Darek Adams Llegar del corrido y encontrarme con una Litza en un mar de sangre fue algo chocante, mi corazón se aceleró más que nunca. Tenía miedo de perderla, le dije a la doctora que hiciera todo para salvarlas y al volver conmigo supe en seguida que no me daría buenas noticias.—La luna tiene fracturas en sus costillas —murmuró.—¿Qué? ¿Se ha caído? —interrogué a lo que ella negó.—Fueron provocadas por las bebés, ellas son muy fuertes para el cuerpo humano de luna —me dijo, no podía dar lugar a esta suposición.—Ella dio a luz a Kalen, ¿Cómo es…? —me cayó al saber lo obvio—, no era un híbrido en ese entonces —la mujer me asintió.—¿Qué pasará ahora? —cuestione.—Seré honesta con usted, alfa —hizo una pausa en busca de las palabras correctas, sin embargo, presentía que nada que saliera pude sonar correcto—, si el embarazo continúa la luna morirá junto con las bebés —expreso—. Por lo que sugiero por el bienestar de la señora es interrumpir el proceso de gestación.—Ella nunca acepta
Emeric D´ OleoMis labios están secos, mis muñecas entumecidas por los grilletes mientras que el lugar solo apesta a muerte o quizás yo soy que lleva ese asqueroso olor. La lucha en mi cabeza de si merezco estar aquí me carcome desde hace una semana, mi alfa me acusa de traidor, me duele en el alma, mirar sus ojos… verme con dolor y enojo.Llevo una semana en la celda, sin agua, sol o comida, ni siquiera él ha venido a verme, no he podido defenderme de lo que se me acusa o quizás si soy culpable por lo que hice, pero todo fue para salvar varias vidas y porque mi amigo me lo pidió.Escucho pasos acercarse a mi celda, se abre la reja y levanto mi cabeza para ver sus ojos carmines puestos sobre mí.—¿Por qué me traicionaste, Emeric? —interrogo con dolor en su voz.—Yo… so-lo que-ría salvar-los —murmure con dolor en
Litza Cooper —Te juro que casi me muero del susto —expreso, Irem desde el otro lado de la línea, me cuenta cómo fue su reacción cuando Nathan se convirtió en lobo para revelar su secreto—. Pero es genial, ¿sabes?, me gusta aún más sabiendo que es un hombre diferente —añadió y puedo imaginarla con una sonrisa en su rostro. —Me alegra mucho que lo hayas aceptado, no quiero imaginar lo difícil que fue para él decirte todo eso —murmuro. —Lo mismo he pensado. La vida es muy icónica… nosotras emparejadas con lobos, ¿Quién nos creería? —sonrió. —Quizás no encierran en el mismo manicomio —me burlo a lo que ella se ríe—. ¿Cómo va tu embarazo? —interrogo. —Muchos antojos, creo a este paso terminaré gorda —libera un suspiro para darle más drama, —¿y tú? —cuestiona. —Las gemelas van creciendo, es lo importante —le digo, Darek saliendo del baño me observa, supongo ha estado escuchando mi conversación. —Me alegra mucho saberlo, espero pronto poder visitarte —nos despedimos quedando en volver
Darek ArcherUn mes después…La médica observa con cierta preocupación los hematomas que sean formados en los costados de Litza, lo toca mientras mi luna se mantiene sin hacer expresión de dolor. Son moretones grandes, con un color violáceo, es como que mi sangre los ha sanado, pero no del todo.—Era lo que más temía —expreso con preocupación—, se hace inmune a las propiedades curativas de su sangre, ella está tan lastimada que no da chance a su sangre de curar las heridas a la velocidad que se producen —añadió.—¿Cómo es posible? —Cuestiono—, se supone que mi sangre la ayudaría hasta el parto —expreso con cierta molestia mientras llevo una mano a mi cabello, me frustra no tener una solución, no puedo verla morir cada día.—Lo sé, alfa, pero la luna es humana, no es lo suficientemente fuerte y no sana a la velocidad que nosotros. Su sangre le ayudo a curar, pero tantas heridas ralentizan su sistema para sanarse —expresa.—Esto es una mierda —le digo.—Darek, cálmate… ella no tiene la
Litza Cooper Mi corazón es feliz al ver a mis niños ingresar a la habitación del hospital, ellos no tardan en darme todo su amor, sonrisa y dulzura que los caracteriza. Son tan habladores que me cuentan todo lo que han hecho durante mi corta ausencia, no logro concentrarme mucho en su parloteo porque solo los veo allí tan radiantes. He dejado de pensar en lo que puede ocurrirme. Aunque no voy a negar que en mi alma siento un dolor que no cede ni en sueños, ni de ninguna forma y mientras más pasan los días la idea de no querer morir se planta más en mi cabeza. No deseo dejar a mi lobo solo, dolido por mi muerte después de haber luchado tanto para tenerme de regreso y formar a mi lado una hermosa familia. Pienso en todo lo que hemos recorrido juntos, lo que tuvimos que vivir para al fin poder ser felices juntos y que ahora todo este por terminar, no es aceptable para mí. Debo ser fuerte y luchar para mantenerme en este mundo junto a mi familia.
Darek Archer Entre el medio del llanto de las cachorras y el sonido estruendoso de las máquinas que marcan los signos vitales; pude escuchar su corazón detenerse. De ese mismo modo el tiempo se detuvo para mí, no escuchaba más nada que ese último signo de vida y luego el dolor presionando en mi pecho.La médica no tardó en darle reanimación cardiopulmonar para traerla de regreso, mientras que solo podía quedarme arrinconado en una esquina. Mis lágrimas empañaron mi visión o quizás me deje consumir por la oscuridad, ya que al abrir mis ojos estaba en medio de la nada, solo y desnudo, con mi cuerpo manchado por barro, sangre de algún animal y hojas secas.No hacía nada más que mirar a la nada, no quiero continuar en una vida en donde la mujer que amo no existe.—Darek —no tenía que girar mi rostro para saber de quién se trata.—Ella me dejó, Emeric —susurré, ni siquiera reconocía mi propia voz—. ¿Cómo se supone que debo seguir? —pregunto sintiendo mis lágrimas correr por mis mejillas.
Litza Cooper Después de una ducha junto a mi esposo salimos de nuestra habitación dispuestos a conocer a nuestras hijas, Darek me contó a detalle lo que nos ocurrió y solo puedo estar agradecida de esta segunda oportunidad de vida. Ninguno sabe lo que me paso, lo que me he convertido, pero yo me siento totalmente igual a como era antes de quedar embarazada de mis pequeñas. Cuando estuve dormida solo sentía la necesidad de llamar a Darek en medio de la nada, sentía que me necesitaba y sé que su mundo entero soy yo sin importar que tenga varias razones por las cuales continuar. Somos dos almas unidas, vivimos por y para el otro, si uno de nosotros llegase a faltarle al otro, ¿qué sería de nuestras vidas? ¿Cómo podríamos superar la perdida? Son preguntas que me hago, no puedo creer que estuve a punto de dejarlo solo. Llegamos agarrados de la mano a la sala en donde mis hijos son los primeros en saludar, nos abrazan con tanto amor. Son tan pequeños para comprender todo lo que ocurre a s
Emeric D´Oleo Siempre he sido fiel creyente de que todo en la vida ocurre por y para algo, con la excepción de que la diosa de la luna me está jodiendo una broma «¿Cómo es posible que la hija de mi alfa sea mi mate?» Pregunto en mi mente al tener la oportunidad de cargarla por unos minutos hasta que la señora Adams termine de alimentar a su hermana. La pequeña Kayla, no deja de burbujear saliva en su boca, mientras que solo deseo dársela a su abuela y salir corriendo de allí. No soy un hombre lobo longevo, sin embargo, siempre quise conocer a mi mate para por fin dejar de sentirme solo y tener alguien para consentir, cuidar y que me apoye cuando mi mundo se esté por caer sobre mi cabeza. —Eres bueno con los niños —halago la señora Adams, me limité a darle una sonrisa sin mostrar mis dientes. No quería que supiera lo incómodo que me siento al conocer a mi mate en su nieta y que es probable que Darek me arranque el corazón al enterarse de que su hija ya tiene una pareja destinada. —