amaba a tu padre. Asintiendo y permaneciendo de pie, viendo cómo su madre se alej